Xóchitl, una mentira patética

Dejan sola a Xóchitl Gálvez. Sola con sus bojedades y sus ocurrencias. Sola con su sonrisa idiota y sus mañas de pegar chicles masticados donde se le ocurra. Sola con su soledad. Ella y su supina ignorancia. Su insultante ignorancia.
Sola con su futura aplastante derrota ante Claudia. Hasta los “suyos” la están traicionando. La dejaron sin dineros. Abandonada con sus mafiosos pactos de sangre. Con las idioteces que surgen nada más abre su botarga boca.
Xóchitl ya no es el “gran milagro” tan anunciado hace meses. Nunca lo fue. Es y fue una botarga inflada por los llamados medios de comunicación corporativos. Por una prensa escrita y televisiva que ha perdido credibilidad y poder. Por una ralea de intelectuales y artistas que perdieron sus privilegios de casta y dineros.
Xóchitl ya no es la nueva Virgen de Guadalupe. Ya no es la indígena trotskista, hecha por sí misma. Xóchitl tampoco es la mejor ingeniera de México como ella misma se autonombra. Ya se demostró su plagio al titularse.
Xóchitl es corrupta y ha usado los puestos políticos para lograr contratos de sus empresas, en un descarado tráfico de influencias. No es millonaria por su esfuerzo de vender 600 gelatinas diarias. Ni la que habla más de tres idiomas, inglés, francés, japonés y la lengua indígena de sus abuelos. Con trabajo habla un español con algunos guturales sonidos afrancesados.
Es una pobre mujer en la crisis de su egocentrismo y barbarie. ¿Qué hará Xóchitl cuándo deje de hacer el ridículo en su campaña vende patria? En su campaña para devolver el petróleo a los gringos. En su campaña de querer restaurar el saqueo y el genocidio. En su campaña para destruir las pensiones y el bienestar de los mexicanos.
A Xóchitl la dejaron al garete los partidos que la postularon, el PRI, PAN, PRD, sus dirigentes ya aseguraron un puesto político por la pluri, de ahí no les importa más Xóchitl. Les importa seguir en la impunidad, obtener el fuero. Seguir viviendo del presupuesto.
Alito Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, amarran su futuro político y apuestan por llegar al Senado. Se colocan primeros en la lista de aspirantes plurinominales a la Cámara alta de sus respectivos partidos, pese a las críticas de sus propios militantes.
Los tres líderes opositores se colocaron al frente de las listas de sus fuerzas políticas para la Cámara alta. No harán campaña para ganarse un escaño. Se atendrán a esos millones de mexicanos que odian a AMLO y votarán por quienes los han saqueado y asesinado.
Su “triunfo” dependerá de los porcentajes que sus partidos obtengan en las elecciones del próximo 2 de junio. Solamente una catástrofe política les cerraría las puertas del poder legislativo.
El mayor baluarte de Xóchitl, el periódico derechista Reforma, publicó una encuesta que la sitúa en su realidad. En una desventaja de 24 puntos, ya insuperables, contra la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum, Xóchitl es entregada por sus Judas.
El conservador y derechista periódico Reforma, vocero de la derecha y de los empresarios, publicó en días pasados la encuesta que sitúa a Claudia Sheinbaum con 24 puntos de ventaja sobre la desinflada Xóchitl. Y al presidente López Obrador, con una aceptación superior al 70% entre los mexicanos. El Reforma que antes aduló a su candidata, a menos de dos meses de la elección, le clava este artero cuchillo de realidad. La traiciona al denunciar su mediocridad y vacío.
La pobre señora botarga, entre tartamudeos y balbuceos, dice que no le importa. Que todas las encuestas que la sitúan en franca caída, son una mentira y que el voto secreto la hará ganar la presidencia en su país de la fantasía, mientras ríe estúpidamente y mastica su chicle.
El “submarino” llamado Xóchitl se hunde en los abismos del odio, del México sin proyecto ni brújula. Pese a que Felipe Calderón, el corazón sangriento, ha tomado el timón de su campaña, a través de Max Cortázar.
A Xóchitl la están dejando sola hasta las ratas que la apoyaban al principio, la están abandonando en su idiotez y locura. Ya buscan congraciarse con la próxima presidenta de México. Algunos medios corporativos, electrónicos y televisivos están tratando de bajarle a su guerra sucia. Están reconociendo el abrumador triunfo de Claudia y los logros del gobierno de la cuarta transformación.
Xóchitl Gálvez cada vez más solitaria en la locura de su laberinto. Se le nota en la mirada. Se percibe su derrota en sus palabras. Ni ella misma se cree sus “denuncias” contra López Obrador. Ella sabe que es una mentira como política y como mujer. Una mentira patética y obscena.