El saqueo a La Ciudad del Anciano

Más corrupción en el sexenio Asipuro – Elvira

Local18 de diciembre de 2022 José Guadalupe Martínez

ciudad

Los medios de comunicación tradicionales en México y Durango -con escasas excepciones- no informan, desinforman. El motivo por el cual son de verdad unos mercenarios es principalmente el dinero y los intereses de grupo. No olvidemos que son empresas y que la gran mayoría son manejados por grupos presentes a nivel nacional. Ya todos sabemos cómo se las gastan, incluso eran partícipes de las corruptelas que existían en sexenios pasados.

Hablando de corruptelas, vamos a comentar de la corrupción en Durango.

El sexenio pasado fue de corrupción desmedida, sin precedentes. Los gobiernos se han caracterizado por saquear. Pero de manera tan descarada como lo hizo José Rosas Aispuro Torres y su esposa Elvira Barrantes, al menos de eso no hay registro: se dejó de pagar a los maestros, a los municipios sus participaciones que el Gobierno Federal envió en tiempo y forma, a la Universidad Juárez, a los proveedores, a las constructoras. En fin, es una lista interminable de personas que fueron afectadas, de hecho todos los duranguenses fuimos afectados por esa corrupción que vimos en el sexenio pasado.

Es indignante que se roben el dinero de las arcas del Gobierno del Estado, pero lo es más aún cuando saquean el dinero de instituciones que -se supone- deben servir para la beneficencia pública como lo es el caso de La Ciudad del Anciano.

En La Ciudad del Anciano, lo sé y me consta, que las políticas internas cambiaron desde que llegó la señora Elvira Barrantes a dirigir el DIF estatal. ¿En qué cambiaron? Para peor, porque por instrucciones de la señora ya no se permitía la entrada a esta Ciudad del Anciano de personas indigentes, de personas que no pagaban un mínimo de 6 mil pesos mensuales por su estancia. Así es que las personas que estaban ahí y no pagaban un solo centavo por su condición de abandono, o de indigencia, se acabó.

Algunas personas que eran en ese tiempo funcionarios de La Ciudad del Anciano pretendieron ingresar algunos ancianos en calidad de calle y la señora Elvira Barrantes no lo permitió porque eran las instrucciones de que si no se pagaba una cuota mínima de 6 mil pesos, no se les daba el ingreso. Hasta ese punto llegó la maldad de esta persona.

Y no termina la situación ahí. Cada mes la señora Barrantes se presentaba a La Ciudad del Anciano por el dinero de las cuotas. Se imagina usted si esto ocurría en una institución del DIF, donde se supone es de beneficencia pública, y aún así ¿saquearla? Son hechos sin precedentes.

Sin embargo y para decepción de la mayoría de los duranguenses, vemos que no hay todavía acciones penales en contra de los verdaderos responsables.

Se habla de una carpeta de investigación, pero ¿se terminará esa carpeta? ¿Alguna vez será consignada a un juez? ¿Alguna vez serán llamados tanto el exgobernador José Rosas Aispuro Torres como su esposa Elvira Barrantes a rendir cuentas a la justicia? Al menos es lo que los duranguenses deseamos. Pero, ¿ocurrirá?

Te puede interesar

Espacio Libre México

Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email