Claudia Sheinbaum, puntera; Xóchitl Gálvez se desinfló

Hace varias semanas la revista Siempre puso en la portada una nota sobre un posible magnicidio en contra de la pre pre candidata Xóchitl Gálvez, a manos del Estado y ordenado por el jefe del Ejecutivo. En esa ocasión, solo unos cuantos comunicadores de las redes sociales hicieron eco a esta ocurrencia.

Sin embargo, tras la exhibición de los contratos multimillonarios firmados entre diferentes administraciones federales con las dos empresas de Xóchitl y de que la candidata se desinflara en las encuestas por la polémica, los comunicadores de los medios tradicionales de comunicación retomaron nuevamente la idea del posible magnicidio.

Esta información se regó como pólvora entre los analistas de programas televisivos tanto de la iniciativa privada como de algunos medios públicos y nuevamente en las redes sociales, especialmente las vinculadas a la derecha.

Pero como lo dijimos la semana pasada, el Presidente es un animal político de grandes magnitudes, y ni tardo ni perezoso atajó el tema desde la tribuna de la mañanera, y llamó irresponsables a quienes auguran un episodio funesto en contra de la oriunda de Hidalgo, toda vez que en su administración no se ha presentado ni un solo acto de venganza política y mucho menos de desapariciones forzadas o asesinatos en contra de sus adversarios.

Además, el Presidente aprovechó para decirle a Xóchitl que debe tener cuidado con sus propios aliados, pues son ellos quienes piden a gritos que ocurra una desgracia con la única intención de recuperar el poder a toda costa.

La narrativa del magnicidio no afectó ni un ápice la popularidad del Presidente, y tampoco la de las corcholatas, según varias encuestas Claudia Sheinbaum sigue como la puntera, Marcelo Ebrard como segundo lugar y Adán Augusto como el tercero.

Con la caída de Gálvez, el foco de atención se vuelve a centrar en la figura de Sheinbaum y al parecer tanto en los medios tradicionales como en los emergentes, e inclusive entre los comunicólogos afines a la izquierda y a la 4T, todos los esfuerzos están puestos en buscar y encontrar fallas en el discurso de la corcholata capitalina para forzar un tropiezo que la pueda desbancar del primer lugar.

Ante tal embate la Dra. Sheinbaum deberá redoblar sus esfuerzos en proyectar su imagen de mujer fuerte e independiente, comprometida con la izquierda y afín a los preceptos ideológicos de la 4T y Andrés Manuel López Obrador mientras toma distancia de su mentor, sin que sea demasiada, para tratar de convencer a las personas identificadas con el centro del aspecto político para legitimar sus aspiraciones a ser la candidata de Morena y sus aliados para el 2024 y tener una aceptación similar a la que AMLO tuvo en 2018.

Estamos a poco más de un mes de saber con certeza quién encabezará la candidatura de Morena para el próximo año, por lo que el ganador deberá agradecer al Presidente la estrategia de evitar los debates y las descalificaciones fáciles entre pre candidatos, pues es gracias a ésta que saldrán de un procedimiento democrático sin rupturas y con la legitimidad esperada para continuar con la transformación que inició en 2018.

Así pues, cada corcholata deberá empezar a trazar su plan B para congraciarse con quien resulte ganador sin que sus bases de apoyo se sientan traicionadas o desamparadas por no haber conseguido la candidatura, y que sigan apoyando a sus gallos más allá de la elección del próximo año.

Y mientras esperamos que los Agentes Mulder y Scully nos salven de los extraterrestres, y que los investigadores del GIEI regresen a casa tras varias trabas que les pusieron en su camino para descubrir la verdad sobre el caso Ayotzinapa, nos leemos en la siguiente entrega en la que lo más seguro es que haya de chile, de mole y de manteca.