Mercenario Cabildo de Durango impide Feria del Libro

Pretendían cobrar $11 mil por carpa de libros

Local 07 de mayo de 2024 JESÚS MARÍN

feria web

Leer es el más de los auténticos actos revolucionarios y libertarios. Leer es despertar a la mente, a la conciencia, al espíritu. Leer es sembrar las ideas y llevarlas a cualquier mente, a cualquier hombre. A la humanidad.

Desde que el hombre tomó conciencia de su ser, de su relación con el mundo y lo plasmó para su mortalidad y para preservarse en la tierra.

El invento más importante desde principio de la humanidad sucedió al descubrir la palabra y crear un vocabulario para plasmarlo por escrito. Y alcanzar la inmortalidad.

De ahí nace la cultura. Y florece la civilización. Es a partir del libro en que la civilización adquiere su conocimiento. Desde su aparición como especie inteligente, en la vida de los hombres, el hombre no ha dejado de trascender, de evolucionar.

Y el detonante es un aparatejo pequeño, indefenso, plagado de símbolos y hormiguitas que mancha un lienzo, un papel. Pero enciende al universo.

En sus primeros balbuceos, aparecieron escritos en imágenes en la prehistoria, en las paredes de las cuevas. Luego se curtían pieles. Y al dominar mayor tecnología, en papiros. Y nació el libro, el invento más revolucionario en la historia e histeria de la humanidad. El libro es la democracia perfecta.

El libro, esa memoria de más de cinco mil años de historia y conciencia. El libro es la memoria del mundo. El libro es y será, el sostén de las ideas y de las conciencias. Es resguardar la memoria de los tiempos.

Sí, este insípido folio de hojas, es la prueba de que somos seres inteligentes. Es gracias al libro que hemos conservado la conciencia y el conocimiento, la sabiduría y el crecimiento del hombre, que nos ha llevado hasta la luna.

En el libro se contienen las historias del mundo. Se conserva a la humanidad misma. El libro tiene los secretos de millones de ideas y pensamientos. Son las voces de hombres y mujeres, antiguos, presentes. Sin el libro el mundo no existirá como tal.

Es gracias a los libros, ese pequeño ser, que puedes llevar a cualquier parte, que acumulas. Lo disfrutas, aprendes, es un juego lúdico para tu mente y alma. Es el alimento del espíritu y la inteligencia.

Un país, una cultura, una ciudad se conoce por su literatura, por su pasión por los libros. Por su lectura y promoción.

Entre más se quiera dominar a un pueblo, se queman sus libros. Se prohíben sus libros y su difusión. Se copta su libertad y a leer.

Este pasado 23 de abril se celebró el día mundial del libro. Se le rindió homenaje. Se hicieron mesas de lecturas. Se leyeron poemitas y poemas. Leyeron sus obras los vates y las vatas, los poetas y poestrascos. Se regalaron libros.

Los funcionarios de la cultura oficial duranguense, hicieron sus actos, dentro su medianidad intelectual y poco apoyo de sus patrones.

Durango desde el inicio de este sexenio de Esteban Villegas y el trieno del alcalde José Antonio Ochoa, quedó más que claro que el arte y la cultura, no están ni estarán en sus prioridades. Es el brutal dinero y no la cultura lo que permea en los gobiernos del Prian.

Basta aumentar que el chulo Ochoa, borró de una firmita la desaparición del IMAC, acabó su programa editorial, castraron con los apoyos a los escritores y a la literatura duranguense.

Del Instituto Estatal de la Cultura tampoco se puede decir que existan proyectos de literatura. De mesas redondas, talleres de creación literaria.

La Sociedad de Escritores de Durango naufraga en este mar de desolación y desprecio por los libros y por sus escritores. Entre sus miedos de escribir y luchar por sus ideas y trabajo.

Por ello se entiende la actitud déspota y centavera del meretriz Cabildo, prohibió la feria en la última semana del mes de abril, a celebrar una feria del libro popular y de segunda mano, con una caravana de libros, una serie de carpas para ofrecer libros a los duranguenses.

Se iban a instalar durante una semana, allá, la feria del libro, perdida por las Alamedas, un sitio hasta donde el viento rehúye.

El Cabildo le cobraba a cada librero, a cada carpa instalada de mesas con libros, le cobraba la escandalosa cifra de 11 mil pesos por carpa. Once mil pesos para permitir que el ciudadano común puede adquirir libros y pueda soñar en la imaginación.

Señor Alcalde, ¿eso es promocionar la lectura? ¿Es darle oportunidad a los duranguenses su de adquirir literatura a precios económicos?

En Durango comprar un libro en una librería es casi imposible. Es casi un crimen contra la humanidad. Con la precaria situación. Leer o comer, es ahí el dilema en Durango.

Bajo qué argumento se quiere cobrar 11 mil pesos por carpa, ya no por toda la feria. 

El prostituido Cabildo se expone en toda su ambición y codicia. Se muestra la verdadera naturales de rapiña de este gobierno panista. Ya solamente les falta la quema de libros como sus camaradas los nazis.

Entre más ignorante se conserve la mente de un pueblo mejor se domestican y amansan. Entre más se evite que lean y adquieran libros, mejor se esclaviza a su gente. 

Se le entretiene con espectáculos masivos, donde pensar es un acto repulsivo para los gobernantes.

El libro, para estos gobiernos del Prian, es un arma peligrosa.

Te puede interesar

Espacio Libre México

Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email