Déja vu político: Ebrard no es el elegido

Marcelo Ebrard es el tema de la presente entrega, corcholata política de la 4T. Él ya sabe que no es el elegido del presidente para sucederlo y está teniendo un déja vu.

Lo vivió en 1993 cuando Carlos Salinas optó por Luis Donaldo Colosio como su sucesor, dejando a un lado a su amigo y mentor Manuel Camacho Solís, el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal. Se veía superior política e intelectualmente a Colosio y durante el gobierno de Salinas había sido uno de sus principales operadores políticos. Entre ellos había un viejo acuerdo no escrito, un compromiso implícito donde si Salinas llegaba a la presidencia Camacho lo sucedería.

La ruptura al interior del gabinete fue procesada a manera del viejo priismo, pero la irrupción en 1994 del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) le dio a Camacho otro escenario de lucimiento, mientras los errores de la campaña de Colosio le hacían ver como un barco haciendo agua.

Sin embargo, la tragedia y el balazo que mató a Colosio políticamente también lo mataron a él y lo arrojó a un largo y frio periodo en el gulag mexicano.

Ebrard se siente política e intelectualmente también superior a Claudia Sheinbaum y -como Camacho- también a sido uno de los principales operadores del presidente, con quien dice existía un acuerdo desde el 2012, como Salinas con Camacho.

Ebrard entiende que estos acuerdos también se rompen y su realidad actual es la de AMLO con Sheinbaum repitiendo la práctica monárquica de que se la dejo al hijo y no al hermano, a pesar de que Ebrard a hecho las convocatorias a su favor éstas no le favorecerán en el tiempo de elegir al candidato de la 4T.

La historia no miente y así como Salinas con Camacho pasará lo mismo de Marcelo con Andrés Manuel, recuerden que el que no sabe la historia está condenada a repetirla.