8 de Marzo: Mujeres admirables y mujeres miserables

Los casos vergonzosos de Norma Piña, Isabel Miranda Torres, Rosario Robles, Elba Esther Gordillo... Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres. Rosa Luxemburgo

Opinión 06 de marzo de 2023 Patricia Barba Ávila

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Inicio esta reflexión inspirada en el Día Internacional de la Mujer con una de las frases más notables de una mujer excepcional, Rosa Luxemburgo, que representa una de las mejores exponentes de lo que la lucha por la emancipación femenina debe impulsar: la reivindicación de la igualdad de derechos de todos los integrantes de la sociedad: mujeres y hombres, para así consolidar un estado auténticamente democrático y justo.

Una de las características que han distinguido el activismo de un sector del feminismo ha sido la promoción de la división social y una malentendida “superioridad” moral de las mujeres sobre los hombres, aunada a manifestaciones de violencia y animadversión contra miembros del género masculino que han incluido hasta agresiones contra perros, además de ataques en contra de mujeres policías que, por cierto, ni siquiera se atrevieron a responder a sus atacantes. Lamentablemente, esta interpretación errónea de lo que debe ser la lucha por la reivindicación de los derechos de la mujer, no se limita a estas acciones a todas luces violatorias del marco legal y los derechos de terceros, sino a la conducta delictiva de personajes de la vida pública que a continuación describo:

Elba Esther Gordillo, la archi-corrupta líder del SNTE por muchos años y activa partícipe en el fraude de 2006; Margarita Zavala, consorte y cómplice del narco-presidente Felipe Calderón y beneficiaria de la escandalosa corrupción que incluyó la muerte de 49 niños en el incendio de la Guardería ABC; Isabel Miranda Torres (antes de Wallace) empoderada en el sexenio de Vicente Fox y fabricante de atrocidades como el infame “Caso Wallace” mediante el cual privó de la libertad, torturó y difamó a 8 inocentes al tiempo que sus compadres, el narco-Secretario García Luna, su jefe, #Borolas y su narco-partido, el PAN, la postularon para la Jefatura de Gobierno del D.F. en 2012;  Norma Lucía Piña, la hoy presidente de la SCJN que ha fomentado a grados inconcebibles la ya escandalosa corrupción de este poder al permitir la liberación de las cuentas de la esposa de García Luna, además de la protección del narco-gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, la exoneración de la delincuente Rosario Robles, acusada por perpetrar la Estafa Maestra con la que desapareció 5 mil millones de dólares cuando era funcionaria del gobierno de Enrique Peña Nieto. La ministra Piña, designada por cierto, por Peña Nieto en 2015 para la Suprema Corte, igualmente se ha caracterizado por su clara postura en contra de las iniciativas de la 4T.  

Podría seguir nombrando a auténticas traidoras no sólo de su propio género sino del pueblo, pero como la lista es bastante larga, me detengo aquí y subrayo que para defender la igualdad de derechos entre hombres y mujeres no sólo basta pronunciar discursos sobrados de feminismo simulador y hueco de sustancia, sino que es necesario hacerlo con hechos y decisiones que hablan más que las palabras y que muestran la congruencia entre el decir y el hacer de gigantes de nuestra historia remota y reciente como los siguientes ejemplos luminosos de grandeza:

Leona Vicario, destacada periodista e impulsora de la lucha por la independencia de México, financiando con su propia fortuna al movimiento insurgente; Manuelita Sáenz, política y militar ecuatoriana que luchó junto con El Libertador Simón Bolívar por la independencia de América Latina y la conformación de la Patria Grande; Rosa Luxemburgo, brillante filósofa y teórica marxista, promotora del movimiento socialista por los derechos de los trabajadores; Aideé Santamaría, miembro del Movimiento “26 de Julio” cubano que apoyaría la triunfante Revolución Cubana en 1959; las hermanas Mirabal, María Teresa, Minerva y Patria conocidas como “Las Mariposas” que lucharon contra la dictadura de Leónidas Trujillo en República Dominicana; la actual Vicepresidente de Colombia, Francia Márquez, abogada y activista medioambiental y defensora de derechos humanos. Hay más ejemplos luminosos de lo que significa la auténtica reivindicación de las capacidades y compromiso de mujeres que han entregado lo mejor de sí al amplio movimiento por la justicia para todos sin excepción.

Algo que siempre será relevante precisar es que valores como la honestidad, la entereza y el amor por la Patria, entendiéndose esta como el conjunto de seres humanos que habitan un país, no son prerrogativas de un género, sino el resultado del cultivo de cualidades que contribuyen a la lucha por la justicia social y la igualdad de derechos. Todo lo demás corresponde al uso faccioso del feminismo mal entendido para justificar corruptelas y la defensa de una élite depredadora que añora regresar por sus fueros al paraíso de impunidad que existió en sexenios pasados y que tanto mujeres como hombres libres quisimos dejar atrás aquél histórico 1 de julio de 2018. Mujeres que, a la par de hombres, comprendemos con claridad que los esfuerzos por el respeto hacia los derechos de ambos géneros son el pilar para la consecución de la auténtica democracia, el gobierno del pueblo y, definitivamente, no son exclusividad ni bandera de una corriente ultrafeminista divorciada de la dignidad propia y de sus congéneres.

Hago votos porque las mujeres que sumamos nuestra actividad emancipadora a la de los hombres y que aspiramos a cristalizar la Cuarta Transformación como ariete para la integración de la Patria Grande, logremos esta cara aspiración inspirándonos siempre en los luminosos ejemplos de gigantes del verdadero feminismo en nuestra América y el mundo.

 

Abajo el Estado terrorista; viva la lucha revolucionaria del pueblo. Francia Márquez Mina

 

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