Querido Juan, te seguimos extrañando

Cultura19 de diciembre de 2023 JESÚS MARÍN

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El mundo ya no es el mismo desde que tú no estás. Cada ocho de diciembre el universo se convierte en una enorme bola de fuego. En un altar iluminado por millares de luces. Iluminado por infinidad de corazones. El mundo se convierte en casa única de un hombre. Y todos los hombres, somos tú. 

Por esa noche, la palabra paz adquiere vida y creemos en ella. Y rogamos que nunca mueras. Y somos hermanos del viento. Y somos estrellas del universo.

Somos miles luces encendidas. Por un instante somos un sólo hombre. Y no hay países y no hay fronteras. Y todos recordamos al poeta. Al místico. Al hombre llamado John Lennon.

Tanto tiempo sin ti. Tan lejos y tan cerca de nosotros. Nunca te has ido. Tu música es la prueba que vives, querido Juan. Hubiéramos querido que la muerte no te tocara, querido Juan, a ti que cantabas al amor y a la paz. Pero los héroes mueren jóvenes. Tú no podías ser la excepción. Morir para vivir en el corazón de los hombres. La eternidad a cambio de tu vida.

Ahora han pasado más de cuarenta años desde la última vez que vimos tu sonrisa, desde la última vez que vimos brillar tu mirada tras tus gafas redondas. Ya no hemos vuelto a verte caminar por las calles de Nueva York, querido Juan, tomado de la mano de tu mujer.

Ya no hemos vuelto a verte desnudo en una cama blanca, cobijado por los ojos rasgados de Yoko. 

Los Beatles aún esperan por ti. Aún esperan tu voz y tu guitarra, tu música y tu poesía, porque no ha muerto lo que se vive para siempre en el corazón de los hombres.

Hace falta tu rostro encarando la violencia de los cobardes. Hace falta tu voz denunciando la muerte de la justicia. Haces falta para iluminar la oscuridad, querido Juan. Hace falta tanto amor en el mundo. Hace falta tu poesía.

Cada ocho de diciembre la herida está ahí. Y duele otro año más sin ti. Y duele sacar el dolor de tu ausencia y lo único que podemos hacer es rezar por ti. Y lo único que podemos hacer es no dejarte morir. Y cantamos como nunca tus canciones. Y vivimos como nunca tu poesía. Y somos como tú, diamantes brillando en el cielo. Y sí, el mundo sólo necesita amor, el mundo te necesita de vuelta, querido Juan.

Quisiéramos cruzar el universo para reunirnos contigo y estrechar tu mano. Y haber festejado tu cumpleaños ochenta y cuatro. Regresa, por favor regresa. Get back, no nos puedes abandonar aquí. No podemos dejarlo ser. No podemos dejarte ir. No queremos imaginar un mundo sin ti.

Haces falta en el mundo, quién cantara a la esperanza, quién llenara de amor el alma de la noche. A dónde deberán ir nuestros sueños. Quién llenará esta mano vacía. Hey querido Juan, regresa de aquel lado del universo.

Haces falta cuando se agota nuestra fe. Hace falta tu luz brillando a mitad de una tormenta. Y como ayer, como yesterday, como hoy y siempre, tienes un lugar en nuestra mesa, tienes un lugar en el corazón de cada hombre de buena voluntad. 

Haces falta después de un día difícil, después de un largo y sinuoso camino. Haces falta como hace falta un día de sol, como hace falta la sonrisa de un niño y la dulce inocencia de una mujer. 

Haces falta como un pájaro que ha muerto de frío, como el mar que muere. Como el desamparo que agoniza. Haces falta porque el mundo es otro sin ti. Porque el mundo es triste y abandonado, sin luz que nos salve.

Haces falta cuando el abismo nos llena de oscuridad y tu luz es el único faro. Querido Juan, el mundo vive cansado. El mundo se desploma. Hacen falta héroes como tú. Hacen falta hombres como tú.

Hace falta un hombre que muera por nosotros. Un hombre que crea que podemos salvarnos. Hacen falta los cristos de tus palabras. Ven a encender de nuevo la vida. Ven a cantarnos al oído. Ven hacer que la sangre vuelva a correr. Y que el cielo vuelva a ser azul. Haces tanta falta, querido Juan.

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