Corrupción y recaudación en infracciones viales y alcoholímetros

Su misión que dicen perseguir no se cumple: incremento exponencial en accidentes fatales en Durango capital

Local25 de septiembre de 2023 LIC. ABDON GALLEGOS

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La misma tonada de siempre en los gobiernos municipales de Durango. Y el actual que encabeza José Antonio Ochoa Rodríguez, no es la excepción. No son pocos los ciudadanos que con un tono de frustración e impotencia levantan la voz para expresar que alcoholímetros y las alzas en el cobro de infracciones solo obedecen a fines recaudatorios y en donde impera una boyante corrupción. Prueba de ello es que el fin que dicen perseguir: reducción de los accidentes no solo no se cumple sino que provocan todo lo contrario, hay un crecimiento exponencial de los mismos y con consecuencias fatales.

Tenemos que reconocer que alcoholímetros y el aumento en las multas son recaudatorios y resultan ser solo una fachada con la que se engaña a la población. Con las altas multas, sin duda se genera la corrupción, en donde los agentes tienen la brillante oportunidad de poner su precio a través de la mordida (y lo ponen alto) con estos planes recaudatorios y de corrupción, de una o de otra forma se extorsiona y se empobrece al más débil.

Lejos de incluir un verdadero sentido social y de una justa aplicación de la ley, para que baje el índice de accidentes fatales y haya orden en lo que a tránsito de vehículos se refiere, ambos elementos desencadenan en más recaudación y más voracidad para extorsionar por parte de los agentes.

Cuando se infracciona al conductor el Municipio goza de grandes multas. Y cuando no se levanta la infracción es porque los encargados de “cuidar” el orden vial, los agentes en cuestión, gozan de una mordida grande y jugosa. A este juego tendríamos que llamarle juego perverso, que concluye en abuso de autoridad por sus costosas infracciones que solo obedecen a un plan recaudatorio. 

La extorsión, la corrupción y el abuso por parte de los agentes que piden, exigen y reciben la mordida (so pena de colgar…. boca abajo con la abusiva infracción al “infractor” que no se ponga guapo) ¿Como habría que llamarle a este juego? Ya lo mencionamos…juego perverso. Estas formas, sencillamente, desestiman cualquier contenido social y de orden vial.

Pero lo antes dicho no es lo peor, lo peor es que mientras a unos se les multa con altas infracciones o se les muerde con “dentadura grande y fuerte” hay quienes circulan sin placas, circulan verdaderamente borrachos y a excesos de velocidad y a estos ni se les infracciona ni se les muerde. Queda muy clara que en esas áreas del Gobierno Municipal “nos tienen clasificados” como ciudadanos de primera, de segunda y hasta de tercera.

Frustrado y con desesperación me dijo un ciudadano en la calle: “dígales a los señores gobernantes que dejen ya de engañar al pueblo. Mientras sigan engañando, sin duda nuestro pueblo seguirá siendo chaparrito y jodido, porque quienes verdaderamente tienen el deber y la obligación de ver por nosotros los ciudadanos, son ellos y no lo hacen. Solo piensan en ellos mismos, en sus grupos y en sus cuestiones políticas, en sus intereses personales y de grupo”.

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