Que el PRIAN puede ganar en 2024

Los delirios de López Pescador y Gina Campuzano

Opinión 20 de junio de 2023 JORGE LUIS JUÁREZ MARTÍNEZ

web prian

Después de la derrota electoral del PRI y del PAN en el Estado de México el pasado 6 de junio, algunos de sus protagonistas en provincia se ciegan ante los avances de la Cuarta Transformación y lanzan peroratas a la desesperada en busca de una narrativa que justifique su mediocridad, de cara a las elecciones presidenciales del 2024.

En el caso de Durango, el primero que saltó a justificar la derrota sin que nadie se lo preguntara fue Ricardo López Pescador, quien recordó que en el 2017 Morena y Delfina perdieron la elección frente a Del Mazo. Algo prácticamente absurdo, es decir, el PAN puede ganar en el 2024 porque Vicente Fox ganó en el 2000.

Lo gracioso es que, después del 6 de junio, Acción Nacional sacó del panteón político a Fox y fue la cara de los spots en los últimos días, increíble. Eso sí, López Pescador toma el triunfo del PRI en Coahuila como si se tratara de un proceso democrático ejemplar. Como si las redes clientelares de los Moreira y Riquelme jugaran limpio en el plano electoral. De pena ajena presumir los triunfos de los dinosaurios coahuilenses pero en la parafernalia priísta es lo común, presumir su genealogía política y su mapachería electoral.

Y esta semana, Gina Campuzano señaló que Morena no ganará la elección del próximo año. Incluso, de manera patética, comentó que Adán Augusto deberá garantizar cumplir con los acuerdos en Durango entre el gobierno estatal y el federal, luego de que el tabasqueño renunciara para buscar la candidatura presidencial.

Y es que se le olvida a la diputada, que fue el mismo Adán Augusto el que salvó a la administración panista de Aispuro y Villegas en la transición, con el apoyo económico extra de más de 300 millones de pesos luego de que ambos se pelearan y no supieran cómo responder ante las demandas del magisterio local y de la misma UJED.

En los dos casos, tanto como el de López Pescador y el de Campuzano, la apuesta es justificar la derrota y maquillar el futuro trágico de la oposición. En Durango es fácil hacerlo por el durangocentrismo que predomina en la clase política local. Es decir, Durango como centro del universo para hacer y deshacer, sin consecuencia alguna.

El Durango de los suicidios, de la meningitis, de los puntos de venta, del nepotismo y de las redes clientelares en un mar de impunidad. De ahí lo valiente de sus declaraciones absurdas. Un estado como Durango que apenas es relevante en el 1.2 % del padrón nacional, cooptado por una clase política que no ve más allá de su desierto y de sus privilegios heredados.

Sin embargo, dicha soberbia le alcanza para cooptar y sobornar al menos lo suficiente para retener el poder. Y la resistencia, que debería ser encabezada por Morena, está mimetizada con el PRI local.

Son tiempos aciagos para Durango. Su clase política dominante seguirá al amparo del nepotismo y favores personales. Campuzano habla de la descomposición social por el crimen organizado como si el Genaro García Luna no hubiera tejido su red de poder mediante el apoyo de los panistas de primera línea como Felipe Calderón y compañía.  

Y para tener eco, sus portales porristas en redes sociales publican sus delirios. La paradoja es que la ciudadanía parece estar atada bajo sus designios. Y esa es la tragedia real de los duranguenses: sujetarse a la voluntad de una clase política local mediocre y al mismo tiempo, vividora. Duranghetto es el concepto que acuña Jesús Marín para un lugar sin esperanza y desafortunadamente está más vigente que nunca.

Te puede interesar

Espacio Libre México

Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email