El negocio, no la cultura, es la política de los gobiernos panistas

A dos meses, la administración ratonil y desvergonzada de Antonio Ochoa no quiere pagar a la Sociedad de Escritores de Durango su participación. Los traen con vueltas y vueltas, con el ya merito sale el cheque, con el vuelva usted mañana. Eso sí, a Pepe Aguilar le pagó ocho millones sin rechistar.

A casi dos meses del festival sin Ricardo Castro pero si ocho millones de pesos para un cantante de ranchero en declive. Muy sospechoso ese contrato, vaya usted a saber cuánto de moche se llevó el presidente chuleador y enculeador José Antonio Ochoa Rodríguez.

A tí, enchuleador y enculeador de Durango, Antonio Ochoa, deja de portarse como panista y sé tantito decente y paga tus deudas

Es rumor a voces, es vox populi, las grandes fiestas que hace este edil, usando las instalaciones del Museo  de la Ciudad como cantina y cabaret privado.

Algo anda mal y sigue peor en Durango. Por fuentes fidedignas me entero que van a cerrar el Museo de la Ciudad para usarlo de salón de eventos, más bien seguir usándolo como salón de fiestas del presidente municipal. 

Nuestro querido Toño Ochoa hace veladas súper ostentosas, corren ríos de los mejores pistos, cheve hasta cagar sangre, con bocadillos y mobiliario dignos de un rey. Obvio que todo a cargo del erario, los han de meter como gastos de representación, ni modo que este panista pague las viandas y el alcohol, de su sueldazo de casi 140 mil pesos o más. 

En cambio, pagarles a los escritores se le hace un exceso. La cultura no es válida para ellos. Se les pide el Museo para eventos culturales, para presentaciones de libros y ni madre, te dice que la agenda ya está saturada. Preguntas con qué clase de eventos. Y te dicen que es información clasificada, ultra secreta.

Hay que aclararle a estas ratas panistas en el poder que los museos no les pertenecen. Son de la ciudad y de los ciudadanos. Son para exponer y difundir el arte y la creación de los artistas duranguenses. No es para sus fiestas y orgías. No es para rentarlo a empresarios, ni comilonas.

Ese es el estilo de Ochoa, les dio todas las facilidades a un empresario de los mariscos para celebrar su fundación en Plaza Fundadores, les puso carpota, todas las facilidades. Es negocio, no cultura. Esa es la política de gobierno de los panistas.

EL IMAC, al igual que el ICED, piensan que pueden hacer lo que les de la chingada madre con los museos, cerrarlos, desaparecerlos o rentarlos. Ya lo han hecho con el Museo Villa, lo han rentado como salón de banquetes.

Ahora este individuo, el 120 peor alcalde de 150 evaluados de México, lo ha convertido en su cantina personal, pistea con caros vinos y alcoholes, con ricas viandas, pagadas con nuestros impuestos. ¿Qué chingados les pasa? ¿Qué no hay ley que lo detenga? ¿Acaso son virreyes por tres años? Dueños del patrimonio de la Ciudad.

Ya basta de alcaldes rapiñas, como el doctor Enríquez, como Ratalum y ahora este chuleador Ochoa.

También, dicen los rumores, que en Durango son verdades encubiertas, que van a despedir al personal que labora ahí, nada más van a dejar a dos o tres personas. Tal parece que vamos de mal en peor con la cultura en Durango.

El personal de aseo y mantenimiento del museo están hartos de lavar las cochinadas de los baños que dejan tras un festín del alcalde que le gusta el trago y se pone hasta las manitas. Y además dicen que es mala copa. No están para levantar las mierdas de estos políticos, se quejan. Líbrenos Dios, que este individuo llegue a ser diputado federal o senador.

Una prueba que la cultura municipal se está cayendo a la mier…, es la renuncia por retiro voluntario de la escritora Liliana Salomón, con gran trayectoria de más de veinte años, periodista y cronista. Se va del IMAC, imagino por la situación en que se encuentra la cultura. Ella era la única voz solidaria y con ganas de apoyar a la cultura y sobre todo a la literatura duranguense. Veremos quién queda en lugar de Liliana. Veremos conque pendejada nos sale el alcalde José Antonio Ochoa Rodríguez. 

EL IMAC a la deriva. ¿Alguien sabe quién es el subdirector del mismo? ¿Qué hace, a qué se dedica, qué trayectoria tiene más allá de ser hijo de alguien? El alcalde Ochoa usa a la cultura como trapeador. Como excusado para vomitar sus borracheras.