Concluyó Festival Ricardo Castro y lo más sobresaliente: el obsceno pago de $8 mdp a Pepe Aguilar

Recuento del gobierno fallido de Toñín: aumentos al predial, agua, fraude de Blinkay y 'perronas'

Local 17 de abril de 2023 MARTÍN M. GONZÁLEZ

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El Festival Ricardo Castro ha terminado, sobresaliendo el obsceno pago de ocho millones de pesos por un concierto de dos horas, concierto deslucido, sin aforo de gente. Aburrido. Un espectáculo charro que nada tiene que ver con el espíritu de música clásica de Ricardo Castro.

Un aire fresco en la ciudad en la cultura alacranera, pese a los obscenos contratos millonarios y burla descarada para los creadores locales que les pagarán una miseria y todavía les descuentan los impuestos.

El Festival Ricardo Castro comparado con el anterior Revueltas, ya organizado por el gobierno de Villegas, por el gatuno mediocre director del ICED, resultó muy superior, menos mediocre.

Un festival -en honor de Ricardo Castro, brillante pianista, compositor-, sin absolutamente nada de Ricardo Castro, solo el nombre, ni un concierto de su música, ni una placa con la biografía del músico.

El Festival Ricardo Castro será recordado por ser el festival de los nueve, cinco, ocho millones, que un municipio que se dice en quiebra, tuvo a bien a pagar a un cantante en declive como Pepe Aguilar, con dineros de los impuestos, de las mordidas, de las alzas al servicio del agua potable.

El festival bien debió llamarse las transas de Antonio Ochoa Rodríguez, hubiera quedado más a modo, este ratonil presidente municipal panista, con aspiraciones a un curul del Senado, catalogado en el ranking de los presidentes municipales del país como el 145 de 150 votados, es decir en los últimos lugares, ha salido uña y cola de rata, largas, y eso mucho qué decir, ya que hemos tenido “joyitas” como Ratalum -el ardido-, como Enríquez el megalómano, como el mismísimo Esteban Villegas. Y estos tres en raterías hicieron y deshicieron a su antojo, pero este Toño, les quedó grande.

Mi reconocimiento al Toñín chuleador y enculeador de los duranguenses, salió muy cabrón, muy centavero, cobra impuestos por cualquier pretexto, infla facturas, inventa rentas, realiza contratos millonarios en nombre de la cultura y renta lo que se le ponga enfrentito y le dé ganancias.

Al igual que Esteban Villegas tiene una corte muy bien pagada de chayoteros de la desinformación que lo alaban y le besan las garras de gárgola.

El excelente caricaturista Alfonso Cano Maa, compa y gran crítico de la corrupción, sintetizó en uno de sus cartones, las transas y corrupciones del Toñín. En seis meses de “arduo” trabajo, en complicidad con sus cabilderos, ha hincado el diente en la ya devastada economía del duranguense: el fraude de los estacionómetros Blinkay -denunciado por Espacio Libre-, las patrullas y camionetas  perronas rentadas a un millón 300 mil pesos por dos años y que serán devueltas. Una camioneta nueva cuesta 700 u 800 mil pesos nuevecita. ¿Cuánto fue el moche? No ha aclarado porqué es mejor rentarlas y no comprarlas y a quién se las rentó.

El voraz aumento de Toñín Rodríguez en los recibos de agua, en alterar los cobros del predial. Aumento de las licencias de manejar y pagos de impuestos para obtenerlas. El recibo de agua se paga, tengas agua o no, se pagan igual, con 20% de aumento. Pagas tu recibo o a beber de los charcos o esperar a que llueva.

Donde de plano si se vio muy lángaro fue en pagar los nueve o cinco y al final ocho millones de pesos, por un deslucido espectáculo de Pepe Aguilar, tanto que uno de sus máximos chayoteros, el chabuelo, tuvo que reconocer que fue un fiasco.

Antonio Ochoa Rodríguez debe explicar qué aporte cultural dejaron las dos horas de música ranchera que nos costó ocho millones y feriecita a los duranguenses. Tirar al drenaje ocho millones por dos horas, o de cuánto fue el moche, Don Antonio, eso es no tener madre.

Los retenes ilegales de los cuicos del Municipio, de Protección Ciudadana, para morder a diestra y siniestra a turistas locales y extranjeros. Puras mordidas perronas.

No conforme con la mordida directa, con la prepotencia y abuso policiaco, pretende instalar la mordida electrónica con foto multas pomposamente llamados impuestos viales. A chingar y sacar billete, como sea y por donde sea.

Realmente Antonio Ochoa Rodríguez junta lanita para su campaña para Senador. Ya se ve el presidente municipal como Senador del PAN. Tendrá un fuerte rival en la candidatura del doctor Aispurrio, rata mayor de los 24 mil millones. El narco Partido de Acción Nacional tiene una difícil decisión.

Estaremos atentos a ver de dónde inventa más impuestos, más cobros.

Puede poner retenes para cobrar por acceder a la ciudad. Puedes cobrarnos por respirar y ser duranguenses. Cobrar por sentarse en la Plaza. Cobrar por entrar en las oficinas administrativas de cualquier dependencia municipal, a pagar recibos y multas. Multarnos por ser feos. Multarnos por ser gordos. Cobrar por no chulearlo. Cobrarnos por enculear a los duranguenses.

 Y desde aquí le damos nuestro más sentido pésame al presidente municipal, se le cayó el negocito de cerca de 30 millones que traía en mente. El culpable fue don Javier López, Chabelo (RIP). Toñín pensaba traer a Chabelo para el Día del Niño y pagarle 30 millones por el espectáculo del “amigo de los niños”. Ni modo Antonio, te ganó la parca. Se quedó saboreando el moche.

 

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