Villegas se defiende como gato boca arriba de las críticas de los familiares de las víctimas

El primer ingreso por un caso de meningitis ocurrió el 14 de octubre del año pasado. Pasaron cuatro meses. Y no había culpables ni detenidos. Cuatro largos y agónicos meses de impunidad y lentas investigaciones. De impotencia y desesperación. De silencios e impunidades. De burlas e indiferencia ante el dolor de esas muertes y de sus familiares. 

Ya suman 35 personas. 34 mujeres, un caballero. Asesinados por la negligencia y la corrupción. Mujeres jóvenes, madres, hijas, hermanas, esposas. Asesinadas en un quirófano, donde se suponía iban a ser curadas. Asesinadas por la absoluta irresponsabilidad médica, ausencias de protocolos básicos de sanidad e higiene, por la corrupta concesión de licencias a estos hospitales privados por parte de la Secretaría de Salud de Durango. La nula ética médica. Propiciaron estos crímenes de Estado por omisión, por negligencia, por corrupción. 

El actual gobierno encabezado por un médico cirujano, el gobernador Villegas, ante la presión social, en redes y en algunos medios, sobre los nulos resultados en las investigaciones de las muertes de meningitis, ha presentado tres posibles culpables de esta crisis. Arrestado a tres sospechosos: Joaquín Antonio Gardeazabal Niebla, exdirector de la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango (Coprised). Apresaron también a trabajadora de Coprised, Guadalupe ‘N’ y a un anestesiólogo, Omar ‘N’, considerado por la Fiscalía como el principal presunto responsable, al trabajar en los cuatro hospitales privados implicados en el caso y muertes por la meningitis. Según el Ministerio Público, utilizaba sus propios medicamentos, origen del hongo causante de la infección. La acusación señala que los fármacos fueron contaminados en cuatro hospitales privados por la presunta responsabilidad de Omar. 

Las nuevas investigaciones revelan cómo pudo haber sido la contaminación del hongo Fusarium Solani en los cuatro lotes de bupivacaína, anestésico local, provocante de la meningitis. La Fiscalía señala que el medicamento no estaba adulterado de origen, del laboratorio Pisa. El Ministerio Público afirma que el mal manejo en los hospitales y el ingreso de fármacos ajenos sin control de calidad a los centros médicos causaron la enfermedad. 

Omar es acusado por homicidio, lesiones, responsabilidad profesional y técnica. Gardeazabal Niebla y Guadalupe son acusados del ejercicio indebido del servicio público y homicidio. Los tres ya en prisión preventiva en el Cereso de Durango. 

Villegas asegura que el exdirector de Coprised no tiene título en medicina como él. Necesario para ejercer su puesto. ¿Cómo es que nadie se dio cuenta? ¿Cómo es que lo nombraron en tal delicado puesto? Son más culpables los que lo pusieron en ese puesto. ¿Contra ellos no habrá investigaciones? Larga es la cadena, hedionda la cloaca de corrupción gubernamental. 

En fuga o vacaciones forzadas, los siete sospechosos, prófugos e ilocalizables, al menos no han subido fotos a sus redes sociales, así que no se sabe dónde andan los angelitos, dueños y administradores de los hospitales donde se propagó el brote. Fiscalía ni idea donde andarán los andariegos. Si alguien se sabe sus celulares, favor de proporcionales a la ley. 

La meningitis se originó en cuatro hospitales privadas, hoy clausurados: el Hospital del Parque, el Santé, el Dikcava (funcionaba sin licencia) y el San Carlos. La fiscal de Durango, Sonia Yadira de la Garza, señala que la ley será ciega pero no muda, que 32 de los 35 fallecimientos fueron mujeres operadas en el Hospital del Parque, el foco de contagio, que afirma fue propagada por Omar ‘N’. 

La Fiscalía Anticorrupción llevará los procesos de Gardeazabal Niebla y Guadalupe N.  Gardeazabal como directivo de Coprised, el engaño en sus títulos universitarios. Guadalupe N. como la encargada del control de calidad en los hospitales implicados. Omitieron irregularidades relevantes, como la ausencia de farmacia hospitalaria, medicamentos resguardados sin condiciones adecuadas, falta de registros de temperatura y humedad, carencia de licencia sanitaria para manejo de medicamento controlado. 

Gardeazabal Niebla autorizó la licencia de estos hospitales, propició la corrupción que culminó con la muerte hasta el cierre de esta información, de 35 personas. Gardeazabal Niebla dio el permiso. No tenía título. La ley marca que tiene que ser médico titulado con cédula. Es cárcel directa por usurpación de funciones. Así lo declaró el gobernador declarantín, rey de las selfies, ya respirando más tranquilo, al presentar culpables de la meningitis, tras más de cuatro meses de tropiezos y onerosos silencios. Se justificó Villegas con verborrea políquetera: pos’ la investigación nos llevó varios meses, como cuatro o tres. En desgracia murieron 35 mujeres, mamás jóvenes. Ansina parece como si nos hubiéramos tardado un poquitín. El saber qué fue, dónde fue, de dónde salió, por qué, cómo se contagió, si la meningitis tuvo cómplices, si había un retrato robot de ella, por qué en cuatro hospitales, cuántos médicos involucrados, cuántos funcionarios corruptos, si el América será campeón, si era el medicamento, si era otra cosa, si era sandía o melón o la vieja del otro día, descartar si fueron suicidios, si fue la jeringa, si fue la aguja, si fue el piquete o un mosquito, si fue el proceso… si hubo brujería. o a lo mejor AMLO era el culpable. 

Villegas se defiende como gato boca arriba de las críticas de los familiares de las víctimas, de las mentadas de madre, de las manifestaciones. Pero se investigará hasta las últimas consecuencias sea lo que signifique. Sonríe Villegas para la foto de rigor, las miles de fotos de su guapura en todos los ángulos posibles para deleite de sus chayoteros. ¿Y de las indemnizaciones que tienen derecho los familiares de la víctimas?, no se dice nada, no se hace nada, ¿tendrán que esperar mínimo otros cuatros meses para que se den resultados?