Contra la vida

Es así. Un día te levantas, ves que ya no es lo mismo, observas a tu alrededor y te ves totalmente solo y sin nadie que te acompañe en esas largas y duras tardes que pasan sin rumbo hasta que se vuelca la noche y no sabes que más hacer.

Cumpliste tu insaciable rutina, que tienes que alimentar día con día, sino te hace sentir que no haces lo que deberías, cuando deberías hacer lo que querías, no tendrá nada sentido, harás cosas que alimentan a todos menos a ti, cosas que les diste valor colectivo y que para todo son “especiales”.

Te la pasarás trabajando arduamente mientras olvidas cómo vivir, dejas pasar momentos inolvidables con tu familia, recordarás el pasado con alegría o un con un toque de nostalgia, pero sin embargo, todo esto te llevará a aprender a disfrutar todo lo que eres, todo lo que fuiste y todo lo que serás.

Amarás momentos inolvidables que pasaste a lado de personas inolvidables, no olvides nunca quién serás o quién eres, eso te será útil cuando estés perdido en la obscuridad de tus pensamientos y en lo negro y ácido de tu alma cuando está en conflicto.

Nunca dudes en ignorar lo agresivo que es tu mente pues ella es la única que sabe a lo que más temes, te dirá lo que no quieres escuchar y te hará sentir débil, podrás pelear con eso, pero será como ir contra la vida, así que solo vive y siente quien realmente eres.