Libertad de expresión bajo acecho

La violencia contra el periodismo es inadmisible en cualquiera de sus expresiones, debe ser condenada en todos los casos, ya que para que pueda existir una vida democrática sana, el periodismo libre es prioridad, y los actos violentos que afectan al gremio periodístico no solo lastiman a quien sufre los atentados o a los medios de comunicación, sino a la sociedad que a causa de estos actos comienza a ver afectada la calidad de la información que recibe.

La autocensura en los medios viene del temor a las represalias por parte de los afectados por el trabajo periodístico, ya que el periodismo libre y responsable afecta intereses perniciosos para las sociedades, señala fallas en el sistema político, la corrupción, evidencia a los sujetos u organizaciones que perjudican algún ámbito social o individual.

Los intentos de coacción hacia el ejercicio informativo en México tienen una historia terrible de atentados, en muchos casos lamentablemente exitosos, que han sido sistemáticamente ignorados por los grandes consorcios mediáticos del país, se cuentan por decenas los periodistas asesinados o atacados durante las últimas dos décadas, casi todos esos casos siguen impunes y las investigaciones no avanzan.

El intento de asesinato al periodista Ciro Gómez Leyva, conductor del noticiero estelar de la cadena de televisión Imagen, es muy lamentable, nadie en este país debería tener miedo de salir a la calle, nadie en este país debería sufrir un ataque de estas características, pero también es un llamado de atención a los grandes medios, se debe evidenciar todos y cada uno de los casos impunes de periodistas asesinados o violentados cuyos perpetradores siguen impunes.

Ciro no es especial, es un periodista más, uno que tiene la fortuna de trabajar en un gran medio, de viajar en una camioneta blindada que, en este caso, afortunadamente le salvó la vida. Debe gozar él -y todos los periodistas amenazados- de toda la protección del Estado mexicano.

Ojalá que las autoridades logren esclarecer los motivos de este cobarde ataque y se castigue a los responsables, pero no solo en éste, sino en todos los crímenes cometidos contra comunicadores. El poder mediático de Gómez Leyva debe servir para apoyar a la justicia de los compañeros periodistas que sí fueron silenciados para siempre, que encuentren en la experiencia compartida el escaparate mediático para que ningún periodista sufra más por este tipo de acontecimientos.

Con respecto a las voces que tratan de responsabilizar al presidente Andrés Manuel López Obrador de este lamentable hecho, no queda más que decir que son fieles a su golpeteo, no hay forma de sustentar tales acusaciones, si desde el púlpito presidencial se descalifica sus voces por mentir o decir verdades a medias, se pretende implantar la idea de que esa es la razón por la que le dispararon Ciro Gómez Leyva; si nos apegamos a esa lógica, el Presidente no estaría vivo al día de hoy por todas las barbaridades que se han expresado acerca de su persona desde antes de su primera campaña por la presidencia.

¿A quién beneficia el ataque desde una perspectiva política? Esa es la pregunta periodística que se debe resolver, se puede especular sobre ello, pero es obvio que al Presidente no le beneficia de ninguna forma, pues a pesar de lo que desde espacios como el de Ciro Gómez Leyva se dice de él, su popularidad y aceptación no se han visto mermadas.

¿Pudo este atentado ser planeado desde la misma oposición a AMLO? Esa es otra pregunta que merece ser respondida, ya que los únicos que en apariencia podrían sacar raja política de un ataque de esta magnitud son ellos, los que han venido perdiendo privilegios y no pierden oportunidad de injuriar al Presidente y culparlo de todo lo malo que sucede en el país, aun y cuando el mandatario ha sido el principal promotor de la libertad de expresión aunque las voces le sean adversas el debate de las ideas es sano para el desarrollo democrático.

Este atentado debe ser esclarecido en su totalidad, las motivaciones y autoría intelectual deben ser íntegramente develadas, para dar paz al periodista en su labor, aunque sea una voz acomodada en el privilegio, porque todas las voces deben tener libertad de expresarse sin el temor a que sean acalladas por la fuerza de la violencia, porque si la impunidad en este tipo de crímenes es abolida, la calidad de la democracia que disfrutará el pueblo mexicano será mejor.