Aplica descuento indebido del 1.4% a afiliados de Sección 44-Durango
Las familias siempre han tenido necesidad y derecho a momentos de recreación para fortalecer la comunión y amistad entre cada uno de los integrantes, para ello la ciudad de Durango cuenta con diversos paseos en los cuales sus visitantes sin duda alguna encuentran una atmósfera diversión, arte y cultura.
La historia de Durango, consigna la existencia del Jardín Victoria, ubicado en lo que fue la huerta de los Jesuitas que tenían su sede en edificio que actualmente ocupa el edificio central de la Universidad Juárez del Estado de Durango, este espacio estuvo presente en el paisaje urbano de la capital duranguense hasta 1963, año en que fue desaparecido para dar paso a la actual plaza IV Centenario.
El espacio en mención, contó con una estatua del primer presidente de México, el duranguense nacido en Tamazula, Virreinato de Nueva España el 29 de septiembre de 1786, José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, mejor conocido como Guadalupe Victoria.
Este jardín se caracterizaba por ser un lugar oscuro debido a la carencia de un alumbrado eficiente, en general se encontraba descuidado, las bancas siempre estaban sucias, producto de las heces fecales de los diversos pajarillos que se paseaban a sus alrededores para finalmente hacer nido en los múltiples árboles que allí se encontraban.
El su libro Cómo era nuestra Ciudad[1], Salvador López consigna que otro de los lugares de imborrables recuerdos para los durangueños, es el jardín Hidalgo, que a diferencia del Victoria, aun se puede disfrutar en el espacio que conforman las calles de Constitución, Juárez y Gabino Barreda, cercano a éste se localiza el tradicional templo de Santa Ana.
En el centro este jardín se encuentra el monumento a Miguel Hidalgo, en un tiempo se caracterizó por ser un lugar “poco alumbrado, con sus prados cenizos, descuidados, mal atendidos y sus asientos de madera y fierro”.[2]
El parque Ortiz de Zarate, hoy Plazuela Baca Ortiz, situado al sur de la ciudad, contaba con ocho leones de cantera, los cuales estaban localizados dos por cada entrada o esquina, en el centro se erige el monumento a la Independencia, cercano a este se ubica la tradicional escuela Guadalupe Victoria.
También frente a la plazuela, en la esquina de las calles Francisco Sarabia y Luna, se encuentra la sede de la Primera Iglesia Bautista, establecida en Durango por el año de 1900.
En el sur se encontró por muchos años el puente La Pasadita, que conectaba con el barrio de Tierra Blanca, por esta dirección se localizaba el estanque de patos el cual medía aproximadamente 30 metro de largo por 8 o 10 de ancho, tenía como protección una malla de metal sujeta a un poste de madera y en medio del estanque había una caseta de madera que servía de albergue a las aves.
Las Alamedas es otro de los paseos con los que cuenta los duranguenses para su esparcimiento, en este se erige el monumento al benemérito Benito Juárez García el cual mira hacia la calle de Constitución.
Al inicio del paseo de las Alamedas, sobre calle Juárez, por muchos años estuvo el edificio que albergó a la Biblioteca Pública del Estado, hasta que en la década de los ochenta fue trasladada a su actual sede en el barrio del Calvario.
Este paseo contó con cuatro estatuas de cantera que simbolizaban las estaciones de año, las cuales estaban “repartidas entre las calles de Zaragoza, Hidalgo, Independencia y el puente de Granada”[3].
En las Moreras junto a los que fue el puente del Ariel estuvo la estatua al Comercio, más adelante mirando en dirección oriente, se erigió el monumento a la Patria, obra del cantero y arquitecto zacatecano Benigno Montoya Muñoz.
También estaban el Ojo de Agua y la China, que eran en estos tiempos del siglo XX, lugares solitarios, “llenos de maleza y charcos, sombríos y fangosos, visitados por vagos y viciosos ahora convertido en el parque Guadiana”.
[1] Salvador López, Cómo era nuestra Ciudad, Herfa Impresores, Gómez Palacio, Dgo, 1998, p.15.
[2] Ibidem.
[3] Ibidem.
Ante su fallido gobierno, urge revocación de mandato al gobernador prianista de Durango
El pueblo de Durango debe ser el arquitecto de su propio destino
76.3% de los duranguenses lo reprueban
Si no cumple ¡Que renuncie!
En los dos años del gobernador Villegas. Dos años donde la palabra fracasado la lleva en su frente.
En Durango urge reformar todo el aparato policiaco y judicial
La plaga de la corrupción es insostenible
Espacio Libre México
El jefe del Cártel Inmobiliario llega a la presidencia del PAN
Un grupo conocido por los propios panistas con esquemas de mucha corrupción: Sheinbaum
En su primer mes como Presidenta
La élite de corruptos y privilegiados no pudieron con la democracia
Cuento / segunda parte
Las habladas de Trump son las rabietas de un perro rabioso
Con su elección, en México saldrán del closet los vende patrias y traidores