Huelga del Poder Judicial ayuda a que no liberen delincuentes: AMLO

* A la mayoría de los mexicanos no les importa el paro * Es un poder entregado al servicio de una minoría rapaz

Nacional20 de agosto de 2024Jesús Francisco SánchezJesús Francisco Sánchez
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A la mayoría de los mexicanos no les va a importar el paro emprendido al interior del Poder Judicial en contra de la reforma que se impulsa para su transformación, indicó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, con mofa dijo: “Yo les diría con toda franqueza y respeto, que hasta nos va ayudar si no están los jueces en activo, tenemos cuando menos la garantía de que no van a dejar libres a delincuentes del crimen organizado y de cuello blanco. La única cosa que me preocupa es que tienen un expediente guardado de 25 mil millones de pesos (de adeudo de pago de impuestos de Salinas Pliego), ese si quisiera que le dieran curso, pero por lo demás no va a suceder nada, no pasa nada”.

Apuntó que habrá un respeto absoluto a su huelga, libertad, aunque de acuerdo a lo que establece la ley, ellos saben que es ilegal lo que están haciendo, “no nos corresponde a nosotros sancionar, le corresponde al Consejo de la Judicatura, es decir al mismo Poder Judicial. Pero aun si nos correspondiera a nosotros se garantiza el derecho a disentir y el derecho a la huelga”.

López Obrador consideró que es injusto que se quiera sostener un sistema judicial entregado por entero a una minoría rapaz, un sistema judicial caracterizado por la corrupción y lo que se está planteando es renovarlo para que se imparta justicia a todos los mexicanos, que no haya ningún órgano de gobierno faccioso, es decir solo para un grupo, para una facción, sino que el gobierno represente a todos, ricos y pobres, del campo y la ciudad, de todas las creencias, de todas las corrientes del pensamiento.

“Esto es la transformación que se requiere para salir adelante, ya vamos avanzando, saliendo de la decadencia, pero falta, fueron 36 años de predominio de una política completamente dedicada a proteger intereses, una política de pillaje, de humillación al pueblo, nada más para unos cuantos, México era país de una minoría y todavía hay resistencias”, agregó.

Aún más, consideró: “Vamos muy bien porque todo esto era necesario tratarlo. En mi caso me siento muy satisfecho porque si no planteamos esto me quedaría yo con un problema de conciencia, que fui presidente de México y me hice de la vista gorda, me convertí en cómplice y dejé pasar todo lo que estaba yo constatando y no dije nada y no hice nada por cambiar las cosas”.

Y en el caso que se cometiera una arbitrariedad, violatoria de la Constitución, algo extremo (en relación de mayoría calificada en el Congreso de la Unión), “me quedaría tranquilo, ya hice todo lo que pude, va a ser el pueblo el que va a tomar la última palabra en su momento y de manera pacífica”, sentenció.

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