Cuento / 1a. parte
Te juro mujer
que no vuelvo a ofenderte con mis besos
ni imaginarnos de la mano por alguna calle
ni a morderte despacito los hombros
mientras tú me pides que pare
cada vez menos convencida
mucho menos hurgar tu oído con mi lengua
Te juro que no vuelvo a incendiarte con mi aliento
con mis manos en tu cintura, quemándonos
ni morderte tus muslos
ni a decirte que te amo sin decírtelo
Te juro Sarah
que me voy callar este amor
con el que te estoy queriendo
no vuelvo ofenderte con palabra alguna de cariño
Cada gesto de ternura hacia ti
lo voy ahogar muy dentro
donde uno entierra lo más querido
Te juro Sarah
que no vuelvo a hacerte llorar
nunca más voy a beber esas lágrimas
con mi impía boca
ni a saciar en tus mejillas
el hambre de mis labios
Te juro Sarah, por mi madre muerta
que he de morir sin pronunciar tu nombre
aunque muerto estoy
desde que te lo estoy jurando
Mi boca será epitafio y olvido
será tumba de mi dolor
cementerio de mis besos
Palabra que no me verás
ni una lagrima arrancar a tus ojos
ni una súplica a mi boca surgir
Te he de llorar sin lágrimas
te he amar sin besarte
te he de pronunciar sin llamarte;
que es el peor de los suplicios
es infierno convertido en carne
Muerto he de vivir
mientras corazón tenga y sea tuyo
II
Y si de repente
una mañana me despierto
y descubro que eres lo único
que me importa en la vida
y me aferro a tu vientre
y me enredo en tu corazón
Yo no te prometo
morir de amor por ti
en cambio, te ofrezco
vivir para amarte
Y si nos amamos de tal manera
que el olvido no tenga cabida
Y si nos damos un abrazo
tan largo y profundo
que mis brazos sean tus alas
y tú corazón mi hogar
Yo no quiero otro hogar
que no sea tu corazón
Ni besar otros labios
que no sean los tuyos
Yo quiero despertarme en ti
y duermas acurrucada en mí
Yo lo que quiero es morirme contigo
y que vivas en mí
Lo que quiero, muchacha hermosa
es amarte sin reservas ni pasado
Amarte como se ama a la mujer
que Dios nos ha destinado
III
Mi hermosa señora.
Sé que soy paria.
Qué soy un nadie.
Pero desde día en que la conocí.
De esa tarde en qué me cegó su belleza, no he vuelto a sonreír.
Usted, Sarah, se llevó de golpe, mi corazón y risas.
Se llevó la inocencia del mar y el canto de las golondrinas.
Y no sé qué hacer con este amor desbordado que ya no puedo contener.
Necesito verte.
Necesito comer de tu vientre.
Necesito besarte con el hambre del primer beso.
Usted Sarah, se ha convertido en la única razón del latir de este corazón.
Y su cuerpo, es mi pasión y locura.
Ya no me hagas sufrir así, flaka, ten corazón y refúgiame en tu vientre.
Mi amada y santa niña.
Te amo Sarah Martha
Mira cómo me tienes Sarah, escuchando canciones de amor por ti.
Debería darte un poquito de pena haber puesto de rodillas a este gitano indomable.
Yo te amo pa todas las noches que nos reste.
Yo no quiero tener algo contigo, yo quiero tenerlo todo contigo.
Yo quiero que te cases conmigo.
Yo quiero amarte.
Ya no quiero a nadie más que a ti, mi flakita.
Yo quiero lo bueno y malo contigo.
Amarte en la salud y en la enfermedad.
Mira cómo tienes Sarah, escuchando a Luis Miguel.
Escribiéndote que eres la luz de mi corazón.
Ven a darme la vida con un beso de tus labios.
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