Muertes de meningitis: Aispuro, el mayormente culpable

Hace unos días, vi por internet el entierro de una madre joven que radicaba en Culiacán, pero que en tanto originaria de esta ciudad, quiso que su segundo hijo, como sucedió con el primero, naciera aquí, y así fue, sólo que como el alumbramiento tuvo como escenario uno de los cuatro hospitales privados locales hoy tristemente célebres por aplicar productos farmacéuticos caducos, la mujer ya ni siquiera pudo darse el gusto de ver a su criatura porque perdió la vida. 

No exagero al decir que escuchar el mensaje póstumo de la madre de la víctima, así como los gritos de dolor de sus hermanos, de su marido y muy particularmente el de su primogénito, un niño de unos cuatro años que estaba inconsolable, no sólo me partieron el alma: me hicieron llorar, de modo que como esto ocurrió ya como a las diez de la noche, batallé mucho para conciliar el sueño y es hora que no me baja la depresión por esta muerte no sólo prematura: inmerecida e injusta de una mujer de condición humilde. 

Que ya cayeron presos dos trabajadores del hospital donde ocurrió la tragedia, como también el ex director de la COPRISED, es algo más para lamentar que para celebrar por ocurrir estas detenciones cuando ya son 35 las víctimas mortales de la meningitis, como si lo que estuviera detrás de esta dilación fuera permitir la fuga de los propietarios de dichos nosocomios o de plano exculparlos, algo que en absoluto debe extrañarnos en un Durango en donde, por gobiernos como los que padecemos, la vara de la justicia es como la ley del embudo. 

Por lo clave que es la COPRISED para impedir que a los hospitales lleguen productos farmacéuticos ya caducos, uno podría pensar que el único y mayormente culpable es el ex titular de la misma, un tal Joaquín Gardeazabal, cuando el mayormente culpable fue el ex gobernador Aispuro, por haberle confiado tan delicada responsabilidad a un tipo sin los conocimientos profesionales requeridos. Claro que el aceptar Gardeazabal un cargo que le venía grande y haber cobrado por él durante seis años, lo convierte, lo mismo que al ex gobernador, en sujeto de sanción penal.

Por cierto que de este señor Gardeazabal yo escuché hablar cuando empieza el proceso electoral de 2016 y supe de él por un par de amigas que incluso me invitaron a uno de sus mítines en la colonia Obrera, al que por supuesto no asistí. Si bien no recuerdo exactamente si se postuló para la presidencia municipal o para una curul en el Congreso estatal, lo cierto es que el tipo era en el mundillo político local un perfecto desconocido, aunque ya sabemos que en este México son muy socorridas las candidaturas de tipos con sangre liviana o para decirlo de otra manera, simpáticos, que son alentadas por el mismo partido en el poder para quitarle adeptos a sus enemigos políticos. Luego que a Gardeazabal lo haya hecho Aispuro titular de la COPRISED, fue una forma de premiarlo por haberlo hecho bien como comparsa electoral. 

Lo que sí debe tener claro Esteban Villegas es que si en esto de las muertes por la meningitis sigue siendo omiso al no proceder legalmente contra todos los responsables, empezando por Aispuro y sus secuaces, a lo que moral y constitucionalmente está obligado, el repudio social seguirá in crescendo, prueba de lo cual es que en el entierro objeto de este comentario, familiares y no familiares acusaron a Esteban de falta de sensibilidad ante muertes como éstas que en tanto producto de una deficiente atención de la salud deberían preocupar y ocupar en grado sumo a quien como él, además de político, es médico. ¿O no Hipócrates?

Y nos vemos en la manifestación por las víctimas de la meningitis y contra los malos gobiernos del PRIAN. Sólo el pueblo salva al pueblo.