Blinkay, un fraude en estacionómetros

Otra más del alcalde José Antonio Ochoa, sometido sospechosamente al espíritu recaudatorio del concesionario

Local 27 de marzo de 2023 Espacio Libre México

web blinkay

La empresa trasnacional Blinkay contratada por el gobierno municipal de José Antonio Ochoa Rodríguez para el usufructo de la concesión del servicio de estacionómetros está actuando con voracidad y lucro que constituyen un fraude en contra de los duranguenses que se ven obligados a utilizar alguno de los mil 516 cajones de estacionamiento público habilitados en el centro de la ciudad.

Durango es la única ciudad con servicio de Blinkay en la cual se otorga -con el dolo evidente para provocar infracciones- sólo un tiempo de tolerancia de cinco minutos en el pago del parquímetro digital, insuficiente para quienes se ven en la necesidad de buscar uno de los pocos sitios autorizados de compra de tiempo y que debidamente funcionen.

Cabe recordar que con la anterior empresa concesionaria -Parkimovil-, el tiempo de tolerancia era de diez minutos. En ciudades como la capital del país es de diez minutos por parte de la misma empresa de Blinkay, y en el extranjero en donde también opera, como en Buenos Aires, Argentina, es de 15 minutos. O sea, hay un criterio distinto para los duranguenses, con la intención de generar más infracciones en contra de los automovilistas que no alcancen a realizar el pago correspondiente antes de ese breve lapso.

El propio responsable de Estacionómetros del Municipio de Durango, León Gómez Ayala, reconoció que la anterior es una limitante que afecta a los usuarios automovilistas y por ello la autoridad municipal ha solicitado a Blinkay la ampliación a diez minutos del tiempo de tolerancia.

Con una actitud desafiante, la empresa no ha accedido ni respondido positivamente a esta petición de la autoridad, es decir, impone su criterio por encima del Gobierno Municipal y pasa por alto que se trata de un servicio público y no un negocio con fin de lucro.

El propio funcionario municipal reconoció que Blinkay aplica un criterio cerrado en los múltiples casos y quejas que se presentan de errores involuntarios del conductor que paga el servicio del estacionómetro como la digitación de una sola letra o número en forma equivocada, aún cuando es evidente que se trata de la matrícula de la placa y el vehículo correspondiente. La empresa no reconoce que se realizó el pago ni que el usuario cumplió con su obligación.

Una deficiencia adicional y que genera confusión entre los propietarios de automóviles es que la aplicación de Blinkay no permite identificar en los números de placa que se registran el tipo y marca de vehículo correspondiente -como sí existía en la aplicación de Parkimovil-, por lo que quienes tienen la necesidad de registrar más de una unidad -como el caso de las empresas-, se generan errores frecuentes en el pago del número de placa correcta y propicia que aparezca como tiempo no pagado y se genera la infracción correspondiente.

La multa por omitir el pago del estacionómetro es de 3.5 UMA (Unidad de Medida y Actualización), es decir, 363.09 pesos.

Esta situación advierte una voracidad sin límite por parte de Blinkay en donde impone un espíritu y afán recaudatorio sin miramiento alguno, solapado por el gobierno del alcalde Ochoa Rodríguez quien permite este tipo de conductas abusivas.

Se evidencia con este modus operandi que la única intención en la prestación del servicio es estrictamente recaudatoria y no de regulación del mismo para generar la movilidad necesaria en los espacios, como es el espíritu y naturaleza de este servicio en su origen.

Este afán recaudatorio se ve expresado en los 12 millones de pesos que el Gobierno Municipal de Ochoa plasmó en la Ley de Ingresos para captar por el servicio de estacionómetros durante este año de 2023, es decir, 4.5 millones de pesos más que en 2022 cuando se proyectaron ingresos por este concepto del orden de los 7.5 millones.

Cabe recordar que además de lo anterior, el gobierno de Ochoa Rodríguez asestó un golpe a la economía de los automovilistas al incrementar en un 66% el costo del servicio de parquímetros, al pasar de 3 a 5 pesos la hora, demostrando así la voraz política recaudatoria que ha distinguido a su incipiente administración.

Así se encuentra el alcalde Ochoa Rodríguez, sospechosamente sometido a los intereses, abusos y actuación sin freno ni límite de sus concesionarios de servicios públicos como Blinkay.

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