La guerra sucia de Xóchitl, tan sucia como su enriquecimiento inexplicable

Ha iniciado una campaña de guerra sucia del jefe de campaña de la botarga X, la señora Xóchitl, el Max Cortázar, su jefe de prensa y vocero. Guerra sucia creando bots y cuentas falsas, impulsando insultos por la belleza e inteligencia de Claudia Sheinbaum, que resalta sobre la estupidez vacuna de la candidata de la derecha.

Una guerra muy cara y sucia, videos profesionales muy costosos y muy bien pagados, denigrando a Claudia, acusándola de ser nazi, insultando la inteligencia de los mexicanos pensantes. Atacando los logros de la cuarta trasformación ¿Un mal para México el tren Maya?

Max Cortázar, quien no terminó ni la secundaria, ex baterista del grupo Timbiriche, fue el autor intelectual de la campaña contra López Obrador en 2006, con el lema “es un peligro para México”.

Ahora pretende retomar el lema contra Claudia. Quiere ignorar que el México que supo manipular, que la prensa que corrompió, las autoridades del INE que sobornó, ya no existen.

Hoy es un México con conciencia política. Un México defendido por más de cien millones de mexicanos, que aman a su país y que disfrutan de una prosperidad que nunca hemos tenido.

Es un México con obras reales, con inversiones, con empleos, con un salario digno. Es otro México, con esperanza y futuro. Somos un país orgulloso de nuestros adultos mayores.

Cierto, falta mucho por hacer y se hará. No es cosa pequeña, reconstruir una nación en cinco años, tras ochenta años de saqueos, asesinatos y corrupciones.

Max Cortázar, a las órdenes de Felipe Calderón y Genaro García Luna, con un presupuesto para su guerra sucia de más de 50 mil millones de pesos para pagar a la prensa chayotera, en la guerra sucia y difamaciones en aquellos años.

La prensa corporativa y todos los medios de comunicación, les pertenecían y les funcionó. Logró que ganara un presidente espurio y asesino, genocida, como Felipe Calderón, hoy refugiado y escondido en España, como Peña Nieto, como Carlos Salinas de Gortari.

Ahora su guerra sucia iniciada desde grupos de ultraderecha, desde el extranjero, no tendrá los mismos efectos de antaño.

Su guerra sucia está siendo denunciada con cifras, con nombres y orígenes de la misma. Ya no tienen la credibilidad. Ya no se creen sus mentiras y odios. El país crece y prospera, mejor que nunca en toda la historia del México moderno.

Las cifras económicas y de crecimiento, ahí están, para acallar sus odios. Son cifras duras del crecimiento y prosperidad de México, avalados por datos y cifras del Banco Mundial. 

No hay argumentos que demuestren que el país se va a caer, ello, al contrario, es un reconocimiento tácito de crecimiento al gobierno de la cuarta transformación, al reconocer que el país está en lo alto de su crecimiento. En la cima económica por su buen gobierno y desempeño.

Hay que investigas de dónde sale tanto dinero para pagar la campaña de guerra sucia en las redes sociales, en internet, en los medios electrónicos.

El INE debe intervenir. Debe proceder penalmente contra estos delitos electorales.

Con la suma de Cortázar a su campaña, se demuestra que Xóchitl está desesperada. Su hija es la encargada de los bots por las redes sociales. De tal palo tal astilla. Miente y difama, con la misma libertad que su señora madre.

Xóchitl ataca al presidente López Obrador con la esperanza de que la nombren en las mañaneras y levantar algo de popularidad.

Xóchitl está condenada a sufrir la más vergonzante derrota en las próximas elecciones. Será recordada como una payasada, como una vergüenza para las mujeres.

Claudia será nuestra presidenta de México, pese al odio, pese a la guerra sucia, pese a la estupidez de la oposición. Pese a esos mexicanos odiadores de AMLO.

Faltan menos de seis meses para el fracaso estrepitoso de la ultraderecha, pese a los millones que van a invertir en su guerra sucia, la oposición no está liquidada moralmente, está muerta. Y apesta. Igual que su candidata la señora botarga X. Claudia será nuestra presidenta.