La Cumbre de América del Norte y el liderazgo mexicano

Gracias a la voluntad férrea de un HOMBRE que no es un santo pero hace milagros

Nacional 11 de enero de 2023 Patricia Barba Ávila

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“La propuesta, presidente Biden, es integral; implica consolidarnos como región económica en el mundo, fortalecer la hermandad en el continente americano, respetar nuestras diferencias y nuestras soberanías y procurar que nadie se quede atrás y que juntos vayamos en busca de la bella utopía de la libertad, igualdad y verdadera democracia” : AMLO

 

Sin duda alguna que el mote de “el mesías tropical” que el mal aprendiz de escritor, Enrique Krauze, le colocó al Presidente López Obrador con una elevada dosis de mala fe y el profundo odio que ha caracterizado la actuación de una oposición cada vez más patética, tuvo algo de profético y no precisamente porque AMLO sea un mesías o deidad sino porque ha logrado una “milagrosa” recuperación de la economía mexicana en medio de un entorno de preocupante desaceleración e inflación globales.

 

Desde hace 80 años, tras la extraordinaria gestión del General Lázaro Cárdenas, los sucesivos gobiernos mexicanos se habían caracterizado por someter sus mandatos a las indicaciones del gobierno de USA Corporation a través de su embajada, con algunos destellos de patriotismo en el caso de Adolfo López Mateos que nacionalizó la industria eléctrica y, además, advirtió que vendrían traidores que intentarían enajenar nuestros recursos; tristemente también aplicó una política de represión contra líderes campesinos como Rubén Jaramillo, cuyo salvaje asesinato mancha la memoria de este mandatario. Y pese a la historia accidentada y hasta trágica de la relación entre México y USA Corporation, nos encontramos hoy atestiguando una Cumbre de América del Norte en la que nuestro Presidente confirma no sólo su profundo compromiso con el pueblo sino con el resto de las naciones hermanas de América Latina, manteniéndose firme ante las presiones de Trudeau y Biden para controlar y lucrar con el manejo del litio y en su propuesta de dejar atrás la política injerencista de USA Corporation en América Latina.

 

Entre lo acontecido alrededor de esta histórica Cumbre, se incluye los “vaticinios” de una comentocracia odiadora que vive en negación y sólo cree sus propios espejismos: que Biden no iba a aterrizar en el AIFA, que el Ovidio que exitosamente capturaron las fuerzas armadas y la marina no es el “verdadero” Ovidio; que AMLO le iba a entregar a este narcotraficante como “regalo” a Biden; y escupitajos como los del descerebrado Quadri que se atrevió a decir que es una “vergüenza” que el Presidente Joe Biden haya subido a “López” a su automóvil para “regañarlo”.  Y es que el nivel de miseria intelectual y moral es cada vez más dañino para esa misma oposición que, como ocurre con el coyote y sus permanentes intentos de dañar al correcaminos, cae víctima de sus propios ataques y demuestra la forma en que su campaña sucia se transforma en una a favor del Presidente y la Cuarta Transformación.

 

No obstante, para ese 70% de mexicanos que apoyamos la gestión del Presidente López Obrador, es un timbre de profundo orgullo caminar de la mano de este estadista de talla mundial que lejos de confrontarse con un gobierno eminentemente injerencista, invasor, promotor de golpes de estado y dictaduras, destrucción y muerte, aplica la política de buena vecindad y sin someterse a los intereses de USA Corporation, propone dejar atrás la destructiva doctrina Monroe e iniciar una nueva etapa de unidad con todas las naciones de nuestra América no sólo para terminar con la dolorosa migración generando oportunidades en los países despojados por el vecino del norte, sino para conformar una poderosa región económica caracterizada por el respeto por la soberanía de cada país, la cooperación y la hermandad.

 

Y habrá quienes digan que esto es sólo una utopía y que el Presidente no sabe lo que hace. Sin embargo, como lo dijo el entrañable Eduardo Galeano: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar” y eso es lo que AMLO hace, perseverar, proponer, luchar incansablemente para que algún día, tal vez, las sociedades del mundo experimenten esa tan ansiada y necesaria revolución de las conciencias que conduzca a la humanidad a esa Utopía con la que muchos soñamos.  Porque, efectivamente, los monumentales intereses que dominan a las plutocracias locales y trasnacionales y que rigen todas sus decisiones de controlar y saquear las riquezas de otras naciones, parecen impermeables a cualquier intención que no los favorezca y por ello se antoja casi imposible contrarrestarlos. Y es que es aquí en donde entra la acción conjunta de cada uno de los pueblos que paulatinamente han ido dejando atrás su papel de súbditos para convertirse en actores influyentes en el destino de sus países. Sólo falta que lo asuman cada vez con más convicción.

 

Y por supuesto que esos intereses plutocráticos acompañaron al mandatario norteamericano. De eso no nos cabe la menor duda, como también reconocemos que su nivel de influencia en la política exterior del vecino del norte es muy limitada ya que el verdadero poder lo ejerce la élite corporativa que mediante sus cabilderos compran la voluntad de diputados y senadores que claramente dan la espalda a sus votantes y legislan en beneficio del poder financiero de la banca, el complejo militar armamentista, las farmacéuticas, las corporaciones petroleras y energéticas, los fabricantes de “alimentos” (venenos) y Silicon Valley. Y claro que nuestro Presidente lo sabe de sobra. Sin embargo, el entorno mundial ya no es el mismo que el que prevalecía hace unas décadas y es el que está utilizando AMLO para negociar su proyecto unificador con Biden, Trudeau y sus acompañantes.  

 

Otros factores también entran en el análisis que ha realizado nuestro primer mandatario para llevar a cabo su propuesta y es lo que ha venido ocurriendo no sólo con la economía en el vecino país sino la creciente impopularidad de Joe Biden y, por supuesto, del Primer Ministro Justin Trudeau, en claro contraste con la  gran fortaleza política del propio AMLO que con una administración eficiente y caracterizada por un férreo combate a la corrupción dentro de su gabinete, ha logrado el “milagro” de generar crecimiento de la economía nacional, la revaluación de nuestra moneda que hoy por hoy, es la más fuerte; la conclusión de proyectos como la gran refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco; el sorprendente aeropuerto Felipe Ángeles, en el que por cierto, aterrizaron tanto Biden como Trudeau; el Plan Sonora para la explotación y comercialización del litio y la fabricación de autos eléctricos que en 2030 lleguen a cero emisiones contaminantes; Sembrando Vida, el proyecto de protección ambiental más grande del mundo con el que también se busca la autosuficiencia alimentaria; el incremento del 90% del salario mínimo, las pensiones para adultos mayores y discapacitados; becas para estudiantes de todos los niveles; y los ambiciosos proyectos del Tren Maya, el más grande del planeta que se terminará este año; el Canal Transísmico al que, por cierto, le quería clavar las uñas el gobierno de USA Corporation y la reciente adquisición por $815 mdp de Mexicana de Aviación que Fox entregó a Gastón Azcárraga quien la quebró. Ahora México tendrá su propia aerolínea nacional y, además, se hará justicia a los afectados.

 

Otro legado invaluable del Presidente López Obrador es la conferencia “mañanera”, un método sin precedentes con el que se transparenta la gestión gubernamental, se refuta mentiras y distorsiones y, sobre todo, lo fundamental para la consolidación de la 4T y el Humanismo Mexicano: una tarea permanente de politización y moralización del quehacer político y de un cambio sustancial de actitud de la ciudadanía, empoderándola, exhortándola a jamás volver a tolerar la corrupción como algo “normal” e “inevitable” y  asumiéndose como el verdadero poder, tal como lo estipula nuestro Art. 39 constitucional, la esencia de la auténtica democracia. Porque, sin duda alguna, no sólo al reducirse el salario y el de sus colaboradores, estableciendo la austeridad republicana como el eje del accionar político, sino al lograr que se eliminara el fuero presidencial, AMLO muestra que toda su trayectoria ha estado caracterizada por una firmeza férrea aunada a una honestidad incuestionable y un profundo amor por el pueblo. Y esto es lo que lo defiende contra cualquier intento de golpe “blando” para desestabilizar su gobierno. Porque como él mismo repite constantemente: “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, citando a nuestro inolvidable Benemérito de las Américas.

 

Definitivamente 2023 es muy mal año para ser oposición. Tenemos el privilegio de ser parte de una extraordinaria coyuntura y en la medida en que nos asumamos como el auténtico poder y con ello apuntalemos las acciones de este estadista sin igual, seremos los arquitectos de esa nación soberana, humanista y fraternal que caminará de la mano del resto de países hermanos para consolidar el sueño bolivariano de la Patria Grande.

 

 

El capitalismo foráneo y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos. Una vez más, mis queridos descamisados, uniéndonos al líder y conductor, reafirmamos que ya no hay lugar para el colonialismo económico, para la injusticia social, ni para los traficantes de nuestra soberanía y nuestro porvenir.  Eva Perón

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