El PAN, emblema de la traición

La semana pasada el PAN lanzó un spot publicitario con Vicente Fox como cara del partido, lo que demuestra lo perdida que está la oposición mexicana, que es capaz de escoger a una de sus figuras más desprestigiadas para promover sus causas; el basurero de la historia sigue ahí para recuperar a lo peor de la política mexicana, no tienen rostros nuevos, están desesperados.

La traición más grande en la historia contemporánea y moderna de nuestro país fue perpetrada por el Partido Acción Nacional, a pesar de ser una fuerza de derecha tuvo en sus manos la posibilidad de cambiar la vida pública de nuestro país.

Después de la Revolución Mexicana, una vez que se tranquilizó la revuelta y se institucionalizó, se conquistaron derechos y se consiguió de alguna forma poner al servicio del pueblo los bienes de la nación, con la reforma agraria, la expropiación petrolera, la creación de la Comisión Federal de Electricidad, el Instituto Mexicano del Seguro Social, los derechos laborales y un largo etcétera.

Que no se entienda que el Partido Revolucionario Institucional lo hizo todo bien, ya que también se crearon una serie de vicios y costumbres políticas que permitieron la corrupción, el tráfico de influencias y un autoritarismo bárbaro, con represión a las fuerzas opositoras, sobre todo a las de izquierda.

El PAN mismo, surgió como contrapeso a las políticas derivadas de la Revolución, en específico contra el cardenismo, llegó como defensor del empresariado con intereses legítimos y durante casi toda la segunda mitad del siglo veinte fue oposición al PRI, con una serie de conquistas que la convirtieron en la segunda fuerza política mexicana, con la primera gubernatura de oposición en México.

Con la imposición del modelo neoliberal en los años 80, una parte del PRI se fue a formar el Frente Democrático Nacional, fuerza de izquierda que encabezada por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ganó la elección presidencial de 1988 pero, en contubernio con el PAN, el PRI impuso a Carlos Salinas de Gortari consumándose en ese momento la primera de una serie de traiciones de Acción Nacional al pueblo de México.

Todas las reformas de corte neoliberal fueron apoyadas por el PAN, incluso se atrevieron a convertir deudas privadas en deuda pública con el Fobaproa/IPAB, siempre pronunciándose a favor del pueblo, pero actuando en sentido contrario del interés colectivo.

La traición mayor vino en el año 2000 cuando de la mano de Vicente Fox Quesada y gracias a las fuerzas de izquierda que llamaron al voto útil para sacar al PRI del poder, el PAN ganó la presidencia de la república con el compromiso de cambio.

Las promesas que hicieron cuando buscaron el voto de los mexicanos distan mucho de lo que entregaron en la práctica: la profundización de las desigualdades, la reafirmación del modelo neoliberal, la continuación del saqueo y en última instancia un nuevo fraude electoral en favor de Felipe Calderón Hinojosa, que ni bien llegó al poder consumó una nueva deslealtad al pueblo, hundiendo al país en una guerra contra el narcotráfico liderada por un narcotraficante, había prometido ser el presidente del empleo pero en realidad fue el presidente del autoritarismo, la represión y la muerte.

Fieles a su costumbre de judas, tanto Fox como Calderón alentaron y permitieron el regreso del PRI en 2012, en lugar de apoyar a la candidata del PAN, apoyaron al corrupto de Enrique Peña Nieto, demostrando una vez más que Andrés Manuel López Obrador tuvo razón en acuñar el término PRIAN para referirse a la coordinación de los dos partidos, y que terminó concretándose electoralmente  en la reciente alianza opositora Va X México.

En 2018 el pueblo les dijo "basta" y comenzó una nueva etapa, la Cuarta Transformación, que busca reforzar la soberanía nacional a la que los hoy opositores renunciaron, que no se olvide que lo querían entregar todo, que empobrecieron al país, que se vendieron al mejor postor y que bañaron al país en sangre.

Apuestan por la desmemoria, demostremos que no olvidamos, que la traición se paga, ni un voto al PRIAN.