‘Adopta a un mexicano’ la novedosa propuesta de la oposición mexicana

Esta idea ‘filantrópica’ es ofensiva, la gente quiere salir adelante producto de su trabajo, no de las limosnas de los demás

Nacional27 de noviembre de 2022 Daniel Antonio Lara Palacios

ADOPTA

Para el progreso de los pueblos es absolutamente necesario que sus gobiernos obedezcan a causas y problemáticas sociales, en particular de los olvidados, los marginados, los más necesitados, las minorías y los oprimidos; en México son pocos los casos de mandatarios federales que se apegaron a esta premisa desde mediados del siglo XX a la fecha.

Si hablamos del periodo neoliberal de manera particular, a partir del sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado que fue cuando se empezó a aplicar el modelo de privatizaciones de paraestatales y  servicios ofrecidos por el Estado mexicano, es la época más oscura en materia del olvido de las clases populares, aún más si se toma en cuenta que fue al final de ese sexenio que se impuso vía fraude electoral a Carlos Salinas de Gortari, en detrimento del pueblo de México, cuya voluntad auténtica fue que el presidente fuera Cuauhtémoc Cárdenas quien encabezó un movimiento progresista que fue aplastado por el viejo Partido Revolucionario Institucional (PRI); de ese atraco surgió la alianza de facto entre el alto empresariado mexicano que encontró ideológicamente, en el Partido Acción Nacional (PAN), a su más firme aliado.

El PRI pudo mantener el fraude únicamente apoyado por el PAN, a partir de ahí ambos partidos sirvieron a los mismos intereses, dando lo mismo si estaba en el poder Zedillo, Fox, Calderón o Peña, lo importante eran los negocios construidos alrededor de los partidos dominantes, se olvidaron de atender al pueblo de México para privilegiar a un grupo de empresarios que tuvieron leyes creadas a modo, y los derechos de la clase trabajadora fueron cayendo en una espiral de precarización, en la que cada vez valía menos el salario de los trabajadores, el sistema de pensiones se privatizó y la vivienda de interés social se hizo cada vez más inaccesible.

La idea que se inventó para sostener este sistema fue que la riqueza generada por todos los mexicanos, pero que quedaba en manos de los oligarcas, eventualmente traería progreso para todo el pueblo de México cosa que nunca pasó, lo que sí ocurrió es que se profundizaron las desigualdades y los pobres se volvieron cada vez más pobres al tiempo que se construían las grandes fortunas de un puñado de empresarios, mismos que buscaron mantener sus privilegios a toda costa, perpetrando un nuevo fraude electoral en 2006 para imponer a Felipe Calderón  y comprando un mar de votos en favor de Enrique Peña Nieto en 2012, en 2018 el descontento social permitió la llegada  de Andrés Manuel López Obrador tras su tercera campaña, quien llegó con la promesa de terminar con ese régimen de despojo.

Los hoy opositores no tienen propuestas nuevas, solo se oponen a lo que sea que proponga el Presidente, pretenden regresar al poder para continuar el saqueo donde lo dejaron, la élite político-empresarial que se benefició del neoliberalismo no entiende lo que está pasando en el país, pasaron tanto tiempo en una nube que perdieron todo contacto con la realidad mexicana, claro, para ellos todo estaba de maravilla, perdieron toda relación con el México profundo, no se pueden identificar con el sufrimiento de las clases populares porque simplemente no lo conocen.

Es por eso que resulta muy llamativa la propuesta de Enrique de la Madrid, hijo del primer presidente neoliberal Miguel de la Madrid, que apela a la solidaridad de los mexicanos de clase media y alta para con los más pobres de este país, ‘Adopta un mexicano’ que consiste según lo expresado por el priista en “que cada uno de nosotros nos hagamos responsables de la vida de un mexicano más” ¿Es una propuesta innovadora? Absolutamente sí.

Es sabido que la clase media ha sido la más grande financiadora de las políticas públicas y del gobierno las últimas décadas, ya que la tasa de Impuesto Sobre la Renta (ISR) para personas físicas puede llegar hasta el 35 por ciento, mientras que, tras las deducciones y estrategias fiscales, una empresa macro puede llegar a pagar sólo el 3 o 4 por ciento de ISR, por lo que la clase pobre y la clase media pagan muchísimo más de acuerdo con sus ingresos que la clase alta de este país.

De ahí que se pueda considerar novedosa de la propuesta del hijo del presidente de la Madrid, es inaudita, es simplemente el ofrecimiento más original que se le ha escuchado a un opositor a AMLO, resalta por la tremenda desconexión con la realidad, pretende que la clase media pague los platos rotos del despojo perpetrado por los políticos al mando de la nación y la entrega de los recursos que eran de todos.

El atrevimiento del junior, desenmascara a los opositores, su principal propósito sigue siendo proteger los privilegios de los grandes oligarcas y de la vieja clase política. Él quiere ser el candidato de la oposición, aspira a regresar al sistema anterior a la Cuarta Transformación, un México donde la política se someta a los designios del gran capital, aunque esto signifique condenar a las mayorías a vivir cada vez con menos.

No se da cuenta de que su propuesta ‘filantrópica’ es ofensiva, que la gente quiere salir adelante producto de su trabajo, no de las limosnas de los demás, que la clase media se sentiría despojada por enésima vez, esa es la diferencia con las iniciativas de la 4T, que busca que la riqueza generada por todos los mexicanos se traduzca en desarrollo para todos no solo para una élite.

El cambio planteado en 2018 se debe defender con todo, porque si esos que perdieron sus privilegios regresan al poder, ahora sí no dejarían piedra sobre piedra, pretenden gobernar a un pueblo al que desconocen, al que desprecian y al que engañaron con la falsa promesa de bonanza y desarrollo, la gran mentira del neoliberalismo. /ESPACIO LIBRE

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