En Durango urge reformar todo el aparato policiaco y judicial

Para nadie es desconocido el funcionamiento criminal y abusivo de las prácticas coercitivas en que incurren los órdenes policiacos y judiciales, dado que aplican de forma discrecional el uso de la fuerza bruta cuando no hay dinero y benevolentes cuando el poderoso caballero hace acto de presencia.

Por eso, no nos extraña que, en todo el país, se manifiesten temporal o permanentemente, jueces y familiares del Poder Judicial, cuyo móvil no es la aplicación pronta y expedita de la justicia, sino lo que a sus buchacas deje de caer, cuando la reforma haga estragos en su aplicación.

De ahí que, a nadie sorprenda ni asuste la participación de los empresarios convenencieros, expresando su desprestigiado y pútrido respaldo a desangeladas protestas, sabidos de que rotundamente van a perder. Pero pese a eso, no pueden permanecer indolentes a los berridos de sus principales socios, a quienes patentan su solidaridad hampona, que poco abonará a su miserable causa, porque la reforma va, y seguramente a corto plazo la panacea del robo e impunidad se verá mermada.

Claro que los empresarios, al acurrucarse y limpiarle la mucosidad y babas a los paristas, por supuesto que no es gratuito, ya que éstos son sus principales aliados y protectores, cuando de lavar dinero se trata; cuando se les ocurre evadir cantidades salvajes de impuestos; cuando se trata de desbloquear y proteger cuentas bancarias no bien habidas, pero si bien respaldadas por la corrupción y el narco.

Por primera vez se observa, que las voces bombas de los empresarios no impactan y las arengas de los chayoteros enanos no conectan, pese a que demuestran con creces la presión malvada de que son capaces de orquestar. Importándoles poco la estabilidad política que a la luz pública pregonan, pero en lo oscurito anhelan la inestabilidad, para consolar la frustración y la ira, porque saben que aún no consolidándose la reforma judicial, van a sobrar alternativas para esculcar los entrecijos de sus defendidos.

Esperamos que la reforma judicial, odiada y satanizada por los jueces y empresarios, se extienda de forma integral, para que ningún ente ligado a los remedos de justicia, quede exento de revisión, donde los centros de readaptación a gritos la exigen, dados los excesos de las castas doradas que los regentean, haciendo grandes negocios al interior y cobrando al Estado cantidades millonarias por la asistencia, tortura y degeneración a los reclusos inocentes, mientras que los verdaderos criminales gozan de grandes privilegios, destacando la libertad nocturna, donde con maestría delinquen para rendir excelentes cuentas a sus superiores.

Estos antecedentes de barbarie y miseria judicial, no exentan a Durango, donde también urge una limpia de todo el aparato policiaco y judicial, donde desafortunadamente no se cuecen aparte los ministerios públicos, las fiscalías, los juzgados municipales y todo lo que huele a remedo de justicia, donde la plaga de corrupción es insostenible y que a gritos la ciudadanía en esta coyuntura de transformación, exige un escarmiento ejemplar y hasta donde tope, lanzando su cuerpo y alma en apoyo al presidente López Obrador, a quien jamás le han temblado las piernas, para enfrentar a todos los traidores y bandidos del pueblo.