Se rebelan maestros indígenas de Durango

Mientras los maestros indígenas son azotados por las inclemencias del tiempo, los líderes de la Sección 12-Durango, despilfarran a sus anchas nuestras cuotas en idas y venidas en avión, a todas partes del país.

Mientras los maestros indígenas, se malpasan y se exponen a todas las incomodidades; los líderes se la pasan cachetona, durmiendo en hoteles de lujo y comiendo en restaurantes caros. 

Mientras los indígenas son víctimas de las calumnias de la autoridad, el líder levanta la mano a su titular, en señal de apoyo a sus frustradas aspiraciones. 

Mientras los docentes indígenas mendigan una mesa de diálogo, a los líderes se las dispensan a manos llenas, para acordar cómo partirles la madre.

En ese escenario de contradicciones se han dado los acontecimientos de este histórico movimiento, que atañe al tan llevado y traído tema de los quinquenios no pagados y que han adolecido siempre de la indefensión de las dirigencias sindicales y que ahora desde sus cómodas y palaciegas condiciones, mediante su indiferencia y silencio, sellan el compromiso ante las autoridades, para que los maestros indígenas no sean atendidos y sí, ignorados y reprimidos en la forma que las autoridades crean necesarias.

Saben y está demostrado que, a este sector magisterial, no lo arredra ninguna circunstancia por adversa que sea. De ahí que los acontecimientos seguirán su cauce hasta la meta que se han trazado, donde los ánimos no desmerecen, porque en esta gesta que es de campeonato, ya ganaron el primer raund, aunque los chayoteros de los medios convencionales le resten puntos y los líderes charros finjan demencia, ante los gritos de rechazo digno al soborno; que, sin duda, dicha denuncia exhibe a los dirigentes seccionales de cuerpo entero, cuando a diario lo aceptan, para que la indefensión al magisterio siga vigente.

En mi concepto, ese es el magisterio que sin querer mi estado físico; mi espíritu pertenece a él y, por tal razón, no podía perderme la oportunidad de ser cronista de mi propia experiencia, donde se expone la salud, el salario, el empleo y hasta la vida y  como respuesta a todo eso, se reciba el desprecio del gobierno, así como el de los líderes sindicales, que se han propuesto destrozarnos y atacarnos, al cohabitar descaradamente con nuestro enemigo.

Al fustigar a quienes el pago de los laudos ganados por concepto de los quinquenios, no sólo faltan a su deber, sino que se pasan, cuando declaran que es pura politiquería y que intereses ajenos los patrocinan. Desafortunadamente con ese criterio tan estrecho, olvidan a los miles de docentes que también son víctimas del mismo atropello, donde hacen gala de su ausencia las dirigencias sindicales, que justamente ahora y siempre han permanecido al lado del patrón.

Al ver y vivir en este escenario triste y vergonzoso, nos queda claro, que es para que nos inmovilicemos y olvidemos de temas fundamentales, como la falta de transparencia en el manejo de las cuotas sindicales, el uso discrecional de las cortesías gubernamentales y aseguradoras rapaces, cuyo destino misterioso, el sindicato no se ve obligado a transparentar, aunque se afirme lo contrario. A esto se suman las transas de los seguros de vida y de retiro, donde el pillaje está a la orden del día en todas las secciones del país. De ahí, la aplicación del dicho: “Tas comiendo, tate serio”.

Pese a todo eso, a los docentes indígenas les sobran agallas, para defender lo que a sus derechos corresponde, ya que jamás les ha temblado la voz para reclamarlos, como se vio en días pasados, donde enfrentaron al gobernador y éste se expuso a verse rebasado y ninguneado; ya que dicho movimiento no está impregnado del olor ovejuno de los líderes charros, que de forma rapaz y prostibularia les cobran las cuotas, a cambio de la traición y marginación.