Club Campestre… algo de Historia

Desde la década de los cincuenta, el Club Campestre de Durango sido el punto de reunión de varias familias que decidieron asociarse para convivir entre amigos y pasar momentos de esparcimiento por medio de la práctica de las diversas actividades que allí se fomentan.

La historia del Club comienza gracias al sentir de varios grupos de la sociedad de Durango quienes percibieron la necesidad de convivir entre ellos y que estas reuniones se llevaran a cabo en un lugar en el cual -de forma independiente a sus labores cotidianas-, se pudiera generar un ambiente sano y de provecho por medio de la práctica deportiva, el paseo, la plática familiar y la amistad.

Fue de esta manera como con fecha del 18 de septiembre de 1953, se integró el grupo encabezado por el señor Jesús Gutiérrez Valles el cual se encargaría de la planeación y formación del Club Campestre de Durango. 

El acta constitutiva de la Sociedad Civil encargada de consolidar la creación del Club, fue firmada el 12 de mayo de 1954. Se adquirió la Hacienda de Santa Cruz, propiedad del señor Francisco Mcaughan, ubicada a 8 kilómetros en dirección sur de la ciudad de Durango por la ruta que se dirige al río Tunal.

De manera formal, los trabajos de construcción del Club Campestre de Durango, dieron inicio el 27 de julio de 1954. La Hacienda de Santa Cruz fue por algunos años el lugar de esparcimiento de numerosas familias de la época, aquí se realizaron tertulias y tardeadas que se realizaban por el día del estudiante organizadas por los alumnos del Instituto Juárez.

El 24 de abril de 1955 fue inaugurada la carretera pavimentada que conduce al club campestre, así como la unidad infantil, con su alberca, área de baños, vestidores, juegos y un espacio destinado al recreo. 

En el mes de mayo del 55 se dotó al espacio de la energía eléctrica lo cual provocó que de manera paulatina se fueran levantando construcciones y edificios que obedecían a una planeación premeditada, aprovechando de manera provisional el inmueble de La Hacienda para los usos más indispensables de los asistentes.

Después son construidos la unidad provisional, el parque infantil, salón de juegos, baños y vestidores para damas y caballeros, alberca olímpica, tres frontones, cuatro mesas de tenis, campo de Golf de nueve hoyos cubierto de pasto, estacionamiento y un caddie-house -esto es- una pequeña área para guardar el equipo de golf.

Al estar listo para entrar en operación el salón de juegos que se habilitó de manera provisional para hacer los bailes, se dejó la antigua casa de La Hacienda como vivienda del administrador. También se destinaron dos casas para morada de peones y bodega de herramientas.

El Club Campestre hasta el mes marzo de 1963 contaba con un padrón de 535 socios, distribuido éstos en 291 activos, 225 inactivos y 19 foráneos.

En términos generales, este espacio fue creado para “reforzar el espíritu de convivencia de las familias para hacerlas más fuertes no con el ejercicio de las armas sino con el de las almas”. / ESPACIO LIBRE