Víctor Manuel Castro Aragón, un clásico de la radio

La tarde soleada, aunque cobijada por un frío que invitaba a no despojarse de la chamarra, se preparaba para remontarnos a los inicios de la radio en Durango, tarea en la cual nos ayudaría Víctor Manuel Castro Aragón, hombre que ha hecho de los micrófonos una verdadera vocación, la cual ha abrazado durante más de 60 años y que con su voz a pausada pero fuerte, a la vez que caballerosa, nos compartió pasajes de su trayectoria en este medio de comunicación.

Las cuatro de la tarde fue la hora en la cual el veterano locutor abrió las puertas de su hogar ubicado en el tradicional barrio de San Antonio por calle Mascareñas, para rememorar las diversas experiencias que ha tenido a lo largo de todos estos años en la profesión que para él ya se ha vuelto un apostolado. Emocionado al recordar las anécdotas que se tornaban interesantes, empezó por recordar que su vocación nació desde muy joven, cuando aún era estudiante del Instituto Tecnológico de Durango, se sintió atraído por lo que él llamó “La magia del micrófono”.  Recordó con satisfacción el encuentro que tuvo con el entonces presidente de México Adolfo López Mateos, a quien calificó como un hombre que irradiaba simpatía y alegría. “Fue una entrevista muy emotiva muy efímera”.

Con voz pausada, fuerte, pero que inspiraba confianza al momento de la plática, el experimentado comunicador radiofónico opinó que esta profesión ha cambiado mucho en la cuestión técnica y en la cantidad de estaciones las cuales ya cuentan con modernas tecnologías y equipos sofisticados que permiten proporcionar un mejor servicio al público, por lo cual destacó que es necesario buscar siempre ser el mejor.

Vestido con una playera verde, pantalón y zapatos café, el hombre de tez morena clara y bigote perfectamente delineado a la forma del labio, con un tono de nostalgia y agrado, dijo que antes los programas eran más tranquilos, pausados, muchos de ellos transmitidos en vivo, por lo cual había mucha improvisación y al no contar con un libreto se echaba mucha mano de la espontaneidad. “Los errores eran naturales”, ríe.

Al escarbar en el baúl de los recuerdos de su memoria, quien condujera programas que en su tiempo eran un éxito como “La hora de los novios”, el noticiero “Su reportero informa”, “Pincelada Musical”, “Combinación Sideral”, entre otros,  apuntó que antes la publicidad en radio no era como ahora pues los patrocinadores compraban espacios de una hora en la cual se anunciaba exclusivamente sus productos, “ahora no existen segmentos exclusivos, los mensajes duran hasta veinticinco minutos al grado de llegar a cansar al escucha, quien opta por mejor apagar la radio”.

Agradece la oportunidad que le dio la dirección general de XECK, empresa en la cual ha laborado durante toda su trayectoria, de empezar a transmitir un programa en horario extraoficial de 6:00 a 7:00 a.m., pues recordó que la difusora iniciaba labores a las 7:00 de la mañana, el cual era de corte informativo y gracias al cual adquirió más confianza a la hora de estar frente al micrófono.

“Desde entonces he tenido experiencias graciosas, emotivas y que han sido más los momentos de alegría que de tristeza”.

Fundador de la televisión en Durango, según recuerda con orgullo, estuvo en la primera transmisión de XHA-TV Canal 10, el 1 de abril de 1967, lo cual le permitió participar por breve tiempo como presentador de algunos programas y anuncios comerciales.

Reconoce con humildad y a la vez con alegría y estimación el trabajo desarrollado por sus compañeros con quienes muchas veces le tocó compartir el micrófono en las transmisiones llevadas a cabo con un fin altruista como apoyo a la Ciudad de los Niños y la Cruz Roja, entre los cuales se encuentra José Vázquez Ramírez, famoso por sus crónicas de eventos sociales, Rafael Silva González, Francisco Curiel, Mauricio y Abel Pérez Escareño, entre otros.

Víctor Manuel Castro, se muestra agradecido con la vida por haberle permitido desarrollar esta profesión todos los días, su mayor gusto es que diariamente puede llegar a la cabina y transmitir a la gente optimismo y alegría a través de su espacio en el que pasa música de los 60s a los 90s, la cual tiene preferencia entre un sector muy amplio de la población que le llama para pedir sus canciones favoritas como Juan Gabriel, los Arriaga, Camilo Sesto, Rocío Dúrcal entre otros muchos artistas que forman la colección musical de la estación.

Para concluir la entrevista que se prolongó, Víctor Manuel Castro Aragón se mostró agradecido con la vida y con Dios y dijo que si tiene mucho o poco pues es lo necesario, nunca ha ambicionado sobresalir económicamente y considera que el mayor éxito en su vida es su familia, integrada por su esposa, señora Josefina Enríquez y sus hijos Olga Eréndira y Víctor Manuel.