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Marcelo no solo es un traidor. Marcelo también es un canalla. Se ha convertido en el enemigo de México. En el opositor de la cuarta transformación.
Es un traidor y desagradecido. Es tácitamente el enemigo no declarado del presidente López Obrador, quien lo rescató del ostracismo político, quien lo rescató de su inminente desprestigio y de la cárcel.
Por dos décadas Marcelo fingió y actuó, como un hombre leal y noble. Ahora su soberbia, enorme ego y su desmedida ambición personal, lo convirtieron en un ser ciego de poder y codicia, que antepone sus intereses políticos a los intereses de México.
Marcelo no entiende que jamás podrá ser presidente de México. Los traidores nunca son bienvenidos a ninguna cloaca, llámese PRIAN, llámese Movimiento Ciudadano. Los traidores apestan.
El camino de Marcelo es el repudio y el olvido. El camino de Marcelo es el camino para destruir la cuarta transformación. Es ya una guerra declarada y enfocada contra nuestro presidente López Obrador, contra el pueblo de México, contra cada mexicano que creemos y defendemos a este hombre, a este movimiento, al proyecto que en cinco años nos ha reconstruido, nos ha dado la dignidad y la esperanza. Volvemos a estar orgullosos de ser mexicanos.
Marcelo ha emprendido su guerra contra el pueblo de México, cada vez más solitario, cada vez más enloquecido de soberbia. Lo van dejando solo y abandonado. Triste y repudiado.
Marcelo combate lo que antes defendía, ¿cómo es posible que un hombre así, aspire a gobernar a México?
Marcelo ya es el principal enemigo de los pobres y de la gran transformación que este gobierno de Andrés ha logrado en México.
El pueblo no es tonto. El pueblo ha despertado y en las urnas Marcelo pagará su soberbia y traición, al igual que los diputados que se han declarado parte del Camino de México.
Se les olvida a estos diputados que, si ganaron una curul, no fue por ellos, ni por sus trayectorias, fue gracias a López Obrador. Se les olvida que el pueblo pone y el pueblo quita.
A Marcelo ya no le interesa las encuestas, ni Morena, se enfrenta descaradamente al Presidente. Quiere sesgar y manejar parte del presupuesto para este año. Pretende operar por medio de amenazas de sus seguidores en la Cámara de Diputados, 55 mil millones de un presupuesto ya asignado y revisado escrupulosamente para el año fiscal del 2024, a su capricho y preferencias.
Los Ebrardistas amenazan que, de no ceder el gobierno de López Obrador, votarán en contra del presupuesto federal y se pasarán al bando de la oposición en la votación. Se les olvida quién es López Obrador, en el pecado llevarán la penitencia. Y el repudio de México.
Es una traición en toda la forma, y donde hay traidores, surge Ricardo Monreal. Los diputados Monrealistas declaran apoyo a los Ebrardistas. Quieren su coto de poder. Anteponen sus ambiciones personales al interés de México,
Marcelo olvida que no es López Obrador y jamás tendrá el apoyo de los mexicanos que amamos a nuestro país. Jamás. El pueblo a través de su voto quita y pone. Ya sabemos quiénes son los traidores. Los vendepatria. En junio del 2024 , les cobraremos su traición y canalladas.
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