El alcalde panista de Durango, enemigo de los artesanos

El alcalde panista de Durango, enemigo de los artesanos

Local13 de febrero de 2024 Martín M. González

artesanos web

Desde el principio de su chula gestión, el alcalde Antonio Ochoa, alias el chulo, alias lord huevos, alias Toñín el contratos oscuros y rentas mañosas, ha demostrado ser un panista de pura cepa. 

Para un alcalde centavero que nada más le importa el billete y ensalzar su imagen de macho alfa lomo plateado, fue muy raro que arrasara con todos los supuestos artesanos que invadían la Plaza de Armas, ya que desde las administraciones pasadas le dejaban muy buen billete al prostituido Cabildo.

Los permisos para la venta en la Plaza de Armas se otorgaban no para promover la artesanía duranguense ni nuestra identidad cultural en el arte y el quehacer artesanal. 

Eran permisos otorgados mediante el pago de buen billete, de moches por debajo del agua, para que gente ajena de Durango, proveniente de Oaxaca y Guerrero, pusieron sus carromatos por toda la Plaza de Armas, carromatos repletos de fayuca china, desde collarcitos, sombreros, bolsas, con la etiqueta ‘made in China’, dando una pésima imagen al centro histórico, anulando a los verdaderos artesanos. Apenas uno que otro artesano tepehuano y uno que otro creador de arte urbano.

En diciembre del año pasado, Toñito el chulo, ahora Toñito “el exterminador del arte y la cultura” “limpió” la Plaza de Armas, por feos, vulgares y prietos, porque afeaban el centro histórico ante la visita de los weros y europeos. No todos son tan “chulos” como tú, Toñito.

Los mandó a rechiflar a su madre, sin ofrecerles alternativas para ganarse el sustento, sin depurar el padrón de comerciantes fuereños de fayuca y dejar a los artesanos duranguenses. 

El Toñito como déspota y prepotente que es todo panista, agarró parejo como buen fascista, adorador de Hitler. No los mandó a los campos de concentración porque no los ha construido, pero ganas no le faltaron.

No le importa preservar y fomenta el arte y la artesanía para que los propios y los turistas, sepan que en Durango hay cultura.

“Lord Huevos” argumentando que manchan el centro histórico, los deportó allá donde ni el aire se para, en el descampado de las Alamedas y nomás con permiso de ponerse dos días al mes para ofrecer su artesanía, como si los otros 28 días restantes no comieran.

El alcalde no les ofrece una opción efectiva para ganarse su sagrado sustento. Como el chulo gana más de 130 mil pesos mensuales, más sus busquitas y transas, le importa un carajo el hambre ajena. No les crea un espacio digno y atrayente. Una magnifica elección sería el corredor de Constitución, pero es controlado por el ignorante de Lauro Arce.

En Durango, la poca artesanía que sobrevive ha sido olvidada desde hace décadas. Los pocos artesanos que sobreviven, aislados, sin apoyos ni difusión, sin un espacio digno para exponer su arte y la venta de sus creaciones. Durango no tiene una artesanía que nos represente como cultura a nivel nacional y ante el mundo.

La poca artesanía, son las obras de arte que las culturas y pueblos tepehuanos y huichol, han conservado, pese a la catástrofe cultural y de etnia, que han sufrido en su historia.

Los pocos verdaderos artesanos de Durango, escondidos en la sierra, en los municipios, son presentados en la feria de artesanos que el 19 de marzo, día de San José, día del artesano, se organiza casi por compromiso y por amor a las culturales populares y terquedad de algunos funcionarios de culturas populares en lugares donde se les permiten. 

Esta feria sí se congrega a verdaderos artesanos de Durango. Se ven a los tepehuanos, hombres y mujeres, mostrando sus chaquiras, sus joyas, sus sombreros, sus hermosos vestidos y costales, con significado de su historia, mitos y creencias. Apenas unos pocos días al año se les apoya. Artesanos del barro, con barro ya duranguense, como Moisés Guzmán y su familia. Algunos joyeros de arte urbano. Dulces tradicionales y comida.

Cada día del artesano, los artesanos son más escasos, unos por deserción ante la precaria situación económica. Ante la industrialización y los grandes almacenes. Otros porque ya sus descendientes poco les interesa mantener la tradicional artesanal de sus ancestros. Y más si son perseguidos como delincuentes y amenazados de cárcel si no cuentan con permisos.

Los institutos de cultura, el ICED y el desaparecido IMAC, son los verdaderos asesinos de la artesanía duranguense, al negarles apoyo y lugares permanentes para su arte y sus artesanías. Ha sido casi aniquilada por los lideres charros que se dicen artesanos. Por la prostitución de algunos ediles del Cabildo que venden los espacios para venta de la fayuca china. Han provocado que agonice la artesanía en la ciudad.

Quizás en el mercado Gómez Palacio todavía es posible encontrar algunas familias que por generaciones se han dedicado a preservar el arte y la tradición de los duranguenses, en bellas obras de tlapalería, en majestuosos sillas de montar. En cintos piteados. 

Nos quedamos sin arte ni cultura, con la llegada de Antonio Ochoa ya que el chulo Antonio piensa y cree que arte y la cultura, son las bandas y los conciertos masivos de ocho millones de pesos.

La Plaza de Armas luce solitaria sin eventos de cultura y arte, los turistas pueden disfrutar de paletas en los tradicionales carritos blancos, de los globos , uno que otro elotito. Son domingos monótonos, aburridos, sin vida, sin cultura, sin arte.

Y resulta sospechoso tal maniobra del actual alcalde Ochoa. No tarda en salir con algún negocio oscuro para cobrar por los espacios en la plaza. Este panista no da paso sin huarache. Centavero y oportunista como es.

Te puede interesar

Espacio Libre México

Lo más visto
Mantra web

El Mantra

Nuria Metzli Montoya
16 de noviembre de 2024

Cuento / segunda parte

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email