Claudia debe cuidarse de los traidores dentro de Morena

Este domingo nueve de marzo, en la fiesta celebrada por el pueblo de México en la máxima plaza, el Zócalo de la Ciudad de México, en apoyo a nuestra presidenta Claudia Sheinbaum, los mexicanos demostraron su gran apoyo por la soberanía de nuestra nación, ante las continuas amenazas y agresiones del mesiánico presidente gringo Donald Trump. Y el gran apoyo y fe que le profesan a nuestra querida presidenta.

También quedó claro que cierto grupo dentro de Morena quieren repartirse el poder entre ellos, como lo hacían los prianistas. No apoyaron a nuestra máxima jefa, comandante de las fuerzas armadas, líder de nuestra nación. Los traidores a la cuarta transformación ya tienen nombre y rostro. Prefirieron tomarse la selfie.

Los politiqueros de Morena, embriagados de poder, en un acto vergonzante, demostraron poco interés en el paso hacia el pódium, que Claudia entre vítores y saludos, se encaminaba triunfal. Le dieron la espalda, en un acto sin precedentes en la política mexicana.

Estos políticos que ostentan el Poder Legislativo y los directivos de Morena, mostraron su verdadera ambición por asumir el mayor poder posible. Repartirse los privilegios y la riqueza. Ya sin la presencia y control de AMLO, se están descarando.

Ignoraron a la presidenta por culpa del “enorme entusiasmo “de los que ya se creen presidenciables y se reparten los poderes del Senado, de la Cámara de Diputados y directivos de Morena. Prefirieron tomarse la foto grupal, la selfie grupal que mostrar respeto a la máxima investidura presidencial. Y al pueblo de México.

Andrés López Beltrán, hijo de AMLO, con este acto, aparentemente inofensivo, ha demostrado que jamás tendrá la estatura política de su padre. La presidenta de Morena, Luisa María Alcalde; el judas y traidor, el diputado Ricardo Monreal; el jefe de la bancada morenista del Senado, Adán Augusto López (los traidores del nepotismo y la no reelección), se dieron a conocer la clase de traidores que son. Les importa más su carrera política que mostrar apoyo y respeto a nuestra gran presidenta.

Al darse cuenta de su grave error político y de soberbia, horas más tarde, se disculparon por redes sociales, alegando que fue causa del “gran entusiasmo y algarabía del momento”. De nada les sirvió, ya se dieron a conocer la clase de calaña política y amor a la causa, que hipócritamente dicen tener. Lo mostraron al pueblo ahí reunido en el zócalo, y a nivel nacional e internacional, su deslealtad y desamor a México.

Que Claudia no olvide quienes son los traidores y tome las medidas necesarias para seguir con la cuarta transformación y que ese puñado de chacales no dañen el gran proyecto que es México.

Al presidente Andrés Manuel López Obrador jamás se le hizo tal desaire, ni tal falta de respeto, como ayer sufrió nuestra presidenta Claudia Sheinbaum por la camarilla de políticos y directivos, que, aun faltando más de cinco años de gobierno de nuestra presidenta, se les vio sus mezquinas ambiciones personales  y anteponen primero sus ansias de poder que al pueblo.

Una agravio y falta de respeto a nuestra Presidenta, a esta gran mujer que ha demostrado inteligencia y astucia, al enfrentar al matón de los gringos, el matón naranja. Pero sobre todo su gran amor por México y que lo defenderá aun a costa de su vida. Es un orgullo tener una presidenta como Claudia Sheinbaum.

Claudia ya sabe de quién cuidarse. Ya sabe de dónde viene la traición. Ya  se opusieron a la reforma de Claudia para prohibir el nepotismo y la reelección, desde el 2027. Adán Augusto López, Gerardo Fernández Noroña y Ricardo Monreal, cuyo cacicazgo familiar y nepotismo, en Zacatecas ya lleva más de veinte años, ignoraron la reforma de la presidenta y votaron para aplicarla hasta el 2030, apoyando al Partido Verde, a los Monreal, que a los intereses del pueblo mexicano.

No conforme con tal traición legislativa, este trío de insidiosos, recientemente se autorizaron subirse el salario hasta casi igualar el salario de nuestra presidenta Claudia.

Claudia más que nunca, a partir de este domingo, deberá tener presente la gran máxima del “Mantén a tus amigos cerca, pero a tus enemigos aún más cerca” frase de la película El Padrino II de Francis Ford Coppola. Expresada por Michael Corleone.

A los mafiosos de Morena no hay que perderlos de vista. Ni Claudia, ni el gran pueblo de México. Ya habrá el momento y el tiempo de cobrárselos caro.