Con Esteban Villegas, Durango de mal en peor

A seis meses, no da señales de que pueda con la responsabilidad

Local12 de marzo de 2023 SERGIO O. DELGADO SOTO

esteban web

Antes de entrar en materia, hago saber a quienes son aquí apasionados del bolero que no fue el Tribunal de Justicia Administrativa (TJA), al que primero apelé, sino la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) la que a los incondicionales de Lauro Arce Gallegos en los institutos de cultura estatal y municipal (ICED e IMAC) los hizo desistir de su infame propósito de borrar de la cartelera cultural de esta ciudad capital a Los Reyes de la Serenata, que fundara este servidor hace 23 años y que ha hecho por el bolero y quienes mejor lo interpretan -los tríos y cuartetos callejeros- lo que nunca antes en la historia musical de Durango. Vaya pues nuestro reconocimiento, no al abogado del TJA, el Lic. José Nevárez, que se la pasó jugando conmigo a las escondidas, sino al Lic. Enrique Martínez Gándara, que en la CEDH actuó con gran responsabilidad. 

Ahora sí, válgase la expresión, a lo que te truje chencha. 

A casi seis meses de haber tomado posesión de la gubernatura, Esteban Villegas sigue sin dar señales de que pueda con la responsabilidad, luego no es casual que en las redes y en las pláticas de sobremesa y de café sean cada día más los pronunciamientos en pro de la revocación de su mandato. Lógico: luego de tres sexenios en que los abusos de poder y la corrupción fueron mayúsculos y descarados, aguantar otro de las mismas características sería para nosotros, los ciudadanos, masoquismo en grado sumo y apostar a que Durango siga hundido en el atraso. Obvio que con unos partidos -incluidos los que se dicen de izquierda- que hoy están en manos de burócratas vividores de la política, demandar esa revocación y luchar jurídica y políticamente para hacerla realidad tendría que ser obra de un poder ciudadano que, a mi juicio, hoy en el Estado hay condiciones para construirlo.   

Como es del conocimiento público, Esteban está, a nivel nacional, entre los tres peores gobernadores calificados del país y de entrada por algo que la abrumadora mayoría de los durangueños no le aceptamos: que no asuma su responsabilidad CONSTITUCIONAL de proceder legalmente contra Aispuro y sus secuaces, empezando por la bribona de su mujer, que salió más larga que la cuaresma. Y acerca de esa renuencia de Esteban Villegas a cumplir con su deber, la explicación, a mi juicio, es doble: 1) en el PRI, a decir del periodista gringo Alan Riding, la corrupción es el engrudo y el lubricante de sus estructuras, de modo que ahí rifa eso de que “dos agujas no se pican”; y 2) de seguro que Aispuro le pagó muy bien a Esteban por garantizarle la impunidad y ponerlo en condiciones de hacerse de esa senaduría que le está ofreciendo el PAN y cuyo fuero lo eximiría por seis años de ser procesado. A esa misma curul y por si las moscas accedió, luego de terminar su mandato, solo que postulado por el PRI ya neoliberal, el súper ratón de Ismael Hernández Deras.

La última evidencia de que Esteban no quiere tocar ni con el pétalo de una rosa a su predecesor fue la interpretación que le dio a lo que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó como faltante de comprobar al gobierno de Aispuro de los recursos federales que recibió en el año de 2021. Según Esteban, si la ASF detectó eso, es a ella a la que corresponde llegar a la verdad sobre lo que está detrás de esa omisión y proceder según sea. Se equivoca el señor, porque una cosa es que las contribuciones federales, que las pagamos todos, las concentre el gobierno central y otra que quienes las reciben, los gobiernos estatales y municipales, no sean responsables de su correcta administración. Sólo así se entiende que mientras en Durango, donde la gubernatura, “haga sido como haiga sido”, la ganó el PRI, en Campeche y Tamaulipas, donde ganó MORENA, Layda Sansores y Américo Villarreal tengan en la mira de ser procesados por el mismo pecado a quienes les precedieron en el cargo: Alejandro Moreno Cárdenas y Francisco García Cabeza de Vaca respectivamente.

Ahora bien, haber hecho público Espacio Libre el sueldo mensual de Esteban Villegas, 203 mil pesos, muy por encima de lo que gana actualmente el Presidente de la República, provocó el enojo y atizó la desconfianza no solamente en él como gobernador, también en un congreso local que se pasó por “el arco del triunfo” lo que la Constitución establece: que ningún servidor público podrá ganar más que el titular del ejecutivo federal. Y como lo malo se pega, les hago saber también, amigos lectores, lo que muy recientemente publicó Fernando Miranda en su Razacero: que el primo hermano de Esteban Villegas, Lauro Arce Gallegos, que indebida e ilegalmente manda en los dos institutos de cultura (IMAC e ICED), como titular que es de la Feria Nacional de Durango (FENADU) presentó en Gómez Palacio a un intérprete de música vernácula muy de moda, Julión Álvarez, al que, según Lauro, se le pagaron ¡8 millones de pesos!, cuando este cantante lo más que cobra por actuación son 3 millones de pesos. ¿Dónde quedó la bolita?

¡Con esta clase de “amigos”, para qué diablos quiere el pueblo enemigos!

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