Rasgos del Presidente AMLO

Los pueblos latinos como México son cálidos, sencillos y humildes, no necesitan de nada para exteriorizar sus sentimientos y gratitud, me refiero a la gente sencilla y humilde o común y corriente, aquellos que no aspiran a enriquecerse, ni a pensar en fortunas, no son ambiciosos en concreto, me refiero al pueblo mexicano.

Este pueblo que es donde se encuentran las raíces de nuestra raza con pasado glorioso, los que nos dan identidad, la raza de bronce: indígena. Dichos señoríos tuvieron hasta antes de la conquista europea, grandes atributos y aportaciones a la cultura universal. De ellos provienen Juárez, Ignacio Ramírez, I. Manuel Altamirano, Cuauhtémoc, incluyendo a Francisco Zarco de Durango. Ellos sentaron bases para que nuestra República sepultara a los conquistadores y a las religiones que creían que siempre el indígena tenía que vivir engañado.

Aunque hubo un negro periodo en el Siglo XIX donde surgió un caudillo oaxaqueño que tenía dos facetas: Una, de gran guerrero y la otra de dictador, que finalmente los alzados de la revolución de 1910 lo expatriaron, abriéndose la posibilidad de un México nuevo y libre. Desde 1910 a 2018 sólo hubo un Presidente popular, Lázaro Cárdenas, quien empezó a materializar las banderas de la Revolución Mexicana.

En el Siglo XX entramos a depender de los norteamericanos, salvo la excepción anotada. De 1982 a 2018 los gobiernos mexicanos adoptaron políticas neoliberales que sometieron más a nuestro país y quedamos a merced de los grandes capitales financieros de Europa y E.U.A.

Con la elección federal de 2018 se cerró un capítulo de dependencia y se abre otro con un gobierno popular y democrático encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que con el apoyo de más de 30 millones de votos cambia radicalmente las formas de hacer política. Ya no más concesiones para los emisarios del pasado, ni panistas y otros. Ya se puso alto a las influencias, a los grupos de poder de todo tipo, que eran sencillamente los dueños del capital, los dueños de la política, los dueños de las empresas, los que dominaban todo el escenario de lo social, hasta la prensa mercantilista y falsa, controlaron el crimen organizado y lograron adueñarse hasta de vidas y destinos de todos los mexicanos. Y saquearon todas las riquezas de México.

AMLO es un hito en la historia moderna. Está saldando la deuda con los trabajadores del país. Combate la corrupción con estrategias inteligentes, está reformando la Constitución para beneficio de las mayorías, ha aumentado los salarios de la clase trabajadora en más de un 80% en cuatro años de gobierno. Está haciendo obras de infraestructura en el sur y sureste de la Patria. Ha aumentado los periodos vacacionales sustancialmente, sigue incrementando las pensiones para los adultos mayores, la beca para los estudiantes, los programas sociales de Sembrando Vida y está capacitando a los jóvenes marginados que no tienen ni estudios ni trabajo, sigue ayudando a las madres solteras, en síntesis ha creado una política de bienestar en todo México, para todos los que la necesitan. A diario recibe ataques de la oposición, de los empresarios, de los medios de comunicación, en términos más claros de los dueños del capital nacional y hasta extranjero. En política exterior, revivió la Doctrina Estrada.

Siendo blanco de ataques furibundos, de falsedades, de atropellos, se muestra ecuánime y trata a sus adversarios con inteligencia y madurez, en fin, creo que llegó al poder un hombre fuera de serie, conocedor, pacífico. Que no lo perturban los acelerados de la derecha y lo más importante de todo es que sea un hombre que utiliza el diálogo para resolver controversias que ha ampliado el clima de libertades y derechos.

Este hombre no utiliza el poder para ponerse por encima de nadie, por el contrario, lo repite con frecuencia: “obedecer mandando”, y por eso sigue creciendo su popularidad e influencia, y a nivel internacional lo consideran uno de los mejores mandatarios del mundo.

Él dijo al principio de su sexenio, “yo sólo quiero trascender y estar en la historia”. Y ha hecho suyos tres principios de orden moral: no traicionar, no mentir, no robar, que son muy antiguos pero que practicándolos tienen un valor extraordinario.

La 4T sigue profundizándose y México encuentra caminos ya olvidados y continúa la recuperación de este gran pueblo.