El 2 de junio acabemos con las hienas del PRIAN

Los malvados y corruptos apuestan al olvido del tiempo. Esa es la política del Partido Revolucionario Institucional. Un partido bañado en sangre y masacres. Y en los últimos cuarenta años, el PAN se unió a estos crímenes de Estado. Crímenes contra el pueblo de nuestro país.

México mejor, crecimiento, desarrollo y una gran esperanza en el futuro. Va como nunca en su historia. Y cómo es posible que estos mexicanos, ciegos y odiadores prefieran apoyar la corrupción, el clasismo, los privilegios de unos cuantos, quieran votar para seguir siendo esclavos que lamen su yunta.

Esos trece o quince millones de mexicanos que parecen olvidar los ochenta años donde México fue sacrificado, saqueado por la riqueza de un puñado de oligarcas, de corruptos. Siguen ciegos de odio. Ciegos y sordos, defendiendo a quienes han prostituido la democracia, votarán por asesinos y ladrones.

Votarán por esos partidos que nos despojaron de todo, de derechos, de pensiones, de un trabajo digno, de salud y de sueños.

Antes de AMLO era un país sin esperanza ni futuro. Debemos votar para defender el país que ahora somos. Por nosotros, los más pobres, los más desvalidos.

Ningún mexicano consciente, inteligente, que ame a nuestro México deberá votar por Xóchitl Gálvez, representante de la clase política corrupta y asesina. Esos millones odiadores de AMLO, son traidores a la patria, al futuro. A nuestro futuro y de nuestros hijos y nietos.

Una dictadura perfecta, diría Vargas Llosa antes de ser expulsado del país, de mano de Octavo Paz y por órdenes directas del entonces presidente Carlos Salinas, el mandatario que desmanteló las empresas de los mexicanos, entregó y vendió el país a los extranjeros. Y se les olvida a los trece millones de esos odiadores.

Ernesto Zedillo con el Fobaproa endeudó por más de cincuenta años al obligar a pagar las deudas, los negocios de los banqueros y empresarios, al pueblo por varias generaciones. Y nuevamente el olvido de estos mexicanos odiadores.

Vicente Fox repartió el petróleo y la riqueza de la nación entre sus familiares y los empresarios, donde el verdadero poder presidencial fue la perversa Martha Sahagún, donde la magia y el vudú, fue la política de gobierno. Y nuevamente estos millones de odiadores prefieren olvidarlo.

Con Felipe Calderón, el sangriento, el país ordenó las masacres y el genocidio, la desaparición de miles de mexicanos. Calderón entregó al paso a los carteles, al narcotráfico siendo su jefe de seguridad Genaro García, el capo de capos, y Calderón su socio. Esos cientos de miles de mexicanos asesinados, enterrados en fosas clandestinos y desaparecidos, Calderón los llamó daño colateral. Y estos mexicanos odiadores prefieren ignorar su sangre y genocidio. Preferimos olvidar y mirar hacia otro lado. Seguir votando por sus asesinos.

Este dos de junio, debemos salir a votar por Claudia Sheinbaum para que sea nuestra presidenta. Debemos hacer realidad las encuestas y no confiarnos. Las hienas están heridas, pero aún son peligrosos. Este 2 de junio debemos acabar con las corruptos y asesinos del PRIAN.