Claudia Sheinbaum Presidenta

Primera mujer Presidenta en 200 años de historia del México independiente

Nacional01 de octubre de 2024Jesús Francisco SánchezJesús Francisco Sánchez
protesta

El 2 de junio de este año, el pueblo de México, de forma democrática y pacífica, dijo fuerte y claro: ‘Es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres’. Hoy, 1º de octubre del 2024, inicia la segunda etapa: el Segundo Piso de la Cuarta Transformación de la vida pública de México, afianzó Claudia Sheinbaum al rendir protesta como la primera mujer presidenta en los 200 años de historia como nación independiente.

En la sede de la Cámara de Diputados, Sheinbaum, llamó a los mexicanos a hacer una reflexión, “que evaluemos con la cabeza fría qué pasó durante estos seis años con datos duros, reconocidos nacional e internacionalmente, y con ello respondámonos las siguientes preguntas:

“¿Cómo es que 9.5 millones de mexicanos y mexicanas, de acuerdo con el Banco Mundial, salieron de pobreza en tan solo seis años? ¿Cómo es que, sin subir impuestos, se redujeron las desigualdades? ¿Cómo es que somos de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico menos endeudados y con una moneda fuerte? ¿Cómo es que somos de los países con menos desempleo? ¿Cómo es que hay más bienestar y al mismo tiempo ganaron más los empresarios y los bancos? ¿Cómo es que estamos en récord de inversión extranjera directa y al mismo tiempo aumentaron los salarios? ¿Cómo es que aumentó el salario mínimo y no subió la inflación?”

La Presidenta expuso que la respuesta es: cambió el modelo de desarrollo del país, del fracasado modelo neoliberal y el régimen de corrupción y privilegios a uno que surgió de la fecunda historia de México, del amor al pueblo y de la honestidad, lo llamamos el Humanismo Mexicano.

“Por eso, hablamos de una transformación profunda. Y aceptémoslo, a todas y a todos les ha ido mejor “ y apuntó que con este pensamiento y su puesta en marcha se cayeron muchos mitos y engaños del pasado.

Por ejemplo, durante el periodo neoliberal, ese que le costó tanto al pueblo de México y que marcó nuestra historia por 36 largo años, se decía que el Estado debía diluirse o subordinarse a las fuerzas del mercado, que si la economía se regaba desde arriba iba a llegar a los de abajo, que si aumentaba el salario mínimo iba a haber inflación y no iba a haber inversión extranjera, que si el Estado participaba en la economía iba a haber crisis económica y devaluación, que la corrupción era inherente al gobierno, que la libertad sólo existía en el mercado, que la educación, la salud, la vivienda y el salario justo eran mercancías y no derechos, todo resultó falso.

“Por ello, para bien de México, de todas y todos, vamos a continuar con el Humanismo Mexicano, con la Cuarta Transformación” y resumió algunos de los que considera sus principales principios.

Uno. Para que haya prosperidad, debe ser compartida, o dicho de otra forma: por el bien de todos, primero los pobres.

Dos. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre. Esta es una frase de Benito Juárez García que los gobiernos de la transformación hacemos realidad y que sostiene que el gobernante debe vivir en la justa medianía, sin lujos, parafernalias o privilegios, y que el gobierno no debe ser una carga para el pueblo. A eso le llamamos austeridad republicana.

Tres. Las y los gobernantes debemos ser honrados y honestos. El uso de las estructuras de gobierno para el beneficio personal o de un grupo ensucia el servicio público. La corrupción debe combatirse por ética y por principios, pero, además, como lo hemos visto, porque ahí radican los recursos necesarios para el bienestar del pueblo y el desarrollo de la nación. En pocas palabras, la honestidad da resultados. Además, la autoridad moral es lo más importante, y esa no se compra en la esquina, se construye con una sola mística, la de luchar con honradez todos los días por un México con justicia, democracia y libertad.

Cuatro. El principio máximo de que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo; o, regresando a Juárez: con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada.

Cinco. Prohibido prohibir, la libertad es esencia de la democracia.

Seis. El desarrollo y el bienestar del pueblo sólo pueden fortalecerse con el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales.

Siete. Las mujeres tenemos derecho a la igualdad sustantiva.

Ocho. México es un país soberano, independiente, libre y democrático. Queremos la paz. Queremos la paz y la fraternidad de las naciones. Y nos coordinamos, mas no nos subordinamos.

Nueve. La política se hace con amor no con odio. La felicidad y la esperanza se fundan en el amor al prójimo, a la familia, a la naturaleza y a la patria.

Diez. Condenamos el clasismo, el racismo, el machismo y cualquier forma de discriminación. No es solo un asunto de tolerancia, es el reconocimiento de que la profundización de las desigualdades llevará siempre a la injusticia. La fraternidad significa vernos a los ojos como iguales.

“Con esto en mente, les manifiesto: en nuestro gobierno garantizaremos todas libertades, la de expresión de prensa, de reunión, de movilización. La libertad es un principio democrático y nosotros somos demócratas. Se respetarán los derechos humanos y nunca usaremos la fuerza del Estado para reprimir al pueblo. Respetaremos y garantizaremos la diversidad religiosa, política, social, cultural y sexual de nuestra sociedad. Cualquiera que diga que habrá autoritarismo, está mintiendo”, apuntó.

Claudia Sheinbaum reforzó que el pueblo fue muy claro al decir este 2 de junio: ‘Es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres’. Indicó que durante mucho tiempo, las mujeres fuimos anuladas, a muchas de nosotras nos contaron desde niñas una versión de la historia que nos quería hacer creer que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres. Poco a poco esa visión se ha ido revirtiendo; hoy, sabemos que las mujeres participaron en las grandes hazañas de la historia de México desde diferentes trincheras y también sabemos que las mujeres podemos ser presidentas.

“Y con ello hago una respetuosa invitación a que nombremos presidenta con ‘A’ al final, al igual que abogada, científica, soldada, bombera, doctora, maestra, ingeniería con ‘A’, porque, como nos han enseñado, sólo lo que se nombra existe”.

 Y agregó: “Hoy quiero reconocer no sólo a las heroínas de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles, que con estas líneas hacemos visibles, a las que con nuestra llegada a la Presidencia y estas palabras hago aparecer, las que lucharon por su sueño y lo lograron, las que lucharon y no lo lograron. Llegan las que pudieron alzar la voz y las que no lo hicieron, llegan las que han tenido que callar y luego gritaron a solas, llegan las indígenas, las trabajadoras del hogar que salen de sus pueblos para apoyarnos a todas las demás, a las bisabuelas que no aprendieron a leer y a escribir porque la escuela no era para niñas, llegan nuestras tías que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes, a las mujeres anónimas, las heroínas anónimas que, desde su hogar, las calles o sus lugares de trabajo, lucharon por ver este momento”.

“Llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslos todo, nuestras hermanas que desde su historia lograron salir adelante y emanciparse, llegan nuestras amigas y compañeras, llegan nuestras hijas hermosas y valientes, y llegan nuestras nietas; llegan ellas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino. Llegan ellas, todas ellas, que nos pensaron libres y felices”.

“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe, y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Gobernaré para todos y para todos, y tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi fuerza, mi historia y mi vida misma al servicio del pueblo y de la patria”.

Expuso finalmente: “Tengo la certeza de que consolidaremos juntas y juntos un México cada día más próspero, libre, democrático, soberano y justo. No les voy a defraudar. Les convoco a seguir haciendo historia”.

 

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