Si se acaba el PRI, nos vamos a Durango

El partido en extinción perderá Estado de México, su último bastión fuerte

Local27 de marzo de 2023 MARTÍN M. GONZÁLEZ

web pri

Un viejo adagio en la política tradicional mexicana decía: “si se acaba el PRI, nos vamos a durango”. Durango, cien por ciento priísta desde los años treinta cuando nace el partido de la “rebolución” mexicana. Durango siempre fiel, al PRI y la Iglesia católica.

En Durango todo cambia para que las cosas sigan igual. Gobiernos vienen y gobiernos van. Y todos terminar con los gobernadores enriquecidos de manera brutal, sin culpables ni delitos. Y con los duranguenses cada vez más jodidos y pobres. En casi cien años de priísmo en Durango, no hay obra significativa. No hay industria. No hay turismo. Ni salarios dignos. No hay nada de lo que el PRI pueda presumir ni sentirse orgulloso.

A meses de que el PRI pierda al Estado de México, el último bastión poderoso que mantiene financieramente a los priistas. Durango será la vergüenza nacional, como ya lo es en pobreza, desigualdad y atraso cultural, tendremos el nada honroso honor de ser el último estado priísta.

Por más publicidad y fotitos que Esteban Villegas exhiba. Por más chayote que suelte y escriban que su gobierno es eficiente y trasparente, Esteban es y será un producto directo de la corrupción del Partido Revolucionario Institucional. Esteban es un priísta en toda la ralea del término, apadrinado por los viejos dinosaurios como Ismael Hernández, Jorge Herrera. 

Esteban, en la más pura tradición de su partido tricolor, protege a capa y espada, contra evidencias e investigaciones, al otro priista disfrazado de panista, afiliado al narcopartido del PAN. Ampara y apapacha al doctor José Rosas Aispurio, su antecesor como gobernador.

Es un hecho concreto y real que protege a Aispurio, lo cobija de su desfalco millonario de 24 mil millones de pesos y conforme se escarbe, saldrán más desfalcos. Lo acaba de blindar, al cerrar el caso de meningitis, presentar culpables menores, chivos expiatorios. 

Villegas, ¿estás ciego o sufres laguna retraso mental?, el principal responsable de los asesinatos de meningitis, es tu compadrito del alma, Aispurito. 

Villegas, al protegerlo te haces cómplice. Aunque te duela en tu amor filial por el werito, es el autor intelectual de esas treinta cinco personas asesinadas, todas duranguenses, asesinadas por la negligencia, por la corrupción de Rosas Aispurio, al nombra de manera criminal a su compadre Joaquín “N” al frente de organismo que debía regular a los hospitales, regular las acciones de sanidad y medicamentos. Aispurio nombró a un sujeto sin preparación, sin ética, sin peritación, sin título médico. 

Lo que sucedió, la crisis de la meningitis, es en consecuencia de este nombramiento, es responsabilidad de Aispurio, por más que tú, Esteban Villegas, montes circos de las detenciones y hagas espectaculares ruedas de prensa con la fiscal, con los medios corporativos chayoteros. No callarás la indignación y dolor de los deudos de las mujeres asesinadas. No callarás la orfandad de los hijos que nunca conocerán el amor de sus madres, porque un cobarde ex gobernador nombró a otro cobarde en el puesto. Y otro gobernador aún más cobarde, se lava las manos y deja libre e impune a Rosas Aispurio.

Esteban, podrás adornar, chulear tu imagen. Esteban, besarás bebés, abrazar ancianitas, rescatar a gatitos de los árboles. Subir miles de fotos, miles de elogios, pero nunca podrás quitarte el estigma de ser un cobarde por no ir por el exgobernador que más daño a causado a Durango. Y vaya que son palabras mayores ante la caterva de ratas y dictadores que hemos tenido como gobernadores. Hemos sufrido los latrocinios de los ismaeles, los herreras calderas, y los de rosas. Y en un futuro los de los Villegas.

El exgobernador a quien proteges se llama José Rosas Aispurio. Él desfalcó las finanzas de Durango, a los sindicatos y cámaras empresariales, robó hasta los excusados de la feria. Provocó la crisis de la meningitis, los treinta y cinco asesinatos de estado de mujeres duranguenses. 

El único ciego y sordo, eres tú Villegas. Eres su cómplice. Lo proteges y lo defiendes. Ya será la historia quien te condene. En casi seis meses de tu gobierno, eres el gobernador más cobarde y solapador que hemos tenido en Durango.  

 

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