Recuerdos del Cine Olímpico

Por la calle Canelas en la década de los 60´s se localizó esta sala en la cual muchos duranguenses disfrutaron de las diversas producciones cinematográficas

Cultura27 de noviembre de 2022 Alfredo Antonio Solano Arellano

CINE web

Por la calle de Canelas, hoy Enrique Carrola Antuna, frente a lo que fue la legendaria Acequia Grande entre Zarco y Pasteur, por la década de los 60´s se localizó el Cine Olímpico, sala en la cual muchos duranguenses disfrutaron de las diversas producciones cinematográficas que allí se proyectaron.

Mario Alvarado, al compartir sus recuerdos del cine Olímpico a raíz de una imagen propiedad de Pedro Núñez López compartida en el grupo de Facebook Durango Antiguo, dijo que el local donde se localizó la sala de proyecciones, estaba pintado de verde claro y el local de la taquilla se encontraba revestido con azulejos verdes pero en una tonalidad más fuerte.

El mobiliario del cine era rústico, “simón, no era como los otros que tenían la parte delantera alfombrada y como base de la pantalla unos anuncios bien perrones del autobús Estrella Blanca o del Ómnibus de México, ‘nel’, éste no tenía nada sino vil cemento, pero no importaba porque al igual que en las otras salas pasaban tres películas”.

A pesar de las condiciones físicas del cine que estaban por debajo de las demás salas existentes en este tiempo como el Alameda, el Imperio o el Principal, Alvarado afirmó que “eso era a todo dar, ya que los intermedios los aprovechábamos para corretear o jugar a las luchitas, en lo personal me encantaba porque tenía más espacio que los demás”. 

Al hablar sobre las funciones de matiné, Mario Alvarado, recordó que éstas los mantenían cautivos, ya que además de las películas pasaban un capítulo de 10 a 15 minutos de series como Superman, Dick Tracy, Jungle Girl, Flash Gordon, etc, las cuales siempre se quedaban en lo más interesante de su entramado.

El Olímpico tenía la taquilla separada del edificio principal, la gente tenía que pasar por un patio para llegar a la sala de proyección, donde al igual que en otros cines pasaban tres películas era de permanencia voluntaria, repitiéndose la primer cinta al finalizar el ciclo de funciones.

Para 1973, el local que albergó al cine funcionó como arena de lucha libre y también se caracterizó por manejar precios accesibles para el público que asistía presenciar los diversos espectáculos que se verificaron en el ring propiedad del luchador profesional Carlos ‘Gorila’ Ramos.

“Aunque la verdad sea dicha, siempre tuve mis dudas de que dichos gladiadores, fueran los auténticos ya que muchos de ellos si llevaban la vestimenta del luchador anunciado pero el cuerpo o la estatura no tenían nada que ver con los que veíamos en las películas o las estampitas conque llenábamos nuestro álbum, ‘simón’, estaban más panzones, flácidos, faltos de técnicas, de elasticidad y otras cosas, pero, nos íbamos bien piñados porque ahí conocimos a luchadores como El Médico Asesino, El Rayo de Jalisco con su clásico paso del toro, a los famosos villanos y un sinfín más a quienes terminada su actuación de volada los abordábamos para que nos dieran su autógrafo”, recordó Mario Alvarado.

En1974, lo que fue el cine Olímpico, funcionaba como gimnasio de box donde se realizaban esporádicas funciones de box o lucha.

Juan Hernández, miembro del grupo Durango Antiguo recuerda al Olímpico como el ‘cine del piojito’, pues recordó que en 1970 cobraban la entrada en un peso, “como olvidar las tres películas clásicas de los Tres García y Vuelven los tres García,  jajaja, además de la película El mundo de los Aviones con Capulina”.

El licenciado Genaro Martínez Saucedo, mencionó que cuando murió Pedro Infante, el 15 de abril de 1957, pasaron en las pantallas de este cine como cuatro películas del actor y cantante nacido en el estado de Sinaloa el 18 de noviembre de 1917, protagonista de cintas como Nosotros los pobres, Ustedes los ricos, Pepe el toro entre otras, “las vi todas, también me tocó que mi papá me llevará a lucha libre era como algunos ‘cine de piojito’ pero no importaba yo acudía seguido”.

Para 1977, el local que ocupó primero el cine Olímpico y después la Arena de Lucha Libre de Carlos “Gorila” Ramos albergó un supermercado de la Conasupo, para convertirse al final de la década de los ochenta, principios de los noventa en la pista de baile Stelaris, para después volver a ser tienda de autoservicio del ISSSTE, hoy es un supermercado. / ESPACIO LIBRE

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