La Dirección de Pensiones de Durango pretende robar a los maestros jubilados

Con el 50% del retroactivo y no cumplir con el incremento salarial íntegro

Local20 de julio de 2024 Jesús Mier Flores
pensiones web

Para empezar, diré que los maestros jubilados no estamos para complacer al sindicato ni servir al gobierno, porque ya cumplimos. De ahí que, a los directivos de pensiones les parezca poca cosa y que majaderamente traten de inducir a los dirigentes sindicales a que piensen igual, ya que dicho consenso a ambos beneficia; escamoteando los primeros públicamente un derecho y los segundos simulando que examinan, juzgan y denuncian.

Un gobierno puede hacer todo el mal que quiera y aunque quisiera hacer algo bueno por los maestros jubilados no puede, porque se le adelantaron los peores. Así que, en el caso del nuestro, su primera obligación es para los grupos que lo llevaron y mantienen en el poder. De ahí que no puede quedar mal, con los liderazgos a quienes mantiene y detiene, bajo elevadas prebendas y cuantiosas canonjías.

Ante ese inmundo y conflagrado terreno, me permito exponer mi modesto punto de vista, sobre un desafortunado comunicado que hizo circular en las Redes Sociales, el maestro Alfredo Almeida, dirigente de Pensionados y Jubilados, a cuya agrupación me encuentro adscrito.

Sabido de la preocupación y ocupación del citado maestro, válido es reconocer las gestiones que dice él, han realizado ante la Dirección de Pensiones, para tratar el asunto salarial y pago del retroactivo; aduciendo a rajatabla, que la institución se declara imposibilitada para cubrir dichos rubros, pero no así, tarda ni perezosa para ofrecer un monto menor, al pactado en la minuta firmada y acordada a nivel nacional.

De ese tamaño es la mala noticia, llevándonos a la cúspide de lo peor de la suposición, que de entrada nos incita a pensar que, la institución pensionaria ha sido tan robada, que ya aprendió a robar y como buena ladrona por su casa va a empezar. Pillándonos quizás el 50 por ciento, de lo que nos corresponde en el retroactivo y en el concepto del aumento salarial, para así, seguir abasteciendo a la casta dorada que sin derechos ha asaltado a la famosa Cueva de Ali Babá.

Vivimos una época de imposibles hecha realidad, donde las liebres cuernan a los bueyes y basta un botón en el terreno del derecho, cuyo legado por primera vez en la historia es trastocado y violado “por quienes deben cumplirlo y hacerlo cumplir”, siendo muy autoritarios en el segundo precepto, pero muy omisos y opacos en el primero.

No ignoramos que semejante marrullería, tiene por objeto poner en entredicho la honorabilidad de la investidura de una dirigencia sindical, de la cual forma parte el informante, evidenciando así, la ausencia de defensa y a la vez insultar soezmente nuestra inteligencia, atropellando de refilón la esencia más elemental de los derechos a que la Ley y los acuerdos nos hacen acreedores.

La información lamentable que se ha filtrado en las Redes Sociales, respecto al robo que plantea y planea la Dirección de Pensiones, también nos motiva a especular que es un ardid pésimamente montado, al cual los dirigentes no deben prestarse, porque nuestro derecho no es objeto de negociación, ni de publicidad barata, dado que ese asunto es inapelable, ya que no tiene que dar cabida a batallas ficticias, donde los perversos se alcen como héroes y las víctimas como guardianes del botín.

Todo lo que se expone en las Redes Sociales, respecto al presunto robo, se deduce un cúmulo de incertidumbre que nos induce a sospechar, que a los informantes los mueve una supuesta custodia de dos picos torales: primero, querer hacer ruido con algo que no tiene discusión y segundo, justificarse en caso de que el golpe ya esté dado y poner así a salvo el pecado de la traición, curándose en salud de que el que avisa no es traidor.

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