Cuento / 1a. parte
He visto tus labios, los veo. Son arrecifes que se mantienen coloridos por el sabor de tu saliva que viaja como espumarajo entre las olas. Cosquillean tu paladar.
Pescas con tu úvula, carnada bendita que captura mis suspiros. Los más preciosos, los vives con los ojos con que te miro. Los más horribles y vergonzosos, pasan levemente entre bicúspides que arremeten con furia para atraparlos entre oscuros rincones que jamás volverán a ver.
La marea se alza entre mis piernas, sobre mi abdomen. Un tifón nace del estrago de tocar tus costas, de seducir cuanto rincón abisal te dibuja, de jalar de manera constante y con suavidad súbita tus hermosos cabellos.
En pocas palabras, mujer, eres un sueño marítimo, un hermoso destello inefable que surge entre la puesta de sol que besa a la luna cuando su capullo se torna de rosa. Cuando la noche besa la tarde, cuando tu cuerpo yace entre mis brazos. Sobre la arena, cómplice de nuestros besos.
Espacio Libre México
Los excesos que justifican a plenitud la reforma
Gobernador de Durango usa imitadora de Sheinbaum para promover sus programas
Los ridículos de un gobernador prianista
Jueza ‘notifica’ a Sheinbaum con QR sin contenido para que baje reforma judicial
Poder Judicial: Corrupción, nepotismo y ahora el ridículo
Cuento / 1a. parte
No hay razón ni para el enojo ni el odio: Sheinbaum
No se justifica paro laboral en Poder Judicial