A propósito de un reciente y vergonzante espectáculo del ICED

El domingo antepasado, fui por la tarde a la Plaza de Armas a airearme un poco porque el calor vaya que estaba calando.  Lo primero que noté por la calle Constitución y a un lado de Bancomer fue un templete y un buen número de sillas, por lo cual pregunté a uno de los boleros que ejercen ahí su oficio el por qué todo eso. “Es que se van a presentar a unos chisteros. Quédese señora, si es que quiere reír a carcajadas”. Y me quedé, incluso me senté en una de las sillas para no presenciar el espectáculo de pie. 

Me llamó mucho la atención la llegada de Esteban Villegas y su esposa y algunos altos funcionarios de su gobierno. Como los domingos la Plaza de Armas está muy concurrida, las sillas pronto se ocuparon, muchas de ellas por parejas jóvenes que iban con sus hijos y otras de personas de la tercera edad que llevaron hasta a los nietos, como fue el caso de un carpintero que es mi vecino. Ahora bien, el hecho de que el organizador de este evento fuera el Instituto de Cultura del Estado (ICED), me hizo pensar que sería un espectáculo de calidad. 

La verdad es que fallé y gacho en mi presunción, porque lo que nos ofrecieron los dizque chisteros fueron, valga la redundancia, chistes de lo más colorados y descripciones de lo más anatómicas y vulgares del acto sexual, tan repugnantes para el público, que el primero en irse con todo y su prole (esposa, hijos y nietos) fue mi vecino. Luego seguí yo y después de mí, una pareja de adultos que estaba junto a mí y que se fueron diciendo: “¡Pero cómo es posible que un instituto que se dice de cultura nos haya traído aquí a escuchar tantas leperadas que son veneno para la conciencia de los niños que las están escuchando….Vámonos vieja. Ya nos amargaron el día”.

Tan pronto llegué a la casa, me comuniqué con un amigo que le hace a la poesía, y no lo hace mal, para comentarle esto que me hizo pasar un rato muy desagradable. Me dijo que en absoluto lo sorprendía, por lo que son nuestros actuales gobiernos a los dos niveles: de cuotas, de cuates y de familiares. “Nunca, Esperanza, ha tenido Durango una política cultural de Estado, y menos ahora en que Lauro Arce Gallegos, cantante y primo hermano de Esteban Villegas, es el que manda en los dos institutos de cultura. Hace falta, como lo hemos dicho y escrito varios, que se reincluya en la estructura del Consejo Consultivo del ICED y el IMAC la representación colegiada de la comunidad artística y cultural. Esto lo sabía Socorro Soto Alanís, pero tan pronto se hizo del “hueso” de la dirección general, ¡se le olvidó! ¿Conveniencia o convicción? Hagan sus apuestas”. 

“Andan -prosiguió mi amigo- tan extraviadas las autoridades de ICED que a poco de haber tomado posesión quisieron instalar en el Museo del Palacio de los Gurza (MPG) la Escuela de la Música Mexicana (EMM) donde el mandón es Lauro. Perdieron de vista los señores que el inmueble donde está hoy ese museo y que fuera por muchos años la sede de El Sol de Durango, se lo donó el extinto Mario Vázquez Raña, entonces director general de la Organización Editorial Mexicana (0EM), al gobierno estatal, inmueble que por decreto del ex gobernador Ismael Hernández Deras se convirtió en sede del MPG. Luego, de haberle cumplido su capricho a Lauro Arce de instalar ahí la EMM, el Lic. Perez Meza, director actual del ICED, hubiera incurrido en un delito que lo hubiera sacado del cargo y mandado a los tribunales”. 

“Mira Esperanza -concluyó mi amigo- mientras las autoridades del ICED y el IMAC las sigan imponiendo por “dedazo” gobernadores y presidentes municipales, espectáculos tan impúdicos y vergonzantes como el que presenciaste ese domingo en la Plaza de Armas serán de lo más ordinario.

Sería bueno que una comisión de inconformes con el manejo que hacen de nuestras contribuciones los institutos de cultura en Durango fuéramos a la Ciudad de México a hablar con la secretaria federal del ramo, Alejandra Frausto Guerrero para, habida cuenta que más del 90% del presupuesto estatal son recursos federales, solicitarle darse una vuelta por acá para hablar, tanto con el Gobernador como con el Alcalde, a fin de hacerles ver que en lo artístico y cultural los dos institutos no están ajustándose a lo que establece la ley estatal del ramo vigente”. 

No cabe duda que mi amigo, que ni como persona ni como poeta se cuece al primer hervor, en lo que tiene que ver con el tema en cuestión tiene toda la razón. Así que inconformes con esta situación, manos a la obra que el tiempo apremia.