Las mentiras del Gobernador prianista de Durango

 Según nuestro gobernador Esteban Villegas Villarreal, Durango va en un imparable crecimiento, con la creación de 26 mil empleos, de los cuales no ha aclarado dónde están, si serán empleos calificados y bien pagados o simples obreros maquiladores y sí en Durango tenemos la capacidad de satisfacer tal demanda.

Esteban Villegas lleva dos años prometiendo miles de empleos, miles de empresas y miles de millones de inversiones. Y nomás ha quedado de hablador. Puras diarreas mentales. Las cifras oficiales de trabajadores asegurados al IMSS lo desmienten. No hay crecimiento en el empleo en Durango.

Deberíamos obligarlo que lo firme ante notario y si no cumple en seis meses, que presente su renuncia con su gabinete de esbirros y lángaros.

Tampoco ha dicho cuándo llegara esa mentada inversión de los 100 mil millones de pesos que ha anunciado a los cuatro vientos y en cuanto lugar visita y ante cualquier micrófono.

No hay una declaración oficial de parte del gobierno del cantante vernáculo respecto a las balaceras y muertes por la lucha de los cárteles en la frontera de Sinaloa y Durango, ni del cierre de varios caminos. Ni del bloqueo de la rúa Mazatlán-Durango.

Tampoco ha explicado Esteban por qué caminos vendrá la infraestructura industrial que dice se va instalar en nuestra ciudad, si todos los caminos que conducen a nuestra ciudad están destruidos, asemejaban a los paisajes lunares, a carreteras bombardeadas de la guerra mundial.

Por lo pronto, Durango, un estado cien por ciento prianista, se ha alineado a la reforma del Poder Judicial y ya lo ha aprobado el Congreso local. Ante el coraje de Alito. Y Esteban, quien tartamudeó que cada quien vota según sus convicciones, cada vez huele más a morenista.

Pese a los grandes augurios de grandeza y triunfos, que según Esteban Villegas se repite a sí mismo cada vez, como si con el hecho de repetirlo mil veces se convertirá en realidad.

En Durango se prevén cierre de más negocios en la ciudad. Canacope externó la situación que sufren los comerciantes locales y la necesidad de ayuda del gobierno estatal para seguir ofertando sus servicios y mantener empleos formales.

Beatriz Zamora Nájera, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño pide apoyo para que los negocios formales sobrevivan.

Quizá si el vernáculo Gobernador no viajara tanto con su comitiva de lángaros mantenidos ni pagara millonaria publicidad para fomentar su carrera como cantante, del dúo de su primo Lauro y él mismo, podría dar algún socorro a estos comercios duranguenses que están cerrando, algunos de estos negocios tradicionales, con más de cincuenta años.

Durango se está atiborrando de negocios coreanos y chinos, de Oxxos y Extras, de grandes almacenes de autoservicio. Compañías trasnacionales están copando el mercado y comercio en la ciudad.

Las tiendas de barrio, las fruterías, restaurantes familiares y de comida tradicional están desapareciendo. Se declaran en quiebra y cierran.

En Durango no hay empleos. Ni empresas ni inversiones para crearlos. Si creas un empleo informal para ganarte la vida decente, te caen los inspectores municipales como perros rabiosos a darte la multa y decomisar la mercancía, a menos que sueltes una buena mordida.

Es un verdadero milagro sobrevivir el día en Durango, si no eres dueño de un negocio o trabajas en el gobierno, batallas para llegar a fin de mes. Ser duranguense es acostumbrarse a comer máximo dos veces al día, si te va bien.

Los pocos comederos públicos no son suficientes ante la pobreza y hambre, están saturados o medio llenos por la típica vergüenza y orgullo duranguense, no van.

Lo que no ha dicho el gobernador Villegas, es que esos 26 mil empleos serán para la gente joven, es decir menor de 35 años. Para los mayores de 35 seguiremos mendigando la caridad y la piedad. Subempleados, perseguidos por los inspectores municipales o los mismos cuicos.

Y para acceder a las pensiones universales hasta el momento la edad mínima es de 65 años, esperemos que con Claudia ya presidenta se baje a 60 años, salvaría del hambre y de la pobreza, a miles de duranguenses. Les devolvería la dignidad a muchos adultos mayores cuya edad está entre los 60 y 65.

En Durango no hay beca para los viejos ni inválidos, hay la tarjeta madre para unos cientos de miles de mujeres. No cubre para paliar las necesidades de mies de hogares de la ciudad y municipios

Ojalá que Durango dejé de ser Durango alguna vez y despertemos. Cien años de ser priistas nos tiene en la jodidez.

Muy pronto la ciudad se convertirá en una ciudad fantasma, con cortinas cerradas y letreros de “se renta” en sus principales avenidas, con la tristeza de sus locales vacíos, abandonados, con el polvo acumulándose y la nostalgia tragándose todo. Con duranguenses que se sumen al desempleo. Hay un 15% de negocios cerrados en periferia y centro histórico. No falta mucho para ser como ciudades como Ciudad Juárez, con locales cerrados y vandalizados con graffiti.

La ciudad de Durango pudiera convertirse en uno de esos tantos pueblos fantasmas que existen en la sierra y campo duranguense, abandonados por sus jóvenes que emigran a gabacho o a otras ciudades con más futuro que la nuestra. Nuestra miseria y pobreza, nuestra falta de esperanza y futuro le vale madre a Esteban Villegas, mientras siga viajando y soñando con el corazón. De promesas no se come ni se vive.