Terminó la Feria Nacional Durango: Opacidad financiera

Quedó a deber al arte, la cultura y el folclore

Local07 de agosto de 2024 Jesús Marín
feria web

Recién termina la ahora llamada Feria Nacional Durango ‘Pancho Villa’ y tal parece que las lluvias igual. El resultado: opacidad financiera, quedó a deber al arte y la cultura; lo lamentable: mientras el oficialismo declaró “saldo blanco”, la feria quedó enlutada tras el asesinato de un abogado duranguense de migrantes que cada año acudía a su tierra natal a estas festividades.

Y sigue la controversia, que fue una feria ad hoc a los gustos musicales, rancheros y culturales del organizador Lauro Arce y por tanto, de su pareja musical, el gobernador Esteban Villegas.

Que cobraron todo. Entonces para qué el presupuesto asignado para la cartelera desde antes de la feria. Si muchos de esos músicos ya estaban pagados, ¿para qué cobrar la entrada a la Velaria? Y según lo cerquita del escenario hasta mil 600 pesos y allá en las nubes hasta 300 varos. Si supone que es una fiesta popular donde los duranguenses disfrutamos otro año más de la fundación de la Villa.

No se explica el cobro y mucho menos se justifica. En el palenque siempre han cobrado. Es para los pesados, los de cadenas de oro y camionetas perronas último suspiro. En el palenque el billete a raudales, igual que los buchones y buchonas, con su bocana en la mano.

Falta que el par de primos explique por qué el 99.9% de los artistas de la cartelera eran de música regional. Música pesada mexicana. Artistas de relun-flor. Sin talento, música, voz ni gracia, pero de moda entre cierto sector que denigran a la mujer. Bajita la mano firmaron por millón y medio. Se aseguraron antes venir, o a poco venía a ver si sacaban taquilla y de ahí les daban su parte. No creo, son unos tarados para cantar pero ingenuos no son.

Hay que aclarar esos contratos, dónde quedó el presupuesto asignado a la FENADU y a su cartelera muy en especial. Aclarar cuánto varo habrá de ganancia porque sí hubo bastante gente comprando boletos. No nos vayan a salir que quedamos tablas y hasta hubo pérdidas. Lo menos que hubo fueron perdidas monetarias. U otra pérdida en copas, un niño extraviado por allá pero billetes a montón sí hubo. Quizá por este éxito económico presuman que la FENADU fue grande y única, la mejor de todas, pero quedaron mucho debiendo al arte y a la última, a nuestro folclore y tradición alacranera.

¿No sería mejor volver al esquema de un comité de feria y quitar todo el poder a un solo hombre? Un comité de hombres y mujeres respetables, de la sociedad, cultura y las empresas. Las preguntas ahí están.  ¿Habrá quien las responda?

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