El fascismo acelera el paso en México

Sin duda deben encenderse las alarmas de la 4T

Opinión12 de octubre de 2022 Daniel Antonio Lara Palacios

FASCISMO WEB

LOS DISCURSOS DE LA OPOSICIÓN al gobierno de la Cuarta Transformación Nacional: la 4T, han ido escalando en intensidad. Como nunca antes en la historia del país, hay una presencia de la extrema derecha en los medios de comunicación y en las bancadas opositoras del Congreso de la Unión, sobre todo las del Partido Acción Nacional: el PAN, que, en su ala más radical, han perdido el pudor y se desenmascaran en sus intervenciones en el pleno de ambas cámaras legislativas.

Sin duda esto debe encender las alarmas no sólo al interior de la 4T, sino en la sociedad mexicana en general. Hay palabras de violencia política que si se permiten, se solapan o se dejan pasar, pueden dar un salto del discurso de odio a las acciones violentas que caracterizan a la ultraderecha. Así se impuso el fascismo de Hitler en Alemania, de Mussolini en Italia, de Franco en España, de Pinochet en Chile, y un sinfín de ejemplos.

El discurso del fascismo entra en las sociedades de forma inadvertida, primero se personaliza, después se escoge un grupo de personas a las que sistemáticamente se culpa de todos los problemas a las que con el paso del tiempo se comienza a deshumanizar, usando adjetivos muy ofensivos para referirse a ellos. Judíos, comunistas, progresistas y disidentes intelectuales fueron llamados de las peores formas durante los distintos regímenes fascistas del siglo pasado.

Por eso no resulta sorpresivo que el magnate creador de la alianza recientemente disuelta Va X México: Claudio X. González Guajardo, haya planteado lo siguiente: “La llamada 4T, una gran farsa, acabará mal, muy mal. Hay que tomar nota de todos aquellos que, por acción o por omisión, alentaron las acciones y hechos de la actual administración y lastimaron a México. Que no se olvide quien se puso del lado del autoritarismo populista y destructor.”

Más allá de las falsedades en lo expresado por el patrón del PRIAN, lo preocupante es la idea de hacer una ‘lista negra’ de los que no piensan como él y a los que considera enemigos para, como en la Alemania nazi, en caso de llegar al poder emprender la venganza; si no, ¿qué sentido tendría hacer una lista de esas características?

La muestra está dada en los medios. Cómo olvidar cuando el intelectualoide Francisco Martín Moreno dijo en una entrevista radiofónica: “Yo por eso propongo que si se pudiera regresar a la época de la Inquisición yo colgaba a cada uno, no colgaba, quemaba vivo a cada uno de los morenistas en el Zócalo capitalino, te lo juro”. Y otra frase más: “Quien vote por Morena será un traidor a la patria, porque si no se duelen tampoco los votantes por lo que está sucediendo en este país y votan por ellos, habrán perdido el derecho a quejarse y serán iguales que ellos, que cada uno de los morenistas”.

Es por eso que con este discurso por supuesto que no tienen cabida en un debate serio, sólo se convierten en una caja de resonancia de gente que ya piensa de esa manera y no ve mal que se expresen este tipo de ideas, que son barbáricas y bajo ninguna circunstancia deberían ser celebradas y mucho menos replicadas en la prensa si no es para rechazarlas y condenarlas.

Son estos mismos los que todos los días en sus medios hablan de una dictadura, curiosamente, se les olvida que en las dictaduras lo primero que se pierde es la libertad de expresión, de la que gozan libertinamente los que se han dedicado las últimas dos décadas, y con más fuerza desde 2018, a denostar al presidente Andrés Manuel López Obrador y sus simpatizantes. No les interesa la democracia, ni el pueblo, su cometido es el poder y no para servir, sino para servirse. Si no fuera así, buscarían congraciarse con los mexicanos, no ofenderlos. Es como si el marido golpeador tratara de regresar con su mujer dándole otro chingadazo.

Morenacos, solovinos, pejezombies, arrastrados, huevones, muertos de hambre, son sólo algunas de las palabras más usadas en redes sociales para referirse a quienes simpatizan con AMLO y forman parte del clasismo internalizado en un sector de la población, pequeño pero muy ruidoso e identificado con ideas de derecha.

Es por eso que no resulta sorprendente lo dicho por la senadora panista Lilly Téllez, quien expresó palabras de una bajeza no sólo intelectual, sino bajeza humana, al referirse a sus compañeros senadores de la bancada de Morena como “perros”, “hienas”, “personas de mala entraña”, “mascotas detrás del hueso y las croquetas”. Esos dichos hablan más de ella que de quienes pretende ofender; empero, no dejan de ser peligrosos ya que alimentan la hoguera del discurso fascista que busca que un fanático enajenado intente un magnicidio, como ocurrió recientemente en la Argentina contra la vicepresidente progresista Cristina Fernández de Kirchner, o que se exalten los ánimos en las protestas, porque la derecha apuesta por el autoritarismo y la violencia.

Lo más triste de todo es que la senadora Téllez llegó a su escaño gracias a la ola obradorista en 2018; se trata de una traición anunciada, por ser una ferviente aplaudidora del expresidente emblema de la corrupción Enrique Peña Nieto. Por eso es importante que el movimiento cierre las puertas; no se puede dejar entrar a todos porque ya era conocida su simpatía por la derecha.

En este tenor, y ante el avance de movimientos progresistas por toda Latinoamérica, los partidarios de la derecha han estado buscando formar bloques trasnacionales con la férrea defensa de posturas radicales. Como manera de ejercer influencia y apoyo, el líder del partido de ultraderecha fascista español Vox, Santiago Abascal, y su comitiva fueron invitados por la bancada panista del Senado de la República, gracias a que ellos son fuertes defensores del catolicismo de Estado, la familia tradicional, enemigos de cualquier expresión homosexual, promotores del colonialismo y de la monarquía.

Es aquí donde el PAN y su expresión más recalcitrante y que pertenece a la organización secreta El Yunque, encuentra su más grande coincidencia con los ultraderechistas españoles en la defensa de las compañías extrajeras que vienen a México a saquear los recursos naturales y a explotar la mano de obra mexicana.

Lo de la señora Téllez y sus correligionarios, lejos de servir a la construcción del debate democrático que demanda la sociedad para la solución de las grandes problemáticas del país —que, dicho sea de paso, fueron construidas por los gobiernos del PRIAN—, abona a una malsana polarización que a nadie beneficia más que a los que le apuestan a que la violencia escale en todos los estratos de la sociedad.

Debe entonces el ciudadano promedio politizarse más, entender lo que significan ese tipo de alocuciones desenfrenadas, de dónde vienen y a quién beneficia que el debate parezca salir del arrabal en lugar de la máxima tribuna legislativa del país. / ESPACIO LIBRE

Te puede interesar

Espacio Libre México

Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email