Córdova y Murayama con el PRIAN

La situación se ha puesto más tensa, se hace claro que los consejeros más visibles del Instituto Nacional Electoral (INE), Ciro Murayama y Lorenzo Córdova Vianello, tienen las firmes intenciones de dar su respaldo con mayor decisión al bando opositor al presidente Andrés Manuel López Obrador, la acción de los dos cada vez se ve más coordinada con Claudio X. González Guajardo y su membrete opositor, Va X México, eufemismo para referirse al desprestigiado PRIANRD.

La confrontación no solo desenmascara a los liderazgos de la autoridad electoral en sus facciosos actos, sino que da la oportunidad a los que todavía tenían dudas de la parcialidad del árbitro, de darse cuenta que el triunfo de AMLO no se dio gracias a INE sino a pesar de él, que los dados de la democracia mexicana están cargados de origen porque los consejeros responden a los intereses de la derecha.

El colmo del descaro son las palabras del consejero presidente, Lorenzo Córdova, refiriéndose al pueblo de México: “La democracia no está en el ADN de la sociedad mexicana” y que pretende ponerlos a ellos, la autoridad electoral, como garantes únicos de la democracia, casi como si los mexicanos no supieran controlar su propio destino y necesitaran la sapiencia de la abaratada intelectualidad a la que Ciro y Lorenzo representan para dictar los destinos de la patria.

Es escandaloso que el árbitro electoral no solo no sancione las conductas indebidas del PRIANRD sino que las aliente y solape, pero apenas hay oportunidad se pone a echar pleito con Morena y el Presidente y ahí sí, le salen los dientes y vigila y resguarda como perro rabioso los intereses opositores.

Pretende la muy desgastada oposición colgarse de la ya poca legitimidad que le queda al INE para adjudicarse la bandera de demócratas, y tratar de utilizar a los consejeros que se van en abril como misiles teledirigidos para tratar de desprestigiar al Presidente y a la transformación que él encabeza con el respaldo de la mayoría del pueblo de México; no se dan cuenta que el país ya cambió, que los mexicanos los desprecian por tramposos y tendenciosos, que la democracia no está en manos de la burocracia dorada electoral, sino que reside en última instancia en el pueblo que hoy está más informado.

Los ataques cada vez más estridentes al movimiento que llevó a AMLO a la presidencia por parte de los consejeros del INE, representan también la única carta que le queda a la oposición para ganar algunos puntos en las próximas elecciones, la triste oposición ya no depende de las simpatías que pueda generar sino de una autoridad electoral que ya se puso los guantes para golpear al Presidente y a todo lo que huela a izquierda.

Ojalá que los que lleguen a ocupar los puestos que dejarán los consejeros defensores de la oposición, de verdad se dediquen a defender la democracia, no se trata de imponer personas que defiendan la voluntad del gobierno, como hicieron los neoliberales, sino de que sean perfiles con verdadera vocación democrática con la mayor imparcialidad, sin estridencias y sin tomar partido por una corriente política.