La degradación de la cultura en Durango

El actual gobierno de Esteban Villegas y su élite, acompañado del director de Instituto de Cultura, nos demostró el nivel de cultura que tienen y al que aspiran: Un denigrante espectáculo de cabaret, de un teatro de albures y chistes pelados, lo pretendieron hace pasar por un acto cultural y familiar.

Con este evento “cultural y de arte” para toda la familia, Villegas plantea su proyecto cultural para los duranguenses para los próximos seis años.

De nada han valido las protestas de los creadores, los plantones, las cartas dirigidas al gobernador. Villegas las ha ignorado, se las ha pasado por el arco del triunfo, se ha negado a recibir a las diferentes asociaciones de artistas, a la Sociedad de Escritores, a los pintores, a los actores, a los cineastas.

Se ha negado con su ignorancia supina a dialogar con la comunidad artística y de creadores. Se ha negado a contestar uno solo de los puntos del pliego de peticiones que se le entregó en su oficina de gobierno que fue publicado en Espacio Libre. 

La cultura no existe en la agenda del gobernador. Ni el hacer justicia con el enorme desfalco de 24 mil millones de pesos de Aispurio. Y mucho menos ir por los verdaderos culpables en las muertes de duranguenses por meningitis.

En pocas palabras, al gobernador le vale madre la cultura y arte. A Villegas le vale madre la Ley de Cultura del Estado y puso de manera ilegal y arbitraria al Francisco Javier Pérez Meza como director del ICED, quien no cumple el perfil que dicha ley exige. Y quien dirige la cultura y el espectáculo en Durango es su primo hermano Lauro Arce, cuyo único mérito cultural, es ser primo y pareja de Esteban en la cantada

Con este espectáculo ofensivo, con albures, grotescas alusiones al acto sexual, malas palabras, en plena Plaza de Armas, en un domingo lleno de familias duranguenses, se les ocurre la pendejada de presentar un show digno de cabaret, de una pulquería.

Demostraron lo que es la cultura para ellos. Es su nivel cultural. Así que por más que protestemos, hagamos marchas. Nos desgarremos las vestimentas, los creadores y artistas estamos frente a un enorme muro de piedra.

No hubo alguien entre su enorme y costoso equipo de asesores que le dijera, señor gobernador esos chistes sexosos, de cogedera y de albures, pos’ no son para las familias de los domingos, hay niños, gente de la tercera edad, mejor organicémoslo en una cantina o en un cabaret. Pero no, hasta el mismísimo evento, en la Plaza de Armas, llegó Esteban y señora. ¿Llevó a sus hijos a pervertirlos? 

No están mal esta clase de espectáculos, con el público adecuado y en el lugar adecuado. Cantinflas salió de las carpas, Jesús Martínez, el ‘Palillo’. Las películas de ficheras de los setentas. Polo Polo, el maestro de este humor tan mexicano. El Franco Escamilla. Pero carajos para qué fregarle la inocencia a los niños presentando este humor picaresco y sucio.

Debería alguien presentar una denuncia contra el gobierno de Durango, por atentar contra los derechos de los niños. Por exponerlos a la pornografía verbal. Es una forma de perversión y violencia contra nuestros infantes.

El Instituto de Cultura se ha convertido en el enemigo número uno de la cultura y de los artistas en Durango. Los vetan. Cierran los museos. No hay talleres ni convocatorias. No los toman en cuenta. Piensan que el Instituto existe independientemente de los creadores y artistas, cuando es todo lo contrario, el Instituto existe, es por y para los creadores de Durango.

Y todavía presume el gobierno de Villegas con descaro y sinvergüenza de “presumir” la llegada de dos toneladas de cultura a Durango. Tras firmar acuerdo con la directora de la Secretaria de Cultura. Le habrán presumido del denigrante espectáculo de albures y chistes pelados que su Instituto de Cultura ofreció en la Plaza de Armas a las familias duranguenses, presentándolo como familiar y cultural. Como que no checa.