¿Qué hay detrás?

Según el artículo 230 constitucional de la Constitución de Venezuela, el mandato de un presidente es por seis años y con un tiempo indefinido de reelección.

Según estos datos emanados de la Constitución del país, y con un sistema de votación de los más seguros del mundo, sería imposible un fraude electoral que vulnere la soberanía y la democracia de uno de los países que ha sido puesto como un objetivo prioritario de los grandes intereses de Washington.

Después de los intentos de instalar a Juan Guaidó y lo sucedido después de las elecciones recientes, no podemos más que sorprendernos por el asedio violento de la comunidad internacional afín a los intereses de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.

Las cuestiones del fraude electoral siempre se van a dar, el perdedor siempre sacará como un mecanismo justificante culpar del fracaso electoral que lo llevó a perder, eso pasa en todo el mundo.

Hace unos tres días Anthony Blinken reconoció al opositor Edmundo González como ganador de la presidencia de Venezuela y aplaudió al pueblo venezolano por su participación en las elecciones.

Sin embargo, lamentó el procesamiento de los cerca de 12 millones de votos y consideró que el resultado anunciado no representa la voluntad popular.

El gobierno estadounidense indicó que el CNE está controlado por Nicolás Maduro Moro y que la rápida declaración de triunfo no tuvo pruebas que la respaldaran, a lo que el presidente Maduro llamó a Estados Unidos a sacar sus narices del país, luego de que el gobierno que encabeza Biden reconociera a Edmundo González como virtual ganador.

La situación en Venezuela se ha vuelto muy tensa, luego de que Nicolás Maduro declaró que alista dos cárceles de máxima seguridad para encerrar a los manifestantes detenidos durante las protestas por su reelección.

En una reunión con empresarios transmitida por el canal estatal VT, calificó a los participantes como terroristas y delincuentes, y hasta los acusó de ser criminales entrenados en Estados Unidos, Colombia, Perú y Chile; no va haber perdón dice Maduro y ya prepara dos cárceles.

Una contradicción de este asedio injerencista norteamericano, fue lo que dijo el expresidente Jimmy Carter hace unos años, que el de Venezuela, era el mejor sistema electoral del mundo; esto pone en tela de juicio el afán del gobierno de los Estados Unidos y su interés perverso sobre una intervención abierta en contra de Venezuela.

Otro factor determinante es sin lugar a dudas el periodo electoral en los Estados Unidos, y no podemos obviar la fuerza del voto latino, hay bastantes venezolanos en los Estados Unidos, eso hay que tomarlo en cuenta.

En entrevista, Alfredo Jalife en el portal de noticias Faro Geopolítico expresó: "Lo que hay que ver es lo que sigue, ¿qué hay detrás?... Lo que hay que ver es el antecedente de Venezuela, es un país que conozco muy bien.... es el petróleo, la mayor potencia petrolera del mundo, cuando tu sumas petróleo convencional y no convencional, ¿qué significa?....  El no convencional es el petróleo pesado, está en la región del lago Maracaibo.... ¡AHI VIENE EL PETRÓLEO, CUIDADO!

Aquellos que están hablando mucho de energía verde, que es todo un tema y que nos atañe a México porque nosotros también somos potencia petrolera, vienen los tiempos -a mi juicio- pero ya se está cayendo todo lo de la energía verde, fueron muy de prisa, lo de los carros eléctricos tampoco están funcionando, Tesla ha tenido problemas, los chinos le están comiendo la partida a Estados Unidos en la cuestión de los carros eléctricos, a nivel de energía solar los chinos son una potencia, le ganaron a Europa y a Estados Unidos; entonces a ellos no les conviene más el tema de la energía verde. Esto se pospuso, por el momento no es viable, nadie está diciendo que no va existir, creo que es una necesidad, pero debe entrar dentro de una diversidad de energéticos".

Con todos estos argumentos de Alfredo Jalife, no es difícil de entender por qué Venezuela es un país estratégico para los intereses de Washington.

El juego por la democracia en cualquier parte del mundo no reviste ningún interés para los Estados Unidos, a estos oligarcas les da igual quien gobierne; si Nicolás Maduro le hubiera quitado el candado a sus fronteras, sería el mejor presidente del mundo, ya hubiera recibido múltiples condecoraciones como en su momento lo hicieron con Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y otros apátridas que ahora se dedican a dar cátedras de democracia en foros de la Comunidad Europea.

Hoy para la derecha hipócrita, el ejemplo a seguir es el fascistoide Javier Milei, quien ha olvidado sus promesas de campaña y se ha dedicado a promover el saqueo de la Argentina a cambio de la miseria de millones de ciudadanos que muy pronto harán filas para vender sus órganos en los bancos destinados para eso.