Feminismo, igualdad de derechos y confusión

Dentro de la larga lucha por lograr la igualdad de derechos de mujeres y hombres, han surgido movimientos como el feminista a ultranza, junto con alteraciones innecesarias del lenguaje, resentimientos y divisionismo nada deseables

Nacional08 de marzo de 2025 Patricia Barba Ávila
feminismo web

Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.- Rosa Luxemburgo

 

La realidad política mexicana en la que la presidente Claudia Sheinbaum ha demostrado un enorme oficio político, gran firmeza y seguridad en las decisiones que adopta en beneficio del pueblo, es un sólido argumento en contra de concepciones desvirtuadas y confusiones sobre la igualdad de derechos y la capacidad de las mujeres para desempeñar actividades que solían considerarse del ámbito masculino exclusivamente. Dichas confusiones y concepciones erradas sobre la necesidad de respetar tal igualdad de derechos incluyen manifestaciones de algunas mujeres que adoptan actitudes violentas contra hombres, animales machos, edificios y monumentos e incluso otras mujeres policías; por otra parte, la gente que piensa que la alteración absurda e innecesaria del lenguaje que viola las reglas que constituyen la estructura de un idioma tan hermoso y complejo como es el español que, a diferencia del inglés, implica la sustitución de la “o” por la “a” en adjetivos y sustantivos pero nunca de verbos y aquí me refiero al verbo “presidir” que en participio activo es “presidente”, la persona que preside sobre un país, una reunión, un partido etc. y que nada tiene que ver con el género. Tan absurdo es decir “presidenta” como sería decir “presidento”. Lo mismo ocurre con verbos como comandar, “comandante”, estudiar, “estudiante”, cantar, “cantante”, etc. 

 

Después de tantos esfuerzos de verdaderos humanistas por alcanzar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y también entre miembros de diferentes grupos étnicos (no hay razas en nuestra especie), cada vez más atestiguamos cómo un número creciente de mujeres ocupa cargos públicos y también en el sector privado porque la capacidad para llevar a cabo trabajos o responsabilidades NO tiene que ver con el género, sino con la preparación, el entrenamiento, etc. Al inicio me permito citar una de las frases más admirables de una mujer extraordinaria como fue Rosa Luxemburgo, una teórica marxista con una capacidad asombrosa para entender el momento político y social que le tocó vivir en un mundo castigado por la guerra. Esta gran militante de izquierda tenía tanta conciencia de su habilidad intelectual y de activismo político que jamás sintió la necesidad de abanderarse con el feminismo y por ello habla de la igualdad social y la diferencia humana (imagino que fisionómica y fisiológica entre hombres y mujeres) así como la libertad de la que deben gozar ambos géneros.

 

En virtud de lo anterior, la lucha por la igualdad de derechos ha dado frutos muy visibles como el hecho de que en varias naciones las mujeres se han venido desempeñando como presidentes,  primeras ministras, secretarias de estado, etc,  y ocupan altos puestos en el sector privado y cada vez más se extienden las políticas de protección a mujeres abusadas por sus parejas u otros y, por supuesto, para garantizar igualdad de percepciones salariales por el mismo trabajo desarrollado, entre otros logros en este sentido. Aquí es necesario puntualizar que en este feminismo a ultranza que impera en la sociedad, también se registra una tendencia de miembros de la clase política a afirmar que virtudes como la honestidad, el amor por la familia, la generosidad etc, son exclusivas de las mujeres ignorando que los valores no dependen del género sino de la manera como los seres humanos son formados desde la infancia, además de determinadas características biológicas como el tamaño de la amígdala detrás del pensamiento conservador o de derecha tanto de hombres como de mujeres, tal como lo reflejan estudios realizados por varias universidades como la de Ontario, Canadá. Esto queda evidenciado con innumerables casos de mujeres que han demostrado enorme crueldad, desamor, deshonestidad, tendencias fascistas y alejamiento o aversión a la ciencia y el conocimiento. Por ende, sería deseable descartar toda clase de generalizaciones que no conducen sino a confusión y falta de eficacia en campañas y medidas para seguir avanzando en el humanismo, es decir, el trato respetuoso, solidario e igualitario entre todos los miembros de nuestra especie y también, de nuestra especie hacia otras con las que compartimos este hermoso hogar nuestro que es la Tierra.

 

Por otra parte y no menos relevante, es importante fundamentar aquí lo absurdo e innecesario que es recurrir a alteraciones grotescas de nuestro hermoso lenguaje para apoyar la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Es decir, como lo menciono arriba, en el español se cambia la “o” por la “a” en sustantivos y adjetivos, pero nunca en verbos. Citaré ejemplos muy representativos:  los sustantivos “ingeniero”, “maestro”, “arquitecto” se modifican a “ingeniera”, “maestra”, arquitecta”; los adjetivos “blanco” que se cambia a “blanca”, aunque también hay adjetivos que jamás se modifican como “inteligente”, que nadie se ha atrevido a alterar para decir “inteligento” o “inteligenta”. En el caso de sustantivos como “círculo”, he visto con estupefacción cómo hay feministas que dicen “la círcula de estudios”, alterando el sustantivo “círculo”, lo que demuestra la tendencia cada vez más exagerada y alarmante de alterar nuestro léxico en un afán de demostrar igualdad de derechos que, como lo explico arriba, es cada vez más aceptada y esta tendencia va en incremento en cada vez más países.

 

En verdad hago votos porque dejemos atrás toda clase de confusiones y nos sigamos enfocando en demostrar, si somos mujeres, que contamos no sólo con el derecho inalienable de recibir trato igualitario respecto del género opuesto, sino con la capacidad de desarrollar habilidades a la par que los varones. Todo lo demás es innecesario y absurdo.

 

 

Una felicitación a todas aquellas mujeres que se ocupan de desarrollar tanto sus capacidades como el sentido solidario y respetuoso hacia todos los miembros de nuetra especie. Feliz 8 de marzo!

Te puede interesar

Espacio Libre México

Lo más visto
feminismo web

Feminismo, igualdad de derechos y confusión

Patricia Barba Ávila
Nacional08 de marzo de 2025

Dentro de la larga lucha por lograr la igualdad de derechos de mujeres y hombres, han surgido movimientos como el feminista a ultranza, junto con alteraciones innecesarias del lenguaje, resentimientos y divisionismo nada deseables

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email