El que es buen juez por su casa empieza

En el Oriente los ladrones son amputados; en EE.UU. imputados; en México……¡diputados! Manú Dornbierer

Local20 de septiembre de 2022 Sergio O. Delgado Soto

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Como lo apunté en mi primera colaboración en este semanario, Esteban Villegas llegó a la gubernatura del Estado por la puerta de atrás del fraude electoral, de modo que considerarlo gobernador constitucional es del todo improcedente: el señor es un gobernador impuesto. Lamentable por desgracia para Durango que siga dándose aquello que se dijo del PRI por mucho tiempo y que hoy ya no es posible en la mayoría de los estados del país: que cuando perdía arrebataba. Tengo muy presente el muy sonado caso de la lucha por la gubernatura de Nayarit en 1975 cuando el candidato de la oposición al PRI fue Alejandro Gascón Mercado, un cuadro de lujo del PPS que barrió en  las urnas con el candidato del PRI, el Coronel Rogelio Flores Curiel*, triunfo que se vino abajo por la traición del entonces dirigente nacional de los lombardistas, Jorge Cruickshank García, quien lo convirtió en derrota a cambio de una senaduría por Oaxaca que le ofreció la Secretaría de Gobernación en tiempos de Luis Echeverría.

Queda claro, entonces, que Esteban es un gobernador impuesto, no constitucional, con muy malas cartas credenciales desde que se inició en la política como dirigente de los estudiantes en la Universidad Juárez. Empero como el señor, nos guste o no, es el que tiene hoy el poder formal en Durango, si nos interesa realmente luchar por acabar con los malos gobiernos, tenemos que hacer al Ejecutivo propuestas para avanzar en ese sentido, dejar de ser ciudadanos que sólo votemos para que en el ejercicio de los poderes estatal y municipal sus detentadores hagan lo que les venga en gana, como bailar un jarabe tapatío sobre la Constitución y robarnos en grande y hasta descaradamente, que fue lo característico de los últimos tres gobiernos: el de Ismael Hernández Deras, el de Jorge Herrera Caldera y el de José Rosas Aispuro Torres, aunque a decir del Licenciado e historiador local Gabino Martínez Guzmán (qepd), Durango, de 1900 a la fecha, sólo ha tenido tres gobernadores honrados: Domingo Arrieta, Francisco González de la Vega y Ángel Rodríguez Solórzano  Ya es hora, entonces,  de que saquemos la casta y dejemos de ver a los altos funcionarios con lentes de aumento. De esto depende, paisanos, que Durango empiece a salir de su secular y mayúsculo atraso.

Así las cosas, lo que de entrada hereda Esteban Villegas de su predecesor es una quiebra financiera similar a la que Aispuro heredó de sus dos antecesores, un par de frívolos, abusivos y pillos que si en 12 años sextuplicaron la deuda estatal fue porque contaron con la venia –entiéndase complicidad- del Congreso local y de dos pésimos presidentes panistas, Fox y Calderón, que también hicieron su agosto con los dineros del pueblo. Y fue precisamente esta quiebra heredada la que convirtió a la lucha contra la corrupción en la principal bandera de campaña por la gubernatura de Aispuro, lo que le ganó muchas simpatías, lucha que –aseguró- arrancaría con un par de auditorías a fondo de las administraciones de Ismael y su delfín ofreciendo que, en caso de encontrar huellas de peculado en ambas, no le temblaría la mano para llevar a sus ex compañeros de partido a los tribunales, ofrecimiento que pronto se vio fue –válgase la expresión- puro jarabe de pico, la especialidad de la casa ya no sólo en el PRI: también en el PAN. 

Ahora bien, si esta burla a la voluntad popular se la aguantamos a Aispuro y compañía, mal haríamos si nos quedamos cruzados de brazos en caso de que Esteban Villegas la haga suya. Checar cómo se administraron nuestros recursos en los últimos seis años no queda a capricho de la entrante administración: es una obligación moral y legal; constitucional, para ser más precisos. Se vale incluso que como ciudadanos, si aquí la fiscalía no cumple con su deber, demandemos la intervención del gobierno federal,  concretamente de la Unidad de Inteligencia Financiera, para que por primera vez en nuestra historia se le haga justicia a Durango y dejen de ser intocables los delincuentes de cuello blanco.  El descontento contra los gobiernos que padecimos en los últimos seis años está hoy socialmente tan extendido en el Estado que los partidos y las organizaciones sociales independientes que se dicen de oposición han sido rebasados. Cuestión de  ver, entre otras,  la impresionante y reciente movilización de los tres sectores de la Universidad Juárez para colegir que somos ya mayoría en el Estado los que ya estamos hasta la coronilla de los gobiernos alibabáescos. 

Concluyo retomando lo que también apunté en mi primera colaboración en Espacio libre: que como Esteban es corresponsable de la fraudulenta administración de Aispuro, porque desde su partido y desde el Congreso la solapó, se impone a él y a su gabinete que hagan suya la austeridad republicana que se impuso López Obrador cuando fue jefe de gobierno de la Ciudad de México bajándose él y su gabinete los salarios a la mitad, ahorro que convirtió el hoy presidente de la República en la primera piedra de su programa de pensiones a los adultos mayores que nace precisamente en la capital del país. El que es buen juez,  por su casa empieza. Ahí te hablan Esteban Villegas.

 *Fue uno de los jefes que tuve cuando por necesidad y muy joven ingresé al Ejército

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