Suprema Corte de Justicia, aliada de la delincuencia

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se ha convertido en una élite de abogados que se les denomina como la “élite dorada de la burocracia”; de por sí desde hace muchos años los abogados no gozan de la credibilidad que tienen otras profesiones.

Desgraciadamente el cuerpo de leyes que tienen que aplicar están elaboradas para que tengan varias interpretaciones y eso da lugar a que los miembros del poder en cuestión, apliquen criterios contrarios al interés público y ahora hasta del interés del Estado Mexicano.

Podríamos decir que por negligencia o ignorancia actúan en el siglo XXI como lo vienen haciendo. Pero no, no actúan con criterio jurídico sino con criterio político y es que son personalidades que traen una historia de fraudes y complicidades.

Desde hace mucho tiempo el Poder Judicial está totalmente desacreditado. Están actuando como desde el año 2000 con Fox, después con Calderón y en el sexenio de Peña Nieto. Cargan los ministros, jueces y otras personalidades con una serie de delitos y de impunidad no comparables con otros sexenios y menos en el presente.

Las omisiones y la trasgresión de los procedimientos para hacer justicia, ya no corresponden a un Estado de Derecho, sino todo lo contrario. El Estado Mexicano debe buscar el equilibrio.

Los últimos acontecimientos donde se han visto envueltos, los hace cómplices de los delincuentes, traidores a la patria, romper principios y pretender hacer que fracase la colaboración entre los Poderes de la Unión.

Esto que está sucediendo, tiene un nombre y se le denomina “intento de romper con el orden constitucional” y merece la más enérgica condena de todos los ciudadanos mexicanos.

La postura de la SCJN y de su presidente, Norma Piña, y ocho de sus magistrados se han prestado a colaborar con los injerencistas de E.U.A. que buscan debilitar instituciones y debilitar a las fuerzas armadas del país, como lo han estado haciendo las fuerzas regresivas de México.

Se están escribiendo páginas como cuando Santa Ana traicionó a México, como cuando Huerta asesinó a Madero y Pino Suárez, como cuando los conservadores trajeron a Maximiliano para sacar a Juárez del poder.

La Suprema Corte quiere que la anarquía reine en México. Pero los mexicanos no lo vamos a permitir porque AMLO no está solo, tiene más de 30 millones de compatriotas atentos a que la reacción no logre sus propósitos.

Que la Suprema Corte se elija como los demás poderes en 2024.