Xóchitl Gálvez no funciona, cada vez se hunde más y más

La botarga por su dinosauria boca muere

Nacional25 de septiembre de 2023 MARTÍN M. GONZÁLEZ

web botarga

Xóchitl ha reconocido públicamente su plagio al titularse como ingeniera por experiencia laboral. Alega que se “apendejó”, con una estúpida risita pretende minimizar su corrupción. Minimizar su plagio. La UNAM investiga su titulación, realizada a veinte años de terminar sus estudios, ya como funcionaria.

Ella que se autocalifica como una ingeniera ‘chingona’ y de las mejores del país. De ser cierto su plagio, que lo es, y no son unas palabritas que por descuido ella se roba y las convierte en ideas propias, como ella misma, en el descaro y cinismo absolutos, reconoce. No le van anular solamente su título, ni tampoco podrá volver a titularse, le va a cancelar su ingeniería. Peros siendo la rectoría de la UNAM, de la élite dorada del privilegio, se duda mucho del actuar con justicia en este obsceno caso de plagio.

No es cosa menor, es grave que la supuesta candidata a la presidencia reconozca su plagio y su corrupción.

Xóchitl Gálvez cada vez que abre su boca, es para reírse de sus ‘pendejadas’, minimizar sus corrupciones, haciéndose llamar perseguida política, hacerse la víctima, soltar vulgaridades y albures como el más respetado albañil.

Es una farsa y un bodrio. Una mentira prefabricada que se cae a pedazos. Y aún declara esta señora toda dinosaurio, toda falsedad, que es porque le tienen miedo, que el presidente le tiene miedo. A esta señora se le olvida que fue el propio presidente López Obrador quien se la impuso a Claudio X y a los del Prian.

Xóchitl declara que tiene muchos HUEVOS.  Y que va a resistir 276 denuncias de sus malos manejos, tráficos de influencias, transas y chanchullos, corrupciones y casas rojas. Que es muy chingona y a nadie debe importarle sus negocios, pese a ser una funcionaria pública que sigue cobrando como senadora.

Es obvio y notorio, que debe tener muchos HUEVOS. Es una botarga de dinosaurio. Y los dinosaurios nacen de huevos. El miedo es que de sus muchos huevos que dice ella que tiene, nazcan más dinosaurios como Xóchitl. La sola idea es estremecedora. Provoca terror.

Es cierta su aseveración de contar con muchos huevos, ahora se explica el encarecimiento del kilo de huevos, esta señora aparte de corrupta, mentirosa y plagiadora, es acaparadora de un producto de primera necesidad, por eso la carestía del producto gallináceo. Debe ser denunciada ante Profeco.

Una señora que ha trabajado de botarga, vendiendo gelatinas, que logra acumular 1400 mil millones de pesos y que cobra cada mes su chequecito como senadora, viáticos, ayudas para comida, celular, gasolina, renta de vivienda.. etc., alega que no tendrá casa, porque su casa roja está investigada por sus corrupciones, mentiras y turbios manejos de influyentismo político. Chale. Y lo peor, los pendejos que la siguen. Y le creen.

Xóchitl no funciona. Cada vez se hunde más y más, nomás habla, ríe como idiota y miente. Ya sus propios doctores Frankenstein, los empresarios, sus serviles periodistas, empiezan a tomar distancia. De un momento a otro, el Prian sacará otro candidato.

Xóchitl es un fracaso contundente. Su teatrito de buscar casa, buscar posada, tocando puertas, pidiendo asilo, es una hedionda mentira. Una empresaria corrupta que generó 1,400 millones de pesos en su carrera como funcionaria, amparándose en sus influencias y contratos oscuros, puede comprarse cientos de casa. No sea ridícula.

La prensa corporativa, los intelectuales orgánicos, que la llamaban la nueva virgencita de los mexicanos, la indígena, la gelatinera, el fenómeno Xóchitl, la ensalzaban hasta la locura, convirtiéndola en una santa, salvadora del México, de la dictadura de López Obrador, va siendo abandonada.

La realidad es otra y cada día, gracias a que esta botarga X que tiene desconectada su boquita de verdulera con sus dos hormonas cerebrales, ella misma, su historia de corrupciones, van hundiéndola y con ello arrastra a esos treinta millones de mexicanos que odian y odian, que no reconocen el cambio maravilloso que sucede en México y todavía faltan varios meses para la campaña oficial hacia la presidencia.

La botarga quiere gobernar un país con más de ciento veinte millones de mexicanos y casi dos millones de kilómetros cuadrados, llamado México, ombligo de luna, con un me “apendejé” y otro “tengo muchos huevos”. Y con risitas estúpidas.

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