Humanismo Mexicano, una nueva filosofía política de AMLO para el mundo

“ARRIBA LOS DE ABAJO NO SIGNIFICA NECESARIAMENTE ABAJO LOS DE ARRIBA, SINO ABAJO LOS PRIVILEGIOS: AMLO”

En su 5to informe de gobierno el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a reafirmar su slogan de campaña, “Por el bien de todos, primero los pobres”, el cual ha causado mucho escozor entre la clase dominante desde hace varios años.

A pesar de que algunos especialistas diseccionaron el informe en tres partes (plan para reformar el Poder Judicial; la reivindicación de las Fuerzas Armadas y la reducción de la pobreza) y de que la mayoría de los medios de comunicación han hecho hincapié en el pleito entre el Ejecutivo y el Judicial, considero que el principal motivo de investigación y análisis en el presente y el futuro debe ser justamente el llamado Humanismo Mexicano, el cual abarca los tres puntos y otros más que han quedado fuera de la conversación a priori tras el informe.

El propio AMLO mencionó en su discurso el término de Humanismo Mexicano, el cual en lo personal considero debe ser tomado en cuenta como una nueva filosofía de la política a nivel local, continental e internacional, pues sus aplicaciones permiten a los investigadores de las ciencias sociales obtener datos reales comparativos entre los resultados obtenidos por los gobiernos neoliberales y el actual, el cual se espera siga operando por lo menos otros dos sexenios.

Por primera vez desde hace 45 años podemos ver que el discurso que se emite desde Palacio Nacional (antes lo hacían desde Los Pinos) empata con la realidad de los mexicanos, este año se han consolidado varias acciones que han permitido ver y sentir la transformación del país, la cual lleva como estandarte el apoyo a la base de la pirámide social.

Las interrogantes que algunos ciudadanos tenían respecto al gobierno de AMLO se han ido disipando con el paso de los meses, las inversiones en infraestructura han mostrado que el uso correcto del presupuesto es un factor primordial en el desarrollo económico así como en el crecimiento, y en poco tiempo todos los ciudadanos hemos podido corroborar las bondades de estas.

Ya sea que vivamos en el norte, centro o sur del país todos hemos visto cómo las políticas sociales han beneficiado a cada una de las familias mexicanas sin importar su clase social, la universalidad y la transparencia en la aplicación del recurso en los programas Pensión Universal para Adultos Mayores, y Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, han demostrado que el presupuesto sí alcanza para cubrir las necesidades básicas de los ciudadanos, pero que la ambición y la corrupción de los anteriores gobiernos nos privaron de muchas oportunidades como sociedad y como individuos.

Los cinco millones de personas que salieron de la pobreza en los últimos cinco años avalan el slogan de López Obrador, nunca en todo el tiempo que se aplicaron las políticas neoliberales en nuestro país se tuvieron esos números en cuestión de movilidad social, por el contrario, cada año que pasaba las filas de la pobreza se engrosaron.

Sabemos de antemano que la pobreza es un mal casi imposible de erradicar, pues hasta en las naciones con mayor equidad económica encontramos personas con carencias, sin embargo su nivel de vida y su acceso a los servicios básicos están asegurados.

Como mexicano me siento afortunado de vivir este proceso de transformación nacional, confío en que la sociedad ha entrado en un proceso de evolución de conciencias y que las viejas promesas vacías de la oposición y los grupos conservadores no volverán a hacer mella en sus mentes.

Y mientras el dedazo triunfante de Claudio X. González busca presentarse como democracia en el discurso de la oposición, los jueces amagan con poner más trabas a la justicia en nuestro país si el Gobierno Federal no avala sus lujos y las corcholatas esperan el resultado de las encuestas a nivel nacional, nos leemos la próxima semana, en la que lo más seguro es que haya de chile, de mole y de manteca.